BCARE: “Trabajar en ciencia, tecnología y salud es la lección más importante que podemos aprender de esta crisis”

Soraya Romo.

El ecosistema innovador del Parque Tecnológico de Álava desarrolla, entre otros muchos proyectos, el perfil y tipología de las baterías del futuro, las que está previsto que garantizarán una movilidad más sostenible y eficiente. Con esa declaración de intenciones nació hace una década el CIC Energigune, un centro puntero en Europa en el campo del almacenamiento de la energía que para acelerar los plazos de este proceso alumbró poco después su primera ‘spin off’, llamada BCARE y orientada a diagnosticar y predecir la salud de las baterías. Al frente de esta empresa se encuentra desde hace seis meses Soraya Romo Díez, una ingeniera industrial con más de 20 años de experiencia en el sector que comenzó su trayectoria ejerciendo en perfiles técnicos y que en la última década ha ocupado puestos de dirección y gerencia en grandes corporaciones como Iberdrola o Vinci Energies, y en empresas familiares como Velatia o Grupo Lekunbide.

Accedió al cargo el pasado mes de julio, en plena pandemia… ¿Cómo está viviendo estos primeros meses?

Fue una situación un poco excepcional rara, como ha sido todo el año 2020 para todo el mundo, pero a la vez muy interesante, pues el proyecto tiene un recorrido extraordinario.

¿El esfuerzo personal y profesional hasta llegar a BCARE ha merecido la pena?

Indudablemente sí, pues siempre tuve claro que quería fomentar e impulsar mi carrera profesional pero también tuve claro siempre que no quería renunciar a tener una familia y a poder disfrutar de esas dos facetas de la vida. Y en ese sentido sí que es cierto que me ha costado mucho llegar hasta aquí pero para mí tiene una clarísima recompensa porque me siento plenamente feliz con mi desempeño profesional y personal.

Para los profanos en la materia, ¿cómo podríamos explicar a qué se dedica BCARE, cuál es su actividad principal?

Como se ha dicho al comienzo, BCARE es una ‘spin off’ del CIC Energigune, un centro de investigación de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología que es puntero en Europa en el campo del almacenamiento, tanto térmico como electroquímico. En nuestro caso nacimos al amparo de una de las áreas del CIC como es la electroquímica, en concreto la de los servicios post mortem de las baterías, y nos dedicamos a dar servicio y ofrecer productos al sector del almacenamiento de energía.

¿Por ejemplo?

Una de nuestras principales líneas de actividad es la consultoría. El mundo del almacenamiento es muy amplio y las baterías son un elemento realmente complejo, por eso es habitual que tengamos que acompañar muchas veces a los clientes que quieren establecer un sistema de almacenamiento para discernir cuál es la mejor tecnología o la más adecuada para su aplicación. En este ámbito hacemos cosas muy diversas como el acompañamiento a empresas en procesos de licitación de almacenamiento energético, mejoras en sus procesos de mantenimiento, estrategias de gestión de sus baterías, procesos de auditoría, elaboración de normativa…

¿La particular relación entre el CIC y BCARE podría resumirse en que ellos investigan y desarrollan y ustedes aterrizan ese lenguaje al mundo empresarial?

Eso es. La labor de investigación en el campo de las baterías la realiza el CIC y nosotros desde BCARE lo que hacemos es intentar llevar al mercado y acercar a las empresas toda esa labor de I+D. Hacemos que todo ese know how que desarrollan los investigadores se materialice en cosas que realmente las empresas van a poder utilizar para sus procesos y sus productos.

¿Qué dice la demanda en este sentido?

Prácticamente en todos los ámbitos podemos decir que se utilizan baterías, aunque evidentemente lo que mayor auge está experimentando hoy en día es el tema de la movilidad eléctrica. El vehículo eléctrico es algo que se va a desarrollar de forma exponencial en el futuro y ahí las baterías son todo un reto porque son el componente más estratégico de ese tipo de vehículos. Pero también vamos a tener mucho recorrido en el almacenamiento de energía a partir de las energías renovables. Las baterías están y van a estar presentes en nuestra vida sí o sí.

La innovación por la que ustedes apuestan es “excelente”, defienden…

Eso es lo que queremos y lo que pretendemos. La I+D es algo fundamental, sobre todo cuando trabajas con productos o procesos muy tecnológicos, por eso intentamos siempre ofrecer algo que en el mercado no existe y mejorar lo que ya existe. Me refiero, por ejemplo, a sistemas de sensorización de baterías o modelos y algoritmos del estado de salud de las mismas. Nuestra misión es conseguir que la gestión de las baterías sea totalmente optimizada para alargar al máximo su vida útil, reducir los costes e intentar que todo este sector del almacenamiento se desarrolle  a partir de complejos procesos de I+D.

Ha advertido que una de las actividades que llevan a cabo es el análisis post mortem de las baterías… ¿En qué consiste este proceso?

Muchas veces las baterías sufren procesos de degradación que llevan a fallo, por eso es fundamental conocer qué es lo que ha sucedido en ese proceso y cuáles han sido las causas de ese error para saber por qué ha fallado y, sobre todo, para evitar que se repitan el mismo error. Y eso lo logramos de la mano del CIC realizando este tipo de autopsias y con un equipo especializado al que solemos conocer como el CSI de las baterías.

¿Qué cree que, como empresa, estamos aprendiendo de esta situación de incertidumbre que ha provocado la COVID’19?

Yo creo que estamos aprendiendo varias cosas. Una de ellas es que considero fundamental ser conscientes de que la tecnología tiene que estar con nosotros, que no podemos tener nuestra inteligencia cedida a terceros, como se ha visto en este tiempo de pandemia. La industria tiene que potenciar su conocimiento y ahí la digitalización es fundamental. Creo también que ha quedado de manifiesto que el teletrabajo es una opción que está aquí y que ha venido para quedarse, que la confianza en los equipos hay que potenciarla – ahí están sino los resultados que hemos podido ver en los últimos meses por parte de la gente, tanto si estaban en la oficina o en sus casas- , y que se abre otro modelo de trabajo en el que las personas tienen que estar siempre en el centro de todo… El equipo, tu equipo, es fundamental y debemos cuidarlo. Con todo, trabajar en ciencia, en tecnología y en salud creo que es la lección más importante que hemos aprendido en esta época.