No solo la cocina asiática es tendencia en Occidente desde hace años, sino que el interés hacia productos fermentados típicos de estas culturas ha aumentado en todo el mundo. Sus propiedades nutricionales son una de las razones; la otra, la apuesta por ingredientes de este tipo en dietas que buscan la sostenibilidad ambiental.
Sin embargo, la procedencia de productos como el miso ya ponen esa sostenibilidad en jaque, ya que a menudo provienen de países lejanos y dejan una gran huella medioambiental ya solo con las emisiones de CO2 provenientes de su transporte. Para proponer una alternativa nace el proyecto ARTOMISO, que ofrece un producto similar, pero a base de materias primas vascas.
Promovido por los jóvenes productores emprendedores Blanca del Noval y Gorka Menéndez en colaboración con el centro tecnológico Leartiker, el proyecto busca crear el ‘miso vasco’ con productos locales. La principal diferencia con el tradicional producto japonés son sus ingredientes, ya que utiliza el maíz y la alubia blanca en lugar de la soja y el arroz.
El miso es un ingrediente producido tradicionalmente en Japón que consiste en una pasta a base de soja fermentada, a la que se le pueden añadir cereales como el arroz o la cebada. Se trata de un ingrediente sobre todo utilizado en la popular sopa de miso, que se ha ganado la fama mundial gracias a los beneficios cardiovasculares y la disminución de la presión arterial que se le han atribuido en su cultura desde hace siglos.
ARTOMISO, promovido y financiado por el programa BERRIKER 2022 del Gobierno Vasco, sustituye los ingredientes originales por el maíz y la alubia. Así, según Leartiker, se desarrolla un producto local y km 0 que actualmente nadie está produciendo en el País Vasco. Además, aumenta la cadena de valor para productos agrícolas locales.
La idea de Blanca del Noval y Gorka Menéndez, puesta en marcha junto a Leartiker, suma sus experiencias compartidas en proyectos previos a su conocimiento en fermentaciones, agricultura, botánica y gastronomía, siendo estos el motor para desarrollar el proceso de elaboración de este nuevo producto.
El Grupo SPRI apoya la innovación, el emprendimiento e intraemprendimiento con un acompañamiento integral para que las ideas lleguen con éxito al mercado, a través de programas de ayuda al emprendimiento como Aurrera, Basque Fondo, Bind 4.0, Ekintzaile o Intraemprendimiento.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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