BAIC: «La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse entre la Industria de Euskadi”

Nerea Aranguren, vicepresidenta de BAIC.

Una veintena de entidades constituyeron el pasado mes de julio la Asociación BAIC (Basque Artificial Intelligence Center – Centro Vasco de Inteligencia Artificial) con el objetivo de liderar e impulsar el desarrollo de la Inteligencia Artificial en Euskadi.  En síntesis, este nuevo agente pretende incidir en la mejora de la competitividad empresarial y el bienestar de la sociedad vasca dentro de un contexto de colaboración público-privada para el impulso de esta tecnología. Tres meses después de su lanzamiento, son ya 60 las empresas y centros que han mostrado un interés real por adherirse a esta iniciativa.

Entre los agentes promotores se encuentra compañías de referencia como CAF, Deusto Seidor, Euskaltel, Gestamp, Hupi Ibérica, Iberdrola, Inzu Group, ITP Aero, Mondragon Corporación, Onkologikoa, Petronor, Sener, y Versia; pero también agentes científico-tecnológicos y centros formativos Tecnalia, Vicomtech y el Basque Center for Applied Mathematics (BCAM), además de la colaboración del Grupo SPRI en nombre del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, enumera Nerea Aranguren, Vicepresidenta de BAIC.

¿Cuando nos referimos a la Inteligencia Artificial (IA), realmente de qué estamos hablando?

Resumiendo mucho, de conseguir que las máquinas decidan. Nuestras empresas y sectores generan cada día muchísimos datos y lo que hay que hacer es capturarlos, tratarlos bien y después aprender de ellos para ser más eficientes y competitivos. Y ahí es donde entran en juego las técnicas de Inteligencia Artificial para que finalmente la máquina sea capaz de decidir.

¿Nos pone algún ejemplo?

Seguramente se recordará el caso de ese robot en forma de perro al que le lanzas una pelota para que vaya a recogerla. En función de hacia dónde se la tires, el robot se moverá de una manera o de otra, de una forma aleatoria porque habrá aprendido… Pues esto es algo parecido a lo que hemos aplicado en el ámbito del manufacturing, en concreto al procesamiento de datos dentro de una máquina de manera que cuando una serie de datos que son significativos del proceso de rectificado salen de un espectro determinado, la máquina decide cambiar el modo en el que está fabricando porque entiende que es un mal funcionamiento el que se está dando.

¿La implementación de procesos de Inteligencia Artificial es solo exclusiva de este sector?

No, no… En el sector automoción, por ejemplo, donde las grandes empresas realizan preórdenes que luego se van ajustando conforme llega la hora final del pedido, es otro ejemplo más de necesidad de la aplicación de IA. Los componetistas necesitan prever y necesitan saber el grado de fiabilidad de esa preorden, si se va a cumplir o no se va a cumplir, y eso con técnicas de Inteligencia Artificial les está ayudando a poder tener un rango mucho más acertado de lo que luego va a suceder.

Da la sensación, por tanto, de ser ésta una tendencia imparable, con máquinas cada vez más inteligentes, eficientes y predictivas donde las empresas van a generar importantes flujos de eficiencia y de competitividad…

Ese es el objetivo, sin duda. Y sí, efectivamente esta tendencia es imparable. La tecnología y el conocimiento están ya ahí, pero todo esto aplicado al mundo industrial lo que nos va a llevar es a obtener mejores ratios de eficiencia y productividad. En definitiva, a mejorar nuestros negocios. Es una tendencia por tanto que ya está, y a la que nos tenemos que apuntar cuanto antes y con garantías. Ha venido para quedarse, pues Euskadi cuenta con unas condiciones muy favorables con las que deberá aspirar a convertirse en un laboratorio de pruebas real para desarrollar y desplegar esta tecnología.

¿Por qué esta tecnología es estratégica para Euskadi?

La Estrategia de Transformación Digital para Euskadi 2025, aprobada el pasado 31 de marzo de 2021, recoge la Inteligencia Artificial como una de las palancas tecnológicas clave para enfrentarse a los retos del futuro. En esta línea además, tanto las grandes potencias tecnológicas como los países avanzados más pequeños han iniciado un proyecto muy ambicioso hacia el uso de la IA.

¿Y por qué ahora, quizá se vaya con cierto retraso?

No, no creo que vayamos tarde, creo que se han dado una serie de circunstancias que han provocado el nacimiento reciente de la Asociación. La primera es que ahora tenemos datos y datos de calidad. Llevamos mucho tiempo con la transformación digital y quizá igual en otros sectores como el de Salud o el de los Bienes de Consumo esta realidad estaba ya muy instaurada, pero en el mundo industrial esto es incipiente. También estamos captando datos y eso es porque tenemos la tecnología necesaria para hacerlo, por tanto creo que se dan muchas circunstancias para confirmar que este es el momento oportuno para el nacimiento de BAIC.

¿Qué receptividad está encontrado entre el tejido empresarial hacia una tecnología tan disruptiva?

Creemos que las tecnologías están más maduras y que las empresas también están más abiertas a incurrir en este tipo de inversiones y entrar en esta dinámica, por cuanto todas, en mayor o menor medida, intuyen que puede haber un beneficio. Por lo tanto insisto que el momento para el impulso de BAIC ahora es el idóneo y que la Inteligencia Artificial va a ser una palanca de desarrollo de competitividad tremenda.

¿Cuántas empresas se han adherido a la Asociación desde su lanzamiento el pasado mes de julio?

Ahora mismo son casi 60 las organizaciones que han solicitado adherirse a esta iniciativa, una cantidad que valoramos de forma muy positiva teniendo en cuenta que apenas hemos echado a andar y que además hemos tenido un verano de por medio. De todas ellas, la mitad ya han dado su conformidad para integrarse en BAIC después de haberles explicado el contexto y el modelo de funcionamiento, y el resto están en proceso. Somos optimistas ante la respuesta de acercamiento.

¿Qué perfil de empresas buscan?

Sobre todo empresas tractoras, compañías industriales que puedan ver mejorado su talento y capacidades gracias a la Inteligencia Artificial. Pero de salida diría que lo que BAIC busca son organizaciones que estén interesadas en promover la IA, y ahí estarían los proveedores de TICs, los desarrolladores de la tecnología, donde existe un grupo importante de startups que son players fundamentales en esta iniciativa. Y un segundo gran grupo de interés serían esas grandes empresas que citaba y que deberían ser las receptoras, las que planteen los retos de la industria en Inteligencia Artificial. Por último habría un tercer grupo de agentes de conocimiento como los centros tecnológicos y universidades, además de entidades públicas, como en este caso es Grupo SPRI.

¿El modelo desde el que han impulsado BAIC se ha basado de algún modo en el Centro Vasco de Ciberseguridad  – BCSC-?

En parte sí, pero no totalmente. Es cierto que el BCSC está funcionando muy bien y lo valoramos de forma muy positiva, pero creo que hay una característica que nos diferencia y es que ellos son una iniciativa del Departamento de Desarrollo Económico del Gobierno Vasco, y el BAIC siempre se ha planteado como una iniciativa público-privada donde uno de sus objetivos fundamentales es acercar la Inteligencia Artificial a la empresa privada. Creemos que es importante que desde el comienzo se estén aunando esfuerzos en esta dirección, mezclando la parte pública con la privada.