La industria vasca prevé una afección global a corto-largo plazo imposible aún de cuantificar, aunque su producción todavía se mantiene
La consejera Arantxa Tapia señala que esta crisis marcará un antes y un después en la transformación digital de Euskadi
La situación varía, según el sector, pero todos coinciden en una considerable bajada de pedidos, y optan por una parada o articulación a través de medios digitales de la actividad comercial para priorizar el cuidado de la salud de las personas que trabajan en la
La industria demanda liquidez, financiación, ayudas a inversiones y la revisión de los plazos para las devoluciones de ayudas reintegrables, pagos fiscales y obligaciones con la Seguridad Social
El Gobierno Vasco y el tejido industrial coinciden en que estamos en una crisis que contribuirá a la aceleración de la transformación digital de Euskadi
El Gobierno Vasco ha contrastado con todos y cada uno de los clústers la afección del coronavirus en el tejido industrial, y aunque el impacto presente, no es del todo significativo, los agentes del Observatorio de Coyuntura Industrial prevén unas consecuencias a medio plazo, severas.
El conjunto de clústers de la principal economía productiva de Euskadi, la industria, se muestra preocupada, aunque con capacidad de revertir esos impactos, si se toman medidas alineadas con la producción industrial.
En todo caso, y a pesar de la preocupación futura de la salud industrial, a día de hoy, el tejido productivo industrial se encuentra comprometido con la sociedad y centrado en cuidar la salud de sus profesionales y combatir la amenaza de la extensión del virus.
Encuentros remotos para la revisión y análisis de información industrial
Finalmente, y por recomendación y prudencia sanitaria, la reunión entre el Gobierno Vasco y los clústers no se ha celebrado de manera presencial, y el análisis sectorial se ha recabado de manera telemática y habiéndose posteriormente analizado, mediante distintas vías en remoto.
Situación presente: actividad comercial muy dañada, ausencia de pedidos y una producción contenida
Al igual que del resto de sectores y ámbitos, como consecuencia de las medidas de prevención asumidas como imprescindibles, las empresas de la industria se están viendo afectadas de manera significativa en su gestión de los recursos humanos y en su actividad comercial, lo que también está suponiendo una caída de los contratos.
La actividad comercial permanece prácticamente parada, habiéndose evitado viajes, y encuentros profesionales o reuniones presenciales. Sin perjuicio de lo anterior, las empresas trasladan la relevancia y el valor de mantener el contacto con clientes y proveedores, a través de medios telemáticos.
La actividad que no es estrictamente de producción en fábrica, se está ejecutando de manera telemática.
Se señala la enorme, y evidente, dificultad de implantar el teletrabajo en las plantas productivas en las que están tomando otra serie de medidas, como la combinación de turnos, de manera que se garanticen equipos que estén menos expuestos a la propagación del virus, o separar a personal crítico en el sistema de producción para garantizar su salud.
Sin embargo, la producción industrial se está desarrollando con una relativa normalidad, siempre en un contexto de exigentes y rigurosas medidas de seguridad. Aun así, la producción no está sufriendo grandes trastornos, bien porque no han sido afectadas de manera directa, bien porque han sabido gestionar sus stocks y buscar alternativas.
En todo caso, y aunque no de manera todavía generalizada, existe alguna señal que apunta al posible inicio de falta de suministro de materias primas y de algún producto terminado.
Afecciones severas a medio-largo plazo
En este sentido, las afecciones en la producción están previstas en el plazo de dos o tres semanas.
Cuentan con que esta crisis vaya a tener un efecto perverso de forma generalizada en el mercado, con un escenario negativo a medio-largo plazo y sin capacidad de cuantificar, por el momento, su impacto.
La ausencia prácticamente de la actividad comercial y de pedidos durante el tiempo que dure el COVID-19 afectará, según indican los clústers, a las inversiones, ventas y, por ende, a la producción, de forma severa.
Relación con mercados exteriores: China e Italia
La preocupación se centra, especialmente, en las empresas más pequeñas y las que dependen de mercados internacionales, ante la incertidumbre que genera no saber cuándo se va a restablecer la actividad económica.
La crisis del coronavirus arrancó en China, ahora se centra en el mercado europeo, con especial virulencia en Italia, y se desconoce cuál será la evolución de la enfermedad en los distintos países europeos, lo que traerá una desestabilización de los mercados y, un nuevo contexto de incertidumbre con elementos desconocidos.
En todo caso, Italia, Francia, Alemania y España, apuntan como los países más afectados, siendo los principales mercados de la industria de Euskadi.
Medidas de apoyo sugeridas por la industria vasca
Plan de ayudas planteadas por la Industria vasca, en caso de disminución, suspensión o flexibilización de la actividad industrial.
Una oportunidad para la transformación digital de Euskadi
La crisis de COVID-19 está suponiendo una revolución en las organizaciones empresariales debido a la inexistencia de precedentes de los que poder obtener protocolos de acción o manuales de actuación.
Ahora bien, esta revolución está impactando en una nueva cultura del trabajo telemático y en la aplicación de las nuevas tecnologías en diferentes procesos de la producción empresarial. La necesidad de mantener distancias prudenciales entre las personas ha puesto a prueba las condiciones técnicas y de infraestructuras de las empresas, así como el conocimiento y la cultura de las organizaciones para llevar adelante las tareas ordinarias, o extraordinarias de la actividad.
Esta circunstancia, evidencia según señala el clúster GAIA, y así lo comparte el Gobierno Vasco, la oportunidad que esta crisis sanitaria supone para la transformación digital y cultural de Euskadi.
En este sentido, la consejera Arantxa Tapia ha señalado que la complejidad de esta crisis la vamos a sentir, sin ninguna duda, pero que, desde el punto de vista productivo, probablemente sea la crisis que marque un antes y un después en el desarrollo digital de nuestro país. Se trata de uno de los principales retos que tenemos como sociedad, y desde la administración vamos a contribuir, mediante diferentes acciones, a que podamos responder a ese reto con la mayor eficacia posible.
Excepcionalidad en la cadena de la alimentación
La crisis del coronavirus está impactando de manera excepcional en las empresas del clúster de la alimentación, no precisamente por sus caídas en la demanda y ventas en los supermercados, pero sí con un impacto en la hostelería y en el canal Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías)
La cadena de agroalimentación se encuentra muy tensionada por la respuesta que están teniendo las personas consumidoras, debido a una demanda intensiva en las grandes superficies, (con repuntes de venta de hasta un 300%), pero en la que las empresas del sector están respondiendo de forma equilibrada, ofreciendo total garantía en el abastecimiento a esta demanda. En ningún caso se prevé problema de desabastecimiento, siempre y cuando la conducta del consumidor/a se ajuste a la necesidad real.
Por el contrario, existe preocupación con el canal Horeca debido a la disminución de las reservas y la multiplicación de cancelaciones. Un sector muy intensivo en empleo y que, ante la proximidad de la Semana Santa, la preocupación de agudiza.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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