El proyecto TECAM ha desarrollado dos dispositivos portátiles que pueden detectar ciertos compuestos alimentarios con posibles riesgos para la salud de las personas con alergias o intolerancias. Están hechos para usarse en cualquier momento y prácticamente por cualquier persona, tengan o no conocimientos previos de la técnica. La investigación ha sido liderada por el centro tecnológico vasco Leartiker, financiada por el programa Elkartek del Grupo SPRI, y ha tenido como socios a la Universidad de Deusto y CEIT.
TECAM, que ha finalizado este pasado junio, tenía como objetivo desarrollar nuevas soluciones tecnológicas de monitorización y control de alérgenos alimentarios y microorganismos patógenos para garantizar la seguridad a lo largo de toda la cadena de valor alimentaria. Con el fin de lograr su propósito, ha desarrollado dos líneas de estudio que han culminado en la creación de dos dispositivos que detectan dos compuestos con riesgo para la salud diferentes: soja y gluten.
El primero es un dispositivo PCR-on chip diseñado, fabricado y optimizado por el grupo de investigación Biodevices and MEMs de CEIT. Está basado en la manipulación de microgotas –microfluídica digital– con elevada sensibilidad para la detección del alérgeno soja en distintas matrices alimentarias. Este es el primer dispositivo de esta naturaleza que es validado con alimentos naturales. Por otro lado, el grupo de investigación eVIDA de la Universidad de Deusto ha indagado y optimizado el alcance de la detección de gluten en harinas a través de un dispositivo con tecnología avanzada –tecnología NIRS –, que se controla a través de un sistema de inteligencia artificial y a una interfaz online.
Leartiker, de forma paralela, ha desarrollado una investigación sobre el Staphylococcus aureus – bacteria que produce unas toxinas que, de ser ingeridas, generan síntomas como gastroenteritis– y ha concluido que adaptar el dispositivo PCR-on chip a la detección de este microorganismo y de sus enterotoxinas sería posible y beneficioso para el sector lácteo. En el estudio se ha analizado la capacidad de la bacteria para producir enterotoxinas clásicas en lácteos y su potencial de ser detectadas mediante uno de los dispositivos creados en proyecto. Al igual que para percibir el Staphylococcus aureus, ambos dispositivos podrían ser adaptados a otras matrices alimentarias que interesan ser controladas y responder a necesidades tanto de la industria alimentaria como de salud pública o de la sanidad.
El proyecto, que ha durado poco más de dos años, ha sido llevado a cabo gracias a la combinación de diferentes disciplinas científicas como la biotecnología e informática, y un sinfín de ensayos prueba-error hasta dar con el resultado esperado. “Así, la multidisciplinariedad y la colaboración entre distintas entidades ha vuelto a demostrar que es el camino para lograr el avance científico-tecnológico que aporte las soluciones que la sociedad requiere para seguir progresando con seguridad”, apuntan desde el centro tecnológico Leartiker. Por su parte, Leartiker ha realizado labores de asesoramiento sobre ciencia y tecnología de los alimentos, composición de alimentos, alérgenos, normativas o técnicas de detección clásicas, entre otros. Asimismo, ha preparado, analizado y enviado muestras alimentarias a los socios del proyecto en diversas fases para el entrenamiento, la comprobación y la validación de los dispositivos.
El Grupo SPRI impulsa la I+D de las empresas vascas con herramientas, activos, ayudas, grupos de trabajo y alianzas con el fin de potenciar la investigación y generar nuevas tecnologías. Consulta los programas de ayuda a la I+D como Elkartek, Emaitek o Hazitek.
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