Estas etiquetas, con pantalla basadas en electrónica flexible, permiten actualizar su información en tiempo real
La ‘startup’ donostiarra Tagenea está trabajando en un nuevo concepto de etiquetas inteligentes que trata de compilar la información de los canales de venta ‘online’ y ‘offline’ para ofrecer a los usuarios una mayor experiencia de compra. Así mismo, los vendedores también se beneficiarían de la recopilación y actualización de datos sobre precios o ventas en tiempo real. Conversamos sobre este proyecto con Ander de Bustos, CEO y fundador de Tagenea.
¿Cuál es el objetivo de Tagenea?
Intentamos dar una solución sencilla a un problema complejo que es el de cómo comunicar los canales de venta ‘online’ con los canales de venta ‘offline’, es decir, la tienda física. Como consumidores y ‘shoppers’ estamos constantemente cruzando ambos canales. La experiencia de compra en la tienda física nos aporta una experiencia sensorial muy rica, donde podemos, por ejemplo, tocar la ropa y probarla. La experiencia ‘online’ también aporta una experiencia cada vez más sofisticada y guía al comprador permitiendo, por ejemplo, conocer la experiencia de otros usuarios, la captación de tendencias o la comparativa de precios. En esa mezcla de canales quedan cuestiones por resolver y es un problema de suficiente envergadura y complejidad. Creemos que podemos ayudar a resolver ese problema a través de soluciones innovadoras.
¿Qué tipo de tecnologías o servicios estáis desarrollando para lograr esas soluciones?
Estamos trabajando con electrónica flexible, un nicho dentro de la electrónica también denominado ‘printed and organic electronics’. Es una tecnología orientada a crear productos flexibles electrónicos que cambia el proceso actual de la electrónica. Se diseña para ser impreso o implementado directamente en sustratos flexibles, utilizando tintas conductivas, y en un proceso productivo fácilmente escalable.
En concreto, nosotros estamos trabajando en lo que denominamos la próxima generación del etiquetado digital: la posibilidad de trasladar la información digital a un soporte físico, a una etiqueta digital que está dotada de pantalla y conexión inalámbrica. Como el objetivo del proyecto es dar herramientas al comercio para trasladar esa experiencia de compra ‘online’ a la tienda física, captamos datos desde Internet o bases de datos y trasladamos la información a estas etiquetas para que las vea el cliente.
¿Qué ventajas tienen estas etiquetas respecto a los sistemas de etiquetado más tradicionales?
Este tipo de etiquetas dotadas de pantalla y conectividad nos permitirían actualizar el precio del producto o hacer ofertas en tiempo real. Asimismo, podemos trasladar información de valor al usuario relacionada con características, opiniones o tendencias de mercado. La principal ventaja respecto a otros sistemas como los códigos QR o códigos de barras, es que estas últimas requieren del uso de un dispositivo electrónico para interactuar y el etiquetado se suele hacer de forma manual. En nuestro caso, el consumidor no necesita sacar el móvil del bolsillo, porque cada etiqueta digital aporta la información directamente a través de la pantalla, sirve para un producto individual y no hace falta reetiquetar cada producto, sino que la información que ofrece se puede cambiar remotamente.
¿En qué sectores podría tener un mayor impacto el uso de este tipo de etiquetas inteligentes?
Nuestro primer objetivo es el sector ‘retail’, minorista y, en concreto, en alimentación y en moda, pero no descartamos que la solución pueda servir para otros segmentos del mercado u otros sectores. Por ejemplo, en lo que se refiere a Industria 4.0, creemos que puede tener encaje en todo ámbito en el que trasladar información digital a un formato físico de forma sencilla pueda tener sentido. Vemos que en logística puede tener bastante sentido.
Más allá de esta etiqueta inteligente o dispositivo ‘hardware’, ¿me imagino que también adquiere relevancia el ‘software’ para incorporar la información a las etiquetas e incluso posibles herramientas para el análisis de los procesos de ventas?
En nuestro modelo de negocio nos estamos centrando en los desarrollos comercializables: la etiqueta digital, el ‘hardware’, y también en el ‘software’, para obtener datos del ‘big data’ y otras bases de datos como el ERP, que puedan convertirse en información de valor para trasladarla a la etiqueta.
¿Cuáles son vuestros retos a corto plazo en Tagenea?
El proyecto lo iniciamos en 2018 dos personas y ahora mismo estamos en fase de creación del equipo técnico. Durante este tiempo, hemos recibido mucho apoyo y reconocimientos, como el premio a la mejor idea empresarial otorgado por Fomento de San Sebastián, la participación en los programas Ekintek y Ekintzaile de la Diputación de Gipuzkoa y SPRI (Gobierno Vasco), el apoyo de la Comisión Europea a través del programa SmartEES y, recientemente, el apoyo del programa NEOTEC, financiado por CDTI, Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, que es el programa estrella de emprendimiento tecnológico en España.
El reto actual es finalizar correctamente nuestro primer prototipo, trabajar en los próximos pasos hacia la industrialización del producto, la consolidación del equipo humano y, sobre todo, estar en contacto con el mercado y escuchar a los clientes porque queremos ofrecer soluciones útiles y eficientes.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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