Hervel es una pyme vasca, ubicada en Ermua, del sector químico dedicada al tratamiento de superficies y aguas residuales industriales. Su evolución le ha llevado a especializarse en el postratamiento de piezas impresas en 3D. Para desarrollar esta tecnología, la compañía ha recibido apoyo económico del Grupo SPRI a través del programa BDIH Konexio con el que el Basque Digital Innovation Hub está poniendo a disposición de las pymes la red conectada de activos y servicios de fabricación avanzada para la formación, investigación, testeo y validación.
La ayuda del programa BDIH Konexio se ha dirigido a un proyecto, en colaboración con la Universidad de Mondragón, para la validación “de nuevas moletas abrasivas (piedras con una base de carburo silicio mucho más duro) para mejorar los tiempos en el posprocesado de piezas de fabricación aditiva de titanio”, explica Susana Velasco, gerente de Hervel. La iniciativa está en la fase de mediciones por parte de Goi Eskola Politeknikoa, de la Universidad de Mondragón, previa a la comercialización del producto.
Hervel (cuyo nombre procede de Hermanos Velasco) es una empresa familiar fundada en 1970 por el padre de las actuales responsables. Susana, Mónica y Raquel están al frente de la segunda generación familiar.
La compañía empezó en los años 70 trabajando en procesos electrolíticos de acabados superficiales, pero dio un giro en 1983 cuando la italiana Alma confió en Hervel su representación de equipos de vibración, más dedicados a los pretratamientos. Ahora Hervel se centra en “procesos químicos y están muy especializados en el pretratamiento de superficies. Antes se fabricaban productos para cromo, níquel, latonado y ahora el mayor volumen de negocio se lo llevan los procesos de desengrase, ultrasonidos, decapados, pavonados, fosfatados, antioxidantes, …”, agrega Susana Velasco.
En el tratamiento de las aguas, se ha pasado de instalaciones físico-químicas sencillas, para cumplir con la legislación al vertido cero, con lo que se protege el medio ambiente, reutilizas el agua, minimizas la gestión externa, se supera la legislación… Ahí la evolución ha sido brutal”.
Hervel ofrece sus productos a sectores tan diversos como la automoción, aeronáutica, menaje, fundiciones, estampación o decoletaje. “Nuestros procesos ayudan a limpiar y desengrasar piezas, redondear aristas, protegerlas contra la corrosión. Es decir, a prepararlas para un acabado posterior y a tratar los vertidos generados en dichos procesos”.
La gerente precisa que fabrican producto químico “pero vendemos el proceso completo, la máquina, los abrasivos, el producto químico, el mantenimiento de los baños, los repuestos y accesorios de las máquinas. En definitiva, el proceso completo. Realizamos también una importante función de asesoramiento en las problemáticas relacionadas con las superficies y con los vertidos de los clientes”.
La plantilla la componen 8 personas (5 mujeres y 3 hombres), con la sede central en Ermua y una delegación en Zaragoza, María de Huerva. La adquisición de una tecnología nueva a finales de 2019 y la diversificación de su negocio les ha evitado las afecciones de la pandemia, como ha ocurrido con otras muchas empresas. “En 2019, no alcanzábamos el millón de euros de facturación y tanto en 2020 como en 2021 superamos esa cifra”.
15% a la I+D
La I+D es fundamental para la empresa, con cerca del 15% negocio destinado a ello, y una persona dedicada exclusivamente. “Es un departamento potente, que está desarrollando continuamente productos”.
La empresa, destaca, está “muy bien posicionada en posprocesados de piezas fabricadas en 3D o fabricación aditiva tanto en poliamidas como en diferentes metales y aleaciones” y, entre sus proyectos, se encuentra la automatización de estos procesos para lo que cuenta con colaboraciones, junto a otras compañías, con el centro de investigación Cidetek. “También estamos en el desarrollo de productos que sean medioambientalmente amigables”.
Sus retos pasan por ser un referente en los posprocesados de fabricación aditiva y un ejemplo como pequeña empresa liderada 100% por mujeres. Próximamente ampliarán la superficie de la firma en 225 m2, tras la compra de una nave contigua a las actuales instalaciones de Ermua, para adaptarse al crecimiento progresivo que está experimentando.
Este año han participado en un proyecto de economía circular junto con Ihobe y Fundación Novia Salcedo y “estamos instalando una célula de trabajo para fabricación de sólidos y pastas, en circuito cerrado, con lo que se aprovechará el 100% del agua y, además, serán pastas de origen 100% vegetal”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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