La alavesa Zayer recibe el premio a la Innovación en la última Bienal por una sofisticada máquina multifunción valorada en un millón de euros
Hace 61 años que Zayer diseña y fabrica máquinas de grandes dimensiones al mismo ritmo y con la misma constancia que la imparable evolución que vive el sector, donde es un referente contrastado, como se pudo obervar en la pasada edición de la Bienal de Máquina Herramienta, la número treinta. En la feria por antonomasia del sector en el Estado, celebrada en el BEC, la firma alavesa volvió a ser protagonista al recibir el premio a la Innovación en máquina-herramienta por su centro de mecanizado multifunción con fresado-torneado, una suerte de Fórmula 1 de alto nivel tecnológico que está valorado en un millón de euros y que cautivó a los once expertos que componían el jurado.
Zayer comenzó su actividad en 1957 fabricando pequeñas fresadoras, rectificadoras y tornos para ir con el tiempo sofisticando sus productos hasta consagrarse en una marca de prestigio internacional. Hoy da empleo a 200 personas en su cuartel general del polígono de Betoño, y exporta a los principales países del mundo. Luis Calleja, su director técnico, analiza las claves de esta compañía.
¿Qué vio el jurado en su máquina?
Valoró distintos aspectos: un 50% correspondía a la Innovación, un 25% al diseño estético de la máquina y el resto a otros conceptos como la ergonomía, seguridad y sostenibilidad. Ahí se ve que teníamos las mejores puntuaciones. Este premio nos da mucho ánimo y una gran inyección a nivel moral para seguir por este camino.
¿Cómo podríamos describir a ARION G, que es el nombre de la máquina en cuestión?
Es una máquina herramienta que trabaja por arranque de viruta y que permite llevar a cabo dos procesos que son habituales en este sector del mecanizado como son el fresado y el proceso de torneado. Es decir, estamos hablando de un servicio “dos en uno” que reportará a las empresas una ventaja competitiva sustancial. Lo que se trata con esta máquina es de tener una mayor flexibilidad en los procesos de mecanizado que permitan aumentar la productividad y que garanticen sobre todo la precisión de una pieza, porque podemos estar trabajando desde el inicio hasta el final en la misma máquina sin tener que soltarla y sin tener que cambiar esa pieza de máquina, lo cual, normalmente, suele aumentar la posibilidad de una imprecisión.
¿A quién le interesan en este tipo de máquinas que ustedes diseñan y fabrican en Vitoria?
Los procesos de mecanizado de fresado y torneado permiten trabajar piezas de muchos sectores pero por el tamaño de un plato de dos metros de diámetro y que permite incluso moldear piezas de hasta diez toneladas, la máquina que hemos presentado va muy orientada hacia el sector aeronáutico, sobre todo.
Si afirmamos que parte del moldeo de las piezas que puede llevar una turbina Rolls Royce que luego se vende a fabricantes como Airbus o Boeing ha sido posible gracias a algunas de sus máquinas, ¿nos equivocamos?
No, no, así es para nuestra suerte. Trabajar con clientes de esta naturaleza exige de nuestra parte una exigencia diaria extraordinaria.
Realizaron una ampliación de sus instalaciones en 2010 para aumentar su capacidad e introdujeron una grúa para construcción de máquinas más grandes. ¿De qué dimensiones estamos hablando?
La máquina que hemos expuesto en la Bienal es uno de los modelos más pequeños que fabrica Zayer. Tenemos la capacidad de estar preparados para fabricar máquinas mucho más grandes que pueden llegar a tener, efectivamente, una altura de trece metros y una capacidad para manejar piezas de hasta sesenta toneladas de peso. Todo ello, además, en un pabellón de montaje que está climatizado y que nos permite realizar las recepciones finales con los clientes en un ambiente controlado.
¿Qué valor tiene en el mercado una máquina como la que presentaron en la Bienal?
Los costes oscilan y varían en función de las necesidades de cada cliente y los accesorios que pueda llevar cada máquina, pero concretamente la expuesta en el BEC supera el millón de euros. Son máquinas con una dinámica muy veloz y una tecnología increíble que aportan muchísima información tanto al propio cliente como al mismo fabricante.
Máquinas, suponemos, que en poco o nada se parecerán a las que usted manejaba en 1984, cuando entró a formar parte de esta empresa…
Así es, no se parecen en nada. Su evolución ha sido increíble, sobre todo en la parte mecánica, que se ha simplificado en gran medida. Por otro lado, la parte electrónica permite a las máquinas actuales aportar muchísima funcionalidad, lo que al final redunda en una mayor productividad de los equipos.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?