Labencor, ubicado en el polígono industrial de Jundiz en Vitoria-Gasteiz, es el único laboratorio en Euskadi y en el Estado dedicado, en exclusiva, a la corrosión. Cuenta ya con más de 300 clientes tras diez años de vida y ofrece ensayos personalizados especialmente en el sector de la automoción.
Esta información se produce a través de la iniciativa “Hablamos de ti” por la que Grupo SPRI ofrece a las empresas vascas la posibilidad de dar a conocer sus proyectos en su plataforma.
La empresa surge en 2013 en el Parque Tecnológico de Álava “por la necesidad que tenían las empresas del sector de automoción para realizar de manera ágil los ensayos de corrosión que les exigen”, exponen Marta García, directora de laboratorio, y Raquel Martínez, técnico comercial. Hasta entonces, esta labor era acometida por centros tecnológicos que tenían algún equipo de corrosión “pero cada fabricante de automoción tiene sus propios ensayos y son pruebas largas, de por ejemplo 10-12 semanas en muchas ocasiones”.
Así, se plantea crear un laboratorio industrial que permita un servicio inmediato y de calidad. “Empezamos con seis equipos de corrosión de diferentes características y volúmenes. En 2015 conseguimos la acreditación ENAC, que te certifica la idónea aptitud para diferentes ensayos”. En 2017, la compañía se traslada al polígono de Jundiz, en Vitoria, por las necesidades de ampliación. Hoy día, Labencor cuenta ya con 18 equipos de corrosión y otros 2 que llegarán este mismo año.
La empresa trabaja mayoritariamente para el sector de la automoción y, en menor medida, para otros sectores tales como la construcción, naval, ferroviario o la gama blanca de electrodomésticos. Ofrecen ensayos de corrosión para ver si cumplen con las normativas que se aplican. “Tenemos más de 300 clientes. Los contratos son personalizados para cada cliente y cada ensayo. Y en la web, cada cliente tiene su área confidencial, donde se cuelga toda la información sobre el ensayo”.
Los ensayos que realizan van, desde ensayos “simples” en un único ambiente a ensayos “de corrosión cíclica”, los cuales pasan por diferentes fases en cada ciclo de ensayo, siendo estos, generalmente, ensayos sobre necesidades concretas y pueden durar desde horas hasta tres o cuatro meses”.
Labencor mide un sinfín de cuestiones, en función de los requerimientos, necesidades del cliente y tipo de recubrimiento; como la corrosión blanca (la de capa protectora de zinc de la pieza) y la roja (cuando se ha comido esa primera protección y llega al material base) en recubrimientos metálicos o corrosión en soldaduras, bordes y superficie, adherencia… en recubrimientos orgánicos.
Al tratarse del único laboratorio dedicado exclusivamente a la corrosión en Euskadi y el Estado, su mayor competencia son los centros tecnológicos.
La plantilla está conformada por cuatro personas y la facturación anual ronda los 450.000 euros.
Los retos más cercanos son la puesta en marcha de dos equipos de 2.600 litros de volumen para el ensayo del nuevo vehículo de Mercedes con el fin de probar piezas grandes como portones. “Queremos acreditar ya en agosto este ensayo. Y en ese mes, tendremos otro equipo auxiliar para comprobar la resistencia al impacto de piedra (el ensayo que consiste la proyección de una cantidad concreta de bolas de acero de un determinado diámetro a una presión definida y en un tiempo establecido sobre la pieza de ensayo).
A nivel empresarial, los objetivos son el crecimiento y ampliar tanto la cartera de clientes como la gama de ensayos “para dar un servicio más integral”, sin olvidar la continua ampliación del alcance de los ensayos acreditados por ENAC.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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