Arrizabal Elkartea se fundó en 1983 en Elgoibar. Desde entonces esta empresa, que cuenta hoy en día con 10 profesionales en su plantilla, se dedica a la venta y el mantenimiento de maquinaria para diversos sectores: la construcción, jardinería, limpieza viaria, tratamiento de residuos, compostaje, mantenimiento de carreteras, mantenimiento de playas y equipamientos municipales. Según destaca Javier Arrizabalaga Ansola, socio fundador de Arrizabal, “siempre asesoramos a nuestros clientes de manera totalmente personal, intentando ofrecer la maquinaria adecuada para cada proyecto”.
Su radio de acción se centra en Euskadi, Navarra, Cantabria y La Rioja, y cuenta entre sus clientes con organismos públicos como ayuntamientos, diputaciones y gobiernos regionales, así como empresas privadas. Además, entre sus partners y proveedores se encuentran empresas de primer nivel como Hako, Goupil, CMAR o DFSK.
Una de las grandes señas de identidad de la empresa guipuzcoana es la apuesta desde “hace más de 20 años” por el vehículo eléctrico (camionetas, barredoras, aspiradoras…), siendo “pioneros en este ámbito en Euskadi”, destaca Javier Arrizabalaga. Con esta opción, sus clientes pueden ahorrarse alrededor del 40% en gastos operativos, aparte de conseguir cero emisiones y reducir al mínimo el impacto sonoro.
Entre su oferta de vehículos eléctricos destaca la gama Goupil, para jardinería, limpieza viaria y recolección de residuos urbanos, con baterías de litio o plomo de distintas capacidades. Otro ejemplo de la oferta de Arrizabal son los contenedores móviles Urbaclic, que se pueden utilizar como punto limpio móvil, y que se transportan mediante una tractora eléctrica de semirremolques. De cara al futuro, los planes de la empresa son claros: “seguir siendo productores de soluciones con últimas tecnologías, con la vista puesta en la innovación y en la calidad”, finaliza el socio fundador de la empresa.
El Grupo SPRI es uno de los agentes que ponen en marcha la estrategia RIS 3 Euskadi para impulsar la especialización inteligente en los ámbitos de la energía, la fabricación avanzada, la biosalud y la nanociencia.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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