Un informe elaborado por AZTI muestra que el sector está aún en las primeras fases
Las empresas alimentarias vascas se sitúan en la fase “principiante” en lo que respecta a transformación digital y tecnologías ligadas a la Industria 4.0. Esta es una de las principales conclusiones que recoge el informe Diagnóstico 4.0 Industria Alimentaria elaborado por el centro tecnológico AZTI-Tecnalia. El estudio se ha elaborado a partir de encuestas a más de 200 empresas del sector, con el objetivo de conocer cuál es su grado de transformación digital y qué retos afrontan. El informe se enmarca en el proyecto GAITIK financiado por el Departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco.
Si en otros muchos sectores de actividad la transformación digital ha avanzado en los últimos años y existe una concienciación extendida sobre sus beneficios, en el ámbito de la alimentación, las empresas vascas están aún en una fase inicial. Tal y como recoge el informe, esto se debe sobre todo a las características del sector, formado principalmente por empresas pequeñas (un 75% cuenta con menos de 10 empleados), y también por su complejidad, ya que son productos muy heterogéneos y de rápida caducidad.
Según los datos, el 48% de las empresas alimentarias considera inexistente la implementación de tecnologías relacionadas con la Industria 4.0, mientras que un 36% se sitúa en un nivel de principiante. Aún así, existen grandes diferencias en función del tamaño de las compañías y, en general, 1 de cada 3 tiene previsto invertir en la transformación digital durante los próximos años.
En las empresas de menos de 25 trabajadores, la recogida de datos sigue realizándose de forma manual (en un 62% de los casos), mientras que el 78% de las compañías más grandes ya ha comenzado a automatizar estos procesos. En cuanto a uso de softwares de gestión, se utiliza en un 42% de las empresas grandes, pero solo en un 15% de las pequeñas. La implantación de servicios TIC también varía mucho en relación al tamaño de la compañía: el 54% de las pequeñas (menos de 25 trabajadores) no tiene ninguno, mientras que más del 80% de las empresas grandes sí cuenta con personal interno especializado o servicios externos TIC.
Las barreras principales señaladas por las empresas alimentarias son el desconocimiento sobre cómo abordar la transformación digital y la falta de fondos para la inversión. Por otro lado, el informe recoge también los beneficios más importantes que pueden traer estas tecnologías al sector, como son una mayor eficiencia en los procesos, la disminución de costes, la mejora de la trazabilidad y un aumento en la fidelización de los clientes.
El informe tiene como objetivo realizar un análisis actual del sector y los retos que encara para acometer la transformación digital. Para ello, tal y como recoge el estudio, es importante que cada empresa realice un diagnóstico de su situación de partida y establezca un plan de acción en base a sus objetivos.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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