El director del Grupo SPRI, Aitor Urzelai, ha recibido el premio Vodafone Deia Innovation Saria en un acto celebrado en el Museo Bellas artes, un galardón que reconoce la labor de empresas y organizaciones en favor de la innovación.
Urzelai ha hablado de la innovación en una entrevista con el periódico Deia (que se transcribe a continuación), en la que destaca que el Grupo SPRI, la agencia vasca de desarrollo empresarial, pretende ser el mejor compañero de viaje de las empresas en el camino hacia una mayor competitividad. “Nuestra vocación es la de ayudar, la de acompañar a las empresas a la hora de acometer procesos de inversión, I+D+i, transformación digital, internacionalización, emprendimiento, diversificación, gestión de suelo e infraestructuras, etc… para que las empresas puedan competir en mejores condiciones en los mercados en los que operan”.
– La innovación como tabla de salvación para salir de la pandemia. ¿Lo cree usted así?
Sin duda que sí. Si algo nos ha enseñado esta pandemia es que vivimos en un mundo y en un contexto económico cada vez más cambiante y de incertidumbre, en el que las empresas deben estar adecuándose continuamente a nuevas situaciones y coyunturas cada vez más complejas. Y eso requiere innovar sí o sí. Está claro que la pandemia ha traído multitud de amenazas y dificultades a nuestras empresas, pero no es menos cierto que también se están abriendo oportunidades importantes en los ámbitos tecnológico-digitales, energético-medioambientales y socio-sanitarios. Desde el punto de vista empresarial, más allá de capear y resistir ante las dificultades propias de la situación sanitaria, es muy importante activar todas las capacidades innovadoras para identificar y aprovechar las oportunidades que nos ofrecen estas transiciones que nos está tocando vivir.
– ¿La tecnología es la gran aliada de la innovación?
En gran medida sí, aunque ni mucho menos exclusivamente. Es cierto que muchas de las innovaciones que se abordan en nuestras empresas para desarrollar nuevos productos y servicios van de la mano de un desarrollo tecnológico innovador. Pero no debemos menospreciar la importancia de otro tipo de innovaciones de cara a ofrecer una mayor competitividad a las empresas. Me refiero, por ejemplo, a innovaciones de tipo organizativo, de marketing y mercado, o de modelos de negocio, que sin ser necesariamente innovaciones con excesivo componente tecnológico, pueden tener un impacto decisivo en la competitividad de las empresas.
– Hay sectores más adelantados que otros en materia innovadora. Pero todos tienen margen de mejora si apuestan por procesos innovadores. ¿Cuáles considera que se han quedado relegados?
No creo que se pueda generalizar acerca de sectores más o menos avanzados o rezagados en materia de innovación. No es raro que en sectores a priori menos innovadores encontremos empresas muy punteras e innovadoras, y viceversa, tampoco es extraño encontrar empresas menos activas en materia de innovación en el seno de sectores supuestamente muy innovadores. Todo depende de la empresa, de su cultura, de sus capacidades, de sus recursos, o de sus convicciones estratégicas a la hora de afrontar procesos de innovación. Se suele relacionar el grado de innovación y el tamaño de las empresas, en el sentido de que normalmente las empresas más grandes puedan tener más capacidades y recursos para innovar, pero ni siquiera esta premisa es cierta en todos los casos, no tenemos más que ver a las nuevas empresas de base tecnológica, las llamadas startups, que son empresas muy jóvenes, muchas veces con un tamaño reducido, pero con un componente innovador tremendo.
– ¿En qué debe trabajar Euskadi?
Yo creo que es momento de aplicar la denominada ambidestreza, en el sentido de: por una lado, seguir gestionando de la mejor manera posible las dificultades relacionadas con la liquidez, las tarifas energéticas, el precio de los fletes y las materias primas, la escasez de ciertos componentes… y por otro lado, no olvidarnos del medio-largo plazo para tratar de identificar y aprovechar las oportunidades que se están generando en torno a las tres transiciones: la energético-medioambiental (descarbonización, energías renovables, economía circular, movilidad sostenible…), tecnológico-digital (robotización, 5G, IA y Data Analitics, E-commerce, E-learning, Teletrabajo…), socio-sanitaria (economía plateada, alimentación, ocio…).
