Indigraph es una pequeña empresa de San Sebastián que ofrece un producto único en el mundo: la pluma con tinta china que no se seca. La compañía ha vendido más de 1.000 plumas en el primer año de comercialización. Ha recibido apoyo económico del Grupo SPRI a través del programa BDIH Konexio con el que el Basque Digital Innovation Hub está poniendo a disposición de las pymes la red conectada de activos y servicios de fabricación avanzada para la formación, investigación, testeo y validación.
La empresa surge hace 4 años, desde el proyecto de otra compañía, Dinamo, dedicada al diseño industrial “nos apetecía hacer algo propio y resolver algún problema de mercado”, comentan Iñigo Echeverria, gerente, e Izar Carazo, responsable técnico.
La idea viene de los problemas del dibujo con la tinta china, “que se seca y se estropea la pluma”. Tras múltiples pruebas, idearon un sistema basado en una membrana y un pequeño depósito de agua en el tapón de la pluma. “Mantienes así el plumín siempre húmedo. Esto no existe en el mercado”. Ya tienen registradas las patentes en la Unión Europea y Estados Unidos.
Después de varios prototipos que certificaron el buen funcionamiento, la empresa se introdujo en una plataforma de crowdfunding, Kick Starter, y “tuvimos más ventas de lo esperado. Vimos que había bastante demanda entre ilustradores y dibujantes”.
Con una ayuda de la Diputación de Gipuzkoa, lograron financiación y empezaron la fabricación. La venta es fundamentalmente online, aunque tienen también distribuidores en Francia, Italia, Australia y Estados Unidos.
El producto es una novedosa pluma para su uso con tinta china, que ofrece además la ventaja de que “luego puedes acuarelar”. Los clientes principales son ilustradores y los denominados urban sketchers (los que dibujan en la calle), así como las personas que hacen caligrafía. “Vendemos más de 1.000 plumas al año y estamos trabajando para reforzar la producción en el extranjero”.
La empresa trabaja con proveedores europeos. Los plumines y cristales los compran en Alemania y las juntas en Suiza, “y tanto el montaje como los prototipos los hacemos nosotros. El diseño y desarrollo del producto es 100% nuestro”.
En el diseño se ha tenido en cuenta la huella ecológica del producto. “La durabilidad del producto ha sido un punto fundamental. No es de usar y tirar. Es como un mecano y vendemos todos los repuestos. Se puede reparar. Es un producto de alta calidad realizado en aluminio mecanizado”.
Indigraph cuenta ahora con una plantilla de tres personas y la facturación supera ya los 100.000 euros, pese a que llevan solo un año con el negocio de ventas. La I+D es fundamental en su proyecto empresarial.
La ayuda del programa BDIH del Grupo SPRI surge a partir de un proyecto del centro tecnológico Tecnalia sobre tintas conductoras. “Como nuestra pluma utiliza tinta china, que es más viscosa, la idea era desarrollar una tinta conductora para dibujar circuitos y hacer prototipos”.
Una de las ideas es utilizar la tinta conductora en materiales didácticos y juegos. “Con una batería y un LED podrían dibujarse circuitos en papel y que los niños vean como se encienden al completarlos”
El reto de Indigraph se basa en dos aspectos: crecer en el extranjero en países como Corea y Japón, “ya que tienen mucha cultura del dibujo” y el desarrollo de nuevas versiones de la pluma, mejorando el diseño y ofreciendo plumines específicos para el dibujo.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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