El proyecto CICe2020, financiado por el programa Elkartek del grupo SPRI, avanza en el desarrollo de materiales para tecnologías de almacenamiento de energía, alternativas a las baterías de litio-ion. Tras dos años desde su puesta en marcha, los centros y entidades que lo impulsan, todas ellas vascas, están obteniendo importantes resultados.
Está liderado por CIC energiGUNE, centro de investigación vasco referente en almacenamiento de energía y miembro de Basque Research & Technology Alliance (BRTA). Se le suman otros cuatro miembros de BRTA: Tecnalia, Tekniker, Ikerlan y Cidetec. Además, en el proyecto también trabajan la UPV/EHU, Mondragon Unibertsitatea y el centro guipuzcoano BERC Polymat.
En estos años de trabajo conjunto, se han obtenido importantes resultados en cuatro prometedoras líneas de investigación, vinculadas a la superación del marco actual de las tecnologías de almacenamiento de energía. Esto facilitaría el proceso de transición energética global. De hecho, entre los objetivos de CICe2020 se encuentra ofrecer distintas alternativas tecnológicas más sostenibles que las baterías litio-ion para almacenamiento estacionario y mejorar las actuales tecnologías de almacenamiento térmico.
Según la coordinadora científica de CIC energiGUNE, Montse Casas, “los resultados nos ratifican en que, en el medio plazo, la industria vasca va a ser capaz de desarrollar e industrializar productos disruptivos relacionados con el almacenamiento estacionario. Además, este proyecto ha puesto de manifiesto la gran capacidad del ecosistema vasco, ya que en su desarrollo hemos colaborado ocho entidades vascas, de las cuales cinco formamos parte del BRTA”.
Se han obtenido importantes avances con resultados innovadores en cuatro líneas diferentes, de las cuales tres corresponden a la búsqueda de una alternativa eficiente a la actual tecnología de baterías litio-ion, la opción dominante en el mercado internacional. Sin embargo, desde el centro vasco, defienden que “esconde diversos retos tecnológicos, económicos y medioambientales que chocan con los objetivos de desarrollo europeos”.
Entre esas líneas se encuentra, por ejemplo, el desarrollo de materiales para las baterías de metal-aire, basadas en la aplicación del oxígeno. Estas tienen una elevada densidad de energía y ventajas desde el punto de vista ambiental y de utilización de recursos, dando lugar a la obtención de cátodos y al desarrollo de un electrolito inocuo. “Los estudios han obtenido notables avances tanto en la combinación sodio-aire como en el formato zinc-aire».
Por otra parte, la cuarta línea se ha centrado específicamente en las tecnologías de almacenamiento térmico, partiendo de la base de que los sectores de generación de electricidad y de generación de calor y frío juegan un papel muy relevante en la transformación hacia una economía descarbonizada. “La labor realizada en este ámbito aspira a abrir la puerta a una nueva generación de materiales de cambio de fase sólido-sólido para almacenamiento térmico, que contribuyan al desarrollo futuro de nuevos sistemas de almacenamiento térmico para bombas de calor domésticas o industriales, y de esta manera, avanzar en la electrificación del calor. Como consecuencia, se reducirá drásticamente el volumen de los tanques de almacenamiento y de sus costes de inversión”.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías. Consulta los programas de ayuda a la I+D como Elkartek, Emaitek o Hazitek.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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