Desde que la tecnología ha irrumpido en la industria para ayudar a las empresas a ser más eficientes y optimizar cualquier parte de su proceso productivo, cada vez son más necesarias aquellas capaces de proveer estas soluciones. Skura, una cooperativa nacida en Mondragón, se dedica al desarrollo de apps para smartphones. Sin embargo, tras años en contacto con empresas del entorno, ha ido especializándose y proporciona, a día de hoy, soluciones de industria 4.0, digitalización y conectividad.
“Diseñamos e implementamos protocolos de comunicación y cifrado personalizados”, explica Jaione Martínez Sáez de Maturana, socia fundadora de Skura. Además, ayuda a las empresas que quieren dar el salto a la digitalización y la industria 4.0, y las asesora en el diseño y desarrollo de sus estrategias digitales. La idea nació en 2011 como proyecto de fin de carrera de dos estudiantes de Ingeniería de Telecomunicaciones de Mondragon Unibertsitatea. “Nos ofrecieron la oportunidad de realizar el proyecto en el centro empresarial Saiolan, desarrollando nuestra propia idea de negocio. Después de un año, vimos que realmente nos gustaba cómo iban las cosas y que había opciones de que fuera una forma de trabajo real para nosotras”, recuerda Martínez.
Skura se constituyó como cooperativa en enero de 2013: “Es una forma arraigada en el territorio y nuestra misión y visión iban más allá. Queríamos realizar nuestro proyecto de vida haciendo algo que nos gustaba tanto en el fin como en los medios”, explica Martínez. A día de hoy, la cooperativa la conforman cuatro socias y una persona en formación dual.
Skura cree en la soberanía tecnológica y en una tecnología “segura y habitable. Pensamos que la tecnología tiene que servir y ser desarrollada para mejorar la vida de las personas y en favor de la democracia digital. Por eso vamos siempre a favor de tecnologías y software libres. Intentamos poner el foco en buscar soluciones comunes a problemas comunes. En este sentido, somos parte activa de la red Teks”. Además, la cooperativa apuesta por una actividad económica que esté “al servicio de la vida, y no al revés. Por eso trabajamos desde la perspectiva de la economía social transformadora e intentamos aportar estos valores en todo lo que hacemos. En este sentido, somos parte de la red Olatukoop”.
Skura ha ido especializándose en nichos concretos del mercado tras tener cada vez más contacto con el sector industrial, especialmente con empresas de la zona como Copreci, Goizper, Aga, Sling, Arregui… “De ahí han ido saliendo cada vez más proyectos de industria 4.0, digitalización y conectividad. Podríamos dividir en dos tipologías principales los trabajos que solemos realizar: por un lado, tenemos las apps de uso interno, es decir, las que digitalizan y automatizan procesos dentro de las propias empresas. Les ayudamos a optimizar procesos manuales y/o laboriosos para que sean más eficientes gracias a la tecnología”.
Por otro lado, Skura desarrolla proyectos en el ámbito de la conectividad, “de forma que colaboramos con las empresas para que puedan digitalizar sus productos y servicios, introduciendo capas de conectividad e IoT. Por poner algunos ejemplos, desarrollamos apps que sirven para controlar cerraduras conectadas a la nube, cajas fuertes, controlar dispositivos o máquinas usando apps… En definitiva, recibir y mandar información con dispositivos electrónicos y comunicarlos con servicios y/o plataformas en internet”. Skura participa en todo el proceso, desde la asesoría y diseño de la solución hasta el desarrollo, la puesta en marcha y el mantenimiento de la misma.
Uno de los ejemplos más potentes que ha desarrollado Skura en el ámbito de la digitalización fue un proyecto para Sling, de Oiartzun: “Llevamos ya muchos años desarrollando tanto apps como mejorando su plataforma para que puedan hacer trabajos de mantenimiento usando tabletas”. Cuando empezaron a trabajar en 2014, la empresa realizaba muchas tareas en papel, pasando datos manualmente a un gestor, ralentizando el proceso… “Ahora tienen una plataforma totalmente conectada en la cual, nada más hacer una revisión, los datos están ya metidos en el sistema, los informes se generan automáticamente y se ejecutan también las acciones necesarias”, explica Martínez.
Destaca otro proyecto para Arregui, en Orio: “Empezamos desarrollando una app para controlar una caja fuerte mediante bluetooth, lo cual ha llevado a Arregui a poner en marcha toda una plataforma digital y una gama de productos conectados, como una cerradura invisible. A día de hoy seguimos incorporando nuevos dispositivos a esta plataforma”. Otro ejemplo que pone Martínez es la colaboración con Goizper, para los cuales Skura ha trabajado en diferentes proyectos de conectividad: «Por poner un ejemplo, el proyecto Landrooter en el ámbito de la agricultura de precisión. Ayuda a mejorarla y a incrementar la calidad de los trabajos de pulverización en el medio rural”. Además, casi anualmente, la empresa desarrolla algún proyecto Hazitek.
Skura apostó, desde el principio, por las aplicaciones nativas. Son aquellas que “hablan” el idioma del teléfono, las más apropiadas para sacarle el máximo partido tanto al dispositivo como a las tecnologías que ofrece: “Para el tipo de aplicaciones que hacemos, que hacen mucho uso de Bluetooth, GPS, Wifi, cámara… es básico que las apps corran de forma nativa, para poder sacarles el máximo rendimiento a los teléfonos y tabletas”.
La cooperativa prevé seguir trabajando en la misma línea, poniendo especial foco en el desarrollo de nuevos servicios de voz: “Creemos que los sistemas que puedan ser controlados por este tipo de comandos van a cobrar especial importancia en los próximos años, y que realmente pueden aportar gran valor en procesos concretos. Queremos llevar este tipo de tecnología a entornos industriales para poder gestionar almacenes, manejar máquinas, comunicar órdenes y acciones, etc., por comandos de voz”, explica Martínez. Estos trabajos los están desarrollando con Orai, de Elhuyar, y la cooperativa Tálaios.
Uno de los objetivos del Grupo SPRI es la transformación digital de las empresas vascas. La impulsa a través de programas de ayuda a la digitalización como Basque Industry 4.0, BDIH Konexio, Ciberseguridad Industrial, Enpresa Digitala o Inplantalariak, entre otros.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?