Estamos ante un momento muy cambiante y complejo en el que resulta necesario explorar posibilidades de diversificación de algunas actividades empresariales para con ello acometer estas transiciones, tratando de visualizarlas no tanto como amenazas o condicionantes a nuestra competitividad, sino como oportunidades para desarrollar nueva actividad industrial que genere empleo y valor para Euskadi.
– En líneas generales, ¿la empresa vasca es innovadora?
Obviamente podemos encontrar todo tipo de empresas, algunas más innovadoras y otras no tanto. Pero en general podemos afirmar que la empresa vasca sí es innovadora. Y no lo digo yo, sino que lo ha dicho, recientemente, la Comisión Europea. El Regional Innovation Scoreboard, elaborado y publicado por la Comisión Europea, en su edición de 2021, ha destacado los avances que ha tenido Euskadi en materia de innovación que, por primera vez, se sitúa en el índice de innovación por encima de la media de la Unión Europea (103,6 de Euskadi frente al 100 de la UE). Según se recoge en este informe, Euskadi se sitúa entre las regiones europeas de “alta innovación”, tras haber crecido su rendimiento innovador un 14,7% desde 2014. Y no solo eso, sino que la Comisión Europea, ha catalogado a Euskadi como un “polo de excelencia”, por tratarse de una región de alta innovación localizada en un estado de innovación moderada.
– ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta actualmente?
Los retos de futuro en materia de innovación los tenemos recogidos en el Plan de Ciencia, Tecnología e Innovación (PCTI) 2030. A este respecto, destacaría como prioritarios los siguientes retos de futuro:
– ¿Y cuál es el papel de la SPRI para que puedan alcanzarlos?
El papel de SPRI, como parte del Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno Vasco, es el de ser el mejor compañero de viaje de las empresas en el camino hacia una mayor competitividad. Nuestra vocación es la de ayudar, la de acompañar a las empresas a la hora de acometer procesos de inversión, I+D+i, transformación digital, internacionalización, emprendimiento, diversificación, gestión de suelo e infraestructuras, etc… para que las empresas puedan competir en mejores condiciones en los mercados en los que operan. Para ello, este año 2021 hemos puesto en marcha un Plan de Ayudas para Empresas (sobre todo Pymes) con cerca de 70 programas y 430 millones de euros de presupuesto. Y para el ejercicio 2022, nuestra idea es redoblar esfuerzos para poner en marcha un Plan de Ayudas 2022 todavía más ambicioso. Nuestro estilo es, además, el de ofrecer este apoyo a las empresas de una manera proactiva, cercana y amigable, visitando diferentes comarcas de Euskadi para presentar y explicar nuestra oferta de ayudas directamente a las empresas, tratando de aclarar in situ cualquier tipo de duda que puedan tener y de ofrecer asesoramiento para que puedan enfocar y presentar los proyectos de la mejor manera posible.
– Por último, ¿qué valoración hace de reconomientos como los Vodafone Deia Innovation Sariak?
Lo cierto es que nos hace mucha ilusión. Los reconocimientos Vodafone Deia Innovation tienen una trayectoria contrastada y han premiado la labor de empresas y organizaciones con las que es un honor compartir palmarés. Creo que es un reconocimiento a una labor que SPRI viene desarrollando desde hace justamente 40 años en favor de la empresa vasca, la generación de empleo de calidad y el bienestar de Euskadi, por lo que recibirlo en un año tan señalado para nosotros es una gran satisfacción. Y digo satisfacción, que no autocomplacencia, porque este reconocimiento nos va a servir de acicate para ofrecer un servicio de acompañamiento cada vez mejor a la empresa vasca.
-¿Hay que apoyar a los jóvenes emprendedores que hacen una apuesta firme por la innovación?
Por supuesto que sí. Las personas emprendedoras que hacen una apuesta firme por la innovación crean empresas innovadoras. Las empresas innovadoras generan empleo de calidad. Y las regiones con elevadas tasas de empleo de calidad son las que mayores índices de bienestar disponen. Por lo tanto, la ecuación es más que evidente: las personas emprendedoras de hoy son el futuro de Euskadi de mañana.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?