Profundizar en la creación de respiradores y abordar el reto de aumentar la capacidad de detección del virus es clave para hacer frente a los escenarios que se abren en las próximas semanas
La Red de Parques Tecnológicos de Euskadi, con 544 empresas y 43 centros tecnológicos y de investigación en los que trabajan 18.489 personas, está dando lo mejor de sí para aportar sus conocimientos y experiencia en la lucha contra el Covid-19. Si hay un área que resulta crucial para ayudar en esta emergencia sanitaria es el de la biosalud, sector identificado como uno de los tres prioritarios dentro de la estrategia de especialización inteligente de Euskadi (RIS3) y que está aunando esfuerzos en conexión directa con los centros sanitarios.
Uno de los elementos más demandados durante estas semanas han sido los respiradores para las UCIs. Addimen, especializada en fabricación aditiva, aporta su experiencia en elaborar piezas metálicas. Por encargo del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, ha realizado unas piezas para respiradores, unos bifurcadores que permiten que cada respirador pueda dar servicio a dos pacientes. Fabricados en acero inoxidable, se ha conseguido reducir a menos de la mitad el peso de las piezas originales. Addimen también está trabajando en otro proyecto de características similares.
En un terreno cercano se mueve el centro tecnológico Tekniker, miembro del Basque Research and Technology Alliance (BRTA), que está participando en el diseño, desarrollo y fabricación de un dispositivo de ventilación para pacientes. En concreto, trabaja en la creación de una solución que permita accionar automáticamente los resucitadores manuales denominados ‘ambu’ para que realicen las funciones de un respirador. Un ’ambu’ es un dispositivo manual que proporciona ventilación con presión positiva a personas que no respiran adecuadamente. La posibilidad de automatizar el accionamiento de esos dispositivos hará posible contar con respiradores que, aunque más artesanales, podrían cumplir una función vital en estos momentos. El proyecto cuenta con la participación de las empresas Wanbat, Cisco, Omron, Martinena, Igus, Ingeteam, Haku, Licuit y Eper.
Fruto de una colaboración multidisciplinar entre los sectores químico y biológico, la ‘startup’ vizcaína Aleovitro desarrolla bioestimulantes para micorrizas asociadas a especies vegetales de alto valor añadido tanto agrícolas, frutícolas como forestales. En estos momentos, colabora con el Instituto de Ciencias Agrarias (ICA) -perteneciente al CSIC- en materia de plantas medicinales y aromáticas ya que las moléculas bioactivas de las plantas con las que trabaja, podrían actuar también de manera similar a como está actuando actualmente la cloroquina para el tratamiento frente al Covid-19.
BCMaterials, Centro Vasco de Materiales, Aplicaciones y Nanoestructuras, está trabajando a tres niveles: en el ámbito de los sensores ‘Point of Care’ (PoC) para una detección precoz de inmunidad frente al coronavirus, y con la ventaja de que permitirá ser controlado a través de un dispositivo móvil; otro sobre materiales para mascarillas y sistemas de protección individual que unan, a la eficiencia, posibilidad de reutilización e implementación de sensores y un tercero sobre superficies ‘anti-virales’.
Desde el del BRTA, los centros tecnológicos CEIT y Tecnalia, bajo la coordinación del CIC biomaGUNE, están trabajando en la preparación de medios de transporte viral para las muestras que se toman a pacientes. Estos sistemas están integrados por una combinación de antibióticos preparados en el laboratorio, que sirven para trasladar con seguridad las muestras desde los centros hospitalarios hasta los laboratorios de análisis.
La empresa Biokilab está desarrollando nuevos kits que puedan ser utilizados en el diagnóstico, pronóstico y tratamiento de enfermedades humanas. En el caso del Covid-19, desarrolla test para la identificación de anticuerpos del tipo IgG e IgA.
Asimismo, el Instituto de Investigación Sanitaria Biodonostia, coordinado por el Servicio de Microbiología del Hospital Donostia, también forma parte del plan de contingencia diseñado por Osakidetza ante una necesidad de testado mediante PCR de la presencia del coronavirus.
Además, DNA Data, compañía especializada en la realización de análisis genéticos y biológicos para el diagnóstico de enfermedades genéticas, ofrece adicionalmente el servicio de detección de Covid-19 en abierto para empresas y colectivos.
Inovako, centrada en la visión artificial para la industria, parte de repositorios de imágenes públicas, y mediante un modelo de deep learning, consigue identificar aquellas radiografías que presentan Covid-19 y las que no. El proyecto se encuentra en una fase inicial, “aunque puede convertirse en realidad rápidamente: para ello se necesitan partners que puedan suministrar radiografías y ampliar así la base de datos para seguir testando la tecnología”, explican sus impulsores.
Por último, también la digitalización ayuda en esta crisis sanitaria. E-Process Med ha puesto en marcha tres líneas de acción relacionadas con la gestión telemática del consentimiento informado de las intervenciones quirúrgicas, evitando la presencia física de los pacientes, y con una herramienta que facilite el diagnóstico y seguimiento telemático en casos de Covid-19.
Decenas de empresas implicadas con el objetivo de superar la pandemia
Estas empresas han redoblado esfuerzos para afrontar junto con decenas de otras organizaciones de la Red de Parques Tecnológicos de Euskadi las necesidades que han surgido durante la pandemia. En el sector biosalud también están abordando proyectos específicos las empresas Osasen, Progenika Biopharma, I+Med, Histocell, Abyntek Biopharma o Viralgen, mientras que Biocruces Bizkaia y BioAraba colaboran con la UPV/EHU, el Achucarro Basque Center of Neuroscience, la Fundación Biofísica e Ikerbasque.
Centros como CIC bioGUNE o Basque Center for Applied Mathematics (BCAM) están contribuyendo desde su conocimiento y sus capacidades, así como Graphenea. En el terreno de las soluciones tecnológicas trabajan contra el Covid-19 desde los parques empresas de muy diversos tamaños, como Erictel, Ibermática, Orvium, Vicomtech, Ikusi o Ikerlan. Centros como Gaiker y Neiker también aportan desde diversos proyectos, mientras que otros lo hacen desde el sector manufacturero o la fabricación aditiva, como Mizar Additive Manufacturing, Optimus 3D y A3Z Advanced, o el sector aeroespacial, como ITP Aero.
Las iniciativas concretas de estas organizaciones de la Red de Parques Tecnológicos de Euskadi pueden ser consultadas al detalle aquí y en este otro enlace. La red genera el 7,1% del PIB de Euskadi, con un importante esfuerzo innovador. De hecho, supone el 38% de la inversión vasca en I+D, siendo un 0,9% del tejido empresarial.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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