La fitogestión es una tecnología biológica que consiste en utilizar plantas para limpiar suelos contaminados, una tecnología que «aporta sostenibilidad económica y medioambiental para descontaminar suelos con un mínimo impacto ambiental”, afirman desde Neiker, miembro de la alianza BRTA.
Desde el centro vasco de investigación trabajan, precisamente, en la búsqueda de soluciones para recuperar emplazamientos contaminados en el sur de Europa (España, Francia y Portugal) mediante el empleo de estas estrategias de fitogestión.
Pero esta tecnología no solo tiene capacidades descontaminantes, sino que al ser un método que hace uso de plantas, mientras descontamina el suelo es capaz de crear productos de valor añadido –como madera, resina, bioenergía, aceites esenciales o ecocatalizadores– y servicios de los ecosistemas, como el secuestro de carbono, el control de la erosión o el mantenimiento de la biodiversidad.
“El suelo es un recurso natural que lleva a cabo funciones clave para nuestra supervivencia y bienestar, como la producción de alimento, fibra y combustible; la descomposición de la materia orgánica; el reciclaje de nutrientes; la depuración del agua, etc.”, explican desde Neiker.
Sin embargo, actualmente se estima un número elevado de emplazamientos degradados por la presencia de suelos contaminados, lo cual impide o limita su posible uso para la producción agrícola y forestal, la creación de parques públicos o la implantación de nuevas actividades industriales.
“Esa contaminación ha sido como consecuencia de actividades humanas pasadas poco respetuosas con el medio ambiente», remarcan desde el centro tecnológico, “y las tecnologías que tradicionalmente se han usado para la descontaminación de los suelos han sido basadas, generalmente, en técnicas físico-químicas de elevado coste económico y que a menudo conllevan un impacto negativo sobre el ecosistema”.
Según nos cuentan desde Neiker,la contaminación es consecuencia de actividades poco respetuosas con el medioambiente. Las tecnologías que tradicionalmente se han usado para la descontaminación de los suelos resultaban caras porque han sido basadas, generalmente, en técnicas físico-químicas.
En cambio, en las últimas décadas se está potenciando el empleo de tecnologías biológicas, como la fitogestión, que aspiran a ser una alternativa a las tecnologías tradicionales de descontaminación de suelos, dado que “son más baratas y respetuosas con la integridad del ecosistema”, afirman desde Neiker.
Neiker está desarrollando esta tecnología en el marco del proyecto europeo Phy2SUDOE-Interreg, iniciado a finales de 2020, el cual es la continuación del proyecto PhytoSUDOE-Interreg en el que se formó una red de ocho emplazamientos fitogestionados en el sur de Europa.
Con este segundo proyecto se pretende consolidar la red formada en el anterior proyecto, ampliándola con siete emplazamientos adicionales que presentan nuevas casuísticas de contaminación e innovadoras estrategias de fitogestión. Además, también se busca potenciar la conservación de la biodiversidad presente en emplazamientos mineros contaminados con metales.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías, con programas como Elkartek, Emaitek Plus o Hazitek.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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