Acceleration Robotics nació a finales de 2020 de la mano de Víctor Mayoral Vilches, tras más de una década de experiencia en robótica. El vitoriano, de 34 años, cuenta con dos ingenierías, varias patentes y más de 35 publicaciones científicas en el sector de la robótica. Es investigador a tiempo parcial en la Universidad de Klagenfurt (Austria) y fue señalado como una de las referencias tecnológicas estatales por el MIT Technology Review en 2017. Vilches también fundó Erle Robotics (autopilotos para drones), Acutronic Robotics (modularidad industrial para robots), Alias Robotics (ciberseguridad robótica) y, más recientemente, Olive Robotics (educación para robótica), todas ellas radicadas en Vitoria-Gasteiz. Ahora está al frente de Acceleration Robotics, una firma de semiconductores para la robótica, junto a varios profesionales del sector que han participado en sus anteriores empresas.
¿Cuál es la base de Acceleration Robotics?
El modelo de negocio de la empresa se basa en producir cerebros robóticos customizados mediante el uso de aceleración por hardware para hacer robots más rápidos, además de servicios de consultoría en arquitectura robótica. También ofrece diseños propios de hardware (o IP cores) para robots que aceleran su tiempo de respuesta y mejoran otras características, incluyendo una reducción en el consumo de energía mediante algoritmos más eficientes. La empresa fundamenta su estrategia comercial de expansión en torno a ROBOTCORE, un procesador robótico especializado en proporcionar un mayor rendimiento, un menor consumo de energía y un menor tiempo de respuesta que las alternativas existentes en el mercado. Particularmente, en torno a ROS (el Sistema Operativo de Robots), el estándar para el desarrollo de comportamientos y aplicaciones robóticas; el ‘lenguaje común’ de la robótica.
¿Qué son esos cerebros robóticos?
Los robots son redes de redes, con sensores capturando información y enviándola a sistemas de cómputo, y estos a actuadores que producen un cambio físico en nuestro entorno. Como en el sistema nervioso humano, la información debe llegar al sistema de cómputo robótico (cerebro robótico) de forma rápida (con baja latencia) y a tiempo (en tiempo real) para que sea procesada y el robot reaccione como esperamos a través de sus actuadores. Para que los robots se muevan más rápido, es necesario por tanto que enviemos y realicemos cómputos con toda esta información en menos tiempo, más rápidamente, de forma acelerada. Muchos de los algoritmos existentes en robótica funcionan bien, pero para hacerlo más rápido necesitamos hardware especializado que se desligue de las CPUs (sistemas de cómputo de propósito general) y se centre en computación robótica. Es decir, soluciones de semiconductores especializadas en robótica.
¿En qué mercado se mueve actualmente Acceleration Robotics?
Acceleration Robotics licencia diseños de chips (IP o Propiedad Intelectual) para robots y ofrece servicios de consultoría B2B en arquitectura robótica, fundamentalmente, a fabricantes de semiconductores. En la actualidad tiene varios contratos con Xilinx, AMD e Intel, entre otros. A corto plazo se espera cerrar acuerdos de servicios con varios fabricantes de semiconductores adicionales. La estrategia de ventas de los servicios se fundamenta en B2B con el know-how específico del equipo, la experiencia y el liderazgo en actividades de aceleración en la comunidad de ROS.
Además, Acceleration Robotics ofrece productos en forma de procesadores robóticos (Robot Processing Units, RPU) especializados en proporcionar un mayor rendimiento con ROS, con la familia ROBOTCORE, y diseños propios de hardware (o IP cores) para dichos procesadores. Los principales clientes potenciales son aquellas empresas fabricando robots, así como grupos de investigación que estudian el rendimiento en el cómputo robótico.
Con todo ello, Acceleration Robotics aspira a obtener un pequeño porcentaje de la totalidad del mercado de los componentes robóticos basados en ROS (que alcanzó los 42.690 millones de dólares en 2021) y posicionarse como un proveedor de segundo nivel en el mercado de los semiconductores robóticos (614.000 millones de dólares en 2021).
Para lograrlo, ¿qué destaca a Acceleration Robotics frente a otras empresas del sector?
La principal barrera de entrada en el mercado de los semiconductores robóticos y los componentes robóticos es el know-how. La aceleración por hardware en robótica requiere de conocimientos especializados en áreas que incluyen la informática y la electrónica, además de la robótica. Actualmente, las empresas de semiconductores están haciendo un despliegue relevante para la contratación de perfiles con bagaje en robótica. Acceleration Robotics cuenta con la ventaja de ser uno de los grupos líderes en conocimiento en este sector, que lleva trabajando en esta dirección durante la última década y que cuenta con un equipo comprometido y una red de contactos amplia e internacional.
¿Está notando un incremento de la demanda en el sector?
Sí, muy grande. Cada vez hay más robots que diversidad de necesidades de cómputo. Para hacer robots más rápidos, hacen falta sistemas de cómputo robóticos mejores, más rápidos, acelerados. Ahí es donde entra Acceleration Robotics con sus semiconductores para la robótica.
¿Es Euskadi un buen entorno industrial para empresas como Acceleration Robotics?
Sí, lo es. Euskadi es un lugar ideal para las empresas de la robótica y cuenta con un fantástico y creciente ecosistema en el sector, Robotekin, en el cual participamos activamente.
¿Algún proyecto innovador en el horizonte?
Estamos especialmente orgullosos de haber lanzado recientemente RobotPerf, la primera herramienta para medir el rendimiento de cómputo en robótica y saber así qué ordenador usar para cada robot. Es un proyecto con mucha proyección y que lideramos junto a líderes académicos (de Harvard, entre otros) y de la industria de los semiconductores.
Uno de los objetivos del Grupo SPRI es la transformación digital de las empresas vascas. La impulsa a través de programas de ayuda a la digitalización como Basque Industry 4.0, BDIH Konexio, Ciberseguridad Industrial, Enpresa Digitala o Inplantalariak, entre otros.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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