SPC es una empresa ubicada en el Parque Tecnológico de Álava que compite en la venta de smartphones y otros productos de electrónica de consumo con gigantes como Samsung o Xiaomi. De hecho, es la única compañía en España que vende y repara esos productos. Además, ha desarrollado un proyecto para que un hogar regule su temperatura de forma autónoma haciendo uso de la versión más evolucionada de la inteligencia artificial: el reinforcement learning. La compañía ha recibido para esta iniciativa una ayuda del programa de inteligencia artificial del Grupo SPRI, que tiene como objetivo apoyar proyectos basados en el uso de IA en empresas del País Vasco. El Grupo SPRI ofrece a las empresas vascas la posibilidad de dar a conocer sus proyectos a través de la iniciativa “Hablamos de ti”.
La empresa nace en 1987, con la liberalización de las telecomunicaciones en España y con la posibilidad de la venta de teléfonos a casas y particulares. “Empezamos en el Parque Tecnológico vendiendo teléfonos para casa y centralitas para las empresas. Nos encargábamos también de la fabricación, pero en seis meses pasamos la producción a Taiwán y Corea, ya que los componentes estaban allí”, comenta Teresa Acha-Orbea, CEO de SPC.
La rápida evolución de la tecnología aplicada a la electrónica de consumo y el acceso masivo a internet llevaron a SPC a adaptarse y desarrollar productos como discos duros o dispositivos mp3. Más adelante llegaron los móviles para mayores, ereaders y wearables, entre otros. “Y hacia 2015 empezamos con el hogar conectado, los dispositivos para mejorar los hogares y el confort”.
El último hito ha sido la economía circular: “Desarrollar nuestros productos para que sean fácilmente reparables. Nuestros equipos técnicos están aprendiendo a reacondicionar productos de segunda mano”.
SPC ofrece también smartphones para mayores con sistemas de emergencia, tablