Es tal la dimensión de las solicitudes, que al llamar a la empresa una voz explica que todas las mascarillas que han importado están vendidas y las que están fabricando están ya comprometidas. Bexen Medical se convertirá en las próximas semanas en una de las mayores productoras de mascarillas del Estado. Acaba de arrancar la producción con tres máquinas para crear estas protecciones ante la gran demanda generada por la enfermedad Covid-19, y la empresa situada en Hernani ya espera la llegada de otras tres máquinas para duplicar la producción en los próximos días y lograr así crear 20 millones de mascarillas al mes.
En un mercado internacional que se ha demostrado enormemente complejo y competitivo, en el que han quedado claras las dificultades de importar productos sanitarios en una emergencia sanitaria internacional, así como la dependencia de terceros países, la opción del autoabastecimiento ha sido la estrategia que ha adoptado Bexen Medical. La compañía, que forma parte de la cooperativa Oiarso de Mondragón Corporación, está especializada en materiales médicos de un solo uso y ha ampliado su portafolio de productos para responder a las nuevas necesidades ante el coronavirus.
50 personas más
El proyecto se ha logrado gracias a la colaboración de múltiples empresas: por un lado, la empresa Mondragón Assembly, del mismo grupo, ha sido la encargada de proveer de las primeras tres máquinas desde su planta en China para realizar las mascarillas quirúrgicas. Un pedido que se ha vuelto a repetir: Bexen Medical espera recibir las máquinas a finales de mayo, para poder fabricar también mascarillas quirúrgicas IIR y duplicar su capacidad productiva. Por otro, empresas como la papelera Aralar han dado su apoyo en materiales. Asimismo, otra empresa de la corporación ha facilitado los espacios que Bexen Medical necesitaba para la producción en Bizkaia, y el centro de investigación en FP Tknika también ha aportado su conocimiento.
De esta manera, Bexen Medical ha iniciado una nueva línea dentro de su actividad que se suma a la producción de material sanitario que llevan fabricando más de 42 años. Para lograrlo, están incorporando a 50 personas paulatinamente, según se amplían los turnos de producción, que serán en total 5 para producir los siete días de la semana.
La carrera para recuperar la producción local
Si bien hasta hace pocas semanas solo una empresa fabricaba mascarillas en Euskadi, la vizcaína Sibol -que comercializa dentro de su catálogo las de mayor nivel de protección y que ha incrementado su producción–, en las últimas semanas varias empresas han decidido invertir en este campo hasta alcanzar una capacidad de producción que supera con creces los 200 millones de mascarillas al año.
Es el caso de la nueva ‘joint venture’ Wolfratex, creada entre las empresas guipuzcoanas Lazpiur, Egile, Embalan3 y Servimasa para conseguir 7 millones de mascarillas mensuales. Por su parte, Grado Cero, compañía vasca afincada en Vitoria desde 1991 especializada en maquinaria para excavadoras, que con 85 trabajadores ha decidido comprar a una empresa de China siete máquinas de fabricación de mascarillas higiénicas para poder iniciar la producción local.
El Gobierno Vasco ha decidido apoyar la creación local de estas protecciones, tal y como explicó la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia, el pasado martes.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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