La compañía Airestudio está especializada en la captación de información geográfica mediante drones y vehículos terrestres
La anterior normativa estatal para el uso y manejo de drones condicionó de manera importante el funcionamiento de muchas empresas que surgieron para operar en este sector. Se calcula que las compañías relacionadas con los servicios de drones no pudieron llevar a cabo entre el 70-80 por ciento de los proyectos propuestos debido a las limitaciones impuestas al vuelo de estos aparatos en exteriores. A pesar de la aprobación de una nueva regulación el pasado 15 de diciembre de 2017, que abre el campo de operaciones en entornos urbanos o sobre masas de personas, todavía existen bastantes lagunas que están impidiendo un completo desarrollo de las actividades de las empresas de drones.
La firma alavesa Airestudio ha sabido adecuar su modelo de negocio a estas exigencias normativas. Nacida en 2013 de la fusión de dos empresas, se define como una ingeniería de geoinformación centrada en la captación de datos por tierra, mar y aire para medir y representar un espacio, sea en un plano o en otro tipo de formato. Para captar esta información utilizan drones, avionetas, helicópteros, vehículos terrestres convencionales, plataformas que soportan sensores e incluso mochilas que pueden ser portadas por personas. Estos medios, combinados con cámaras comerciales, cámaras térmicas, escáneres 3D, sistemas inerciales o sistemas de geoposicionamiento como los GPS, les permiten recopilar esta información.
Entre sus principales proyectos hasta el momento, el CEO y socio de Airestudio, Lorenzo Díaz de Apodaca, destaca un trabajo que están desarrollando en Andalucía: “Estamos realizando para la Junta un inventario de activos de los 11.000 kilómetros de carreteras que gestiona. Utilizamos un coche dotado con una cámara 360 y GPS que nos da un modelo 3D preciso de la carretera, además de fotografías 360º cada cinco metros. Esas imágenes permiten optimizar de una manera muy eficiente los recursos que se dedican a la conservación de las carreteras. Conocer qué tienen que mantener y en qué condiciones está para realizar un análisis inicial y prever costes. También hemos llevado a cabo otro proyecto en Catalunya utilizando drones para analizar cómo varía la morfología de las playas en función de los temporales. Gracias a las imágenes captadas se puede comparar cómo se desplazan las líneas de costa”.
Un nuevo sector en el que están introduciendo su propuesta de servicios es el de la Industria 4.0. “Hay empresas que confían en nosotros para documentar la realidad estructural de sus plantas de producción, digitalizar los proyectos que van a implantar y ver de forma previa las posibles dificultades. Quieren saber de forma exacta de que espacio disponen, cómo de crítica es la geometría de ese espacio o si van a tener interferencias para implantar algún tipo de maquinaría o permitir el tráfico de personas. Para ello utilizamos tecnología y procedimiento. Empleamos escaneado 3D con sistemas terrestres estáticos, embarcando cámaras y sistemas en mochilas con las que recorremos la planta, utilizando drones…En base a las necesidades, elegimos la tecnología más adecuada y equilibrada”, detalla Lorenzo Díaz de Apodaca.
El conocimiento adquirido por Airestudio en lo que tiene que ver con el escaneado 3D ha orientado su actividad a la medición de piezas en los procesos de producción como reconoce su CEO: “También estamos haciendo controles de calidad de piezas. Cuando se diseña una pieza de cualquier tamaño, nosotros aportamos una medición precisa para optimizar procesos, ver su tolerancia y su tipicidad”.
Con todo, explicar este tipo de proyectos y sus aplicaciones en la industria les está costando, especialmente entre las pymes. “Todavía hay muchas empresas que no terminan de entender qué es la Industria 4.0 y sus ventajas. Muchas pymes creen que esto de la fabricación avanzada es una cosa de las grandes. Las empresas tractoras tienen capacidad suficiente para identificar sus necesidades y poner soluciones en marcha utilizando las innovaciones tecnológicas, pero las pymes no, y lo primero que tenemos que tener es información y nos tienen que enseñar claramente qué es cada cosa, cada tecnología habilitadora, y cómo la podemos aprovechar, mostrándonos ejemplos reales. Hace falta más comunicación y divulgación porque cuando hablamos con nuestros clientes todavía no están familiarizados con lo que les ofrecemos”, recalca Lorenzo Díaz de Apodaca.
Airestudio está formada por un equipo de cinco personas y tiene su sede central en el Parque Tecnológico de Álava. Recientemente ha abierto una oficina comercial en Sevilla. Entre sus retos de futuro figuran “aprovechar los sistemas móviles terrestres para la captación de información y profundizar en áreas de trabajo más profesionales relacionadas con los drones”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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