El Observatorio de Tendencias de AZTI recoge el impacto del Covid-19 en el sector de la alimentación
Las circunstancias excepcionales que vivimos estas semanas han impactado de forma directa en los hábitos de consumo, especialmente en lo que respecta a la alimentación. Con el cierre casi total de la hostelería, todo el consumo se ha trasladado al hogar, centrado sobre todo en productos de supermercado, tiendas de proximidad y, en menor medida, también comida preparada, a la vez que crece enormemente la compra online. Si bien aún es pronto para vislumbrar las consecuencias a largo plazo, el Observatorio de Tendencias de AZTI ha publicado un informe donde se recogen los cambios de hábitos que más están afectando al sector. El objetivo es que estas tendencias puedan ser útiles a las empresas de cara a buscar nuevas oportunidades.
En un primer momento hubo una ola de acumulación de alimentos como reacción al estado de alarma, enfocada sobre todo a productos de primera necesidad y no perecederos, pero posteriormente las compras han llegado a cierto grado de estabilidad. A la cesta se han sumado otro tipo de alimentos muy ligados al placer y la experiencia, tal y como destaca el Observatorio de AZTI, donde se incluyen snacks, postres y aperitivos.
Otra de las reacciones ha sido el aumento de la preocupación por la salud, la higiene y el autocuidado, lo que se traslada a alimentos con un aporte especial de nutrientes, productos de limpieza y artículos de belleza personal, según la consultora Nielsen. Tal y como apunta el informe de AZTI, es una tendencia global: en Europa ha aumentado de forma significativa el lanzamiento de productos y suplementos que contienen un extra de vitaminas y probióticos. Por último, hay un claro giro hacia la cocina casera, aprovechando el tiempo que pasamos en el hogar para elaborar platos desde cero.
Este cambio de hábitos en el consumo refuerza algunas tendencias ya existentes y crea otras, que pueden afectar al futuro del sector no solo en el corto plazo. Tal y como destaca el informe, se presentan oportunidades tanto en el lanzamiento de productos con nuevos valores asociados como en la mejora de la experiencia de compra online.
Entre los consumidores, aumenta la búsqueda de alimentos que cuiden las defensas, pero también que ofrezcan bienestar mental, ayudando a mejorar el estado de ánimo. Se suma además el consumo de experiencias, ligando la alimentación al disfrute o a la diversión. Otro de los aspectos a tener en cuenta es la importancia de la higiene, aún más si cabe en estos días. Esto afecta no solo a los alimentos en sí, también a los establecimientos y espacios de encuentro, como un valor a tener en cuenta.
Es de esperar que las compras vía Internet sigan aumentando en un futuro cercano, así que, tal y como apunta el Observatorio de AZTI, es necesario garantizar una buena experiencia de compra online y facilitar los servicios a domicilio y click & collect. También es una oportunidad para avanzar hacia nuevas formas de comercio digital más inmersivas.
Por último, el informe destaca el papel de las marcas en este escenario: “es el momento de mostrarse cercanas, empáticas y comprometidas con la seguridad y salud de la ciudadanía”. En este sentido, se presentan oportunidades para crear comunidad mediante acciones solidarias o canales de comunicación que aporten valor a las personas.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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