Ekogras nació en 1998 para gestionar el aceite vegetal usado en el sector de la hostelería, con una clara idea de apostar por la economía circular. Hoy en día el grupo gestiona más de mil contenedores en Euskadi, Navarra y Aragón mediante diferentes empresas y almacenes. Sus dos grandes áreas de trabajo son el sector horeca (hoteles, restaurantes y caterings) y agentes de la Administración pública.
La empresa con sede en Donostia trabaja para darle una segunda vida al aceite vegetal usado, e importa desde Estados Unidos la tecnología con la que elaborar biodiesel a partir de ese residuo. La labor que realiza Ekogras consiste en procesar el aceite para separar el agua residual y el resto orgánico, que son enviados a una planta de biometanización. “El aceite que recogemos se recicla al 100%, y somos el primer eslabón en la valorización y reciclaje del aceite para convertirlo en biodiésel”, destaca Horacio Goñi, responsable de calidad de Ekogras.
Además, Ekogras ha desarrollado diferentes soluciones para la recogida de aceite, destacando la labor que hace mediante Eko3r. Esta empresa perteneciente al grupo ofrece un servicio de máquinas inteligentes con un sistema de bote doméstico de intercambio, que permite a los ciudadanos llevar sus aceites usados, y obtener en intercambio un bote vacío y limpio. “Hoy en día es uno de los productos más internacionales del grupo, pues se comercializa en diferentes países de la Unión Europea: Portugal, Alemania o Grecia. Además, se ha testado en Uruguay y Colombia, y también hemos llegado hasta Dubai”, explica Horacio Goñi. Una solución parecida es la casa de reciclaje de Ekogras, un punto limpio en el que los vecinos introducen los residuos de forma segura. Una vez en su interior, los residuos se almacenan en contenedores adecuados a la naturaleza de cada uno de ellos quedando accesibles solamente al personal encargado de la gestión de la casa del reciclaje.
Otra de las soluciones es el Oil Reduction System, un sistema de filtrado y almacenamiento que permite a los hosteleros ahorrar aceite y realizar una transferencia segura de aceites usados al tanque de almacenamiento. Pero la empresa guipuzcoana no solo se centra en el aceite usado, cuenta también con Kafea. Esta delegación de Ekogras recupera el 100% de los materiales que componen las cápsulas de café, convirtiéndolos en diferentes productos de ecodiseño, como por ejemplo macetas, contenedores, sustrato o papeleras. Este último proyecto se ha llevado a cabo gracias al programa Ekintzaile del Grupo SPRI.
De cara al futuro, Ekogras quiere seguir avanzando en sus diferentes líneas de actuación. “Debemos afianzarnos en los caminos que hemos abierto, y es indudable que en este camino seguro que irán apareciendo nuevas posibilidades, nuevas ideas sobre las que investigar”, concluye Horacio Goñi.
El Grupo SPRI es uno de los agentes que ponen en marcha la estrategia RIS 3 Euskadi para impulsar la especialización inteligente en los ámbitos de la energía, la fabricación avanzada, la biosalud y la nanociencia.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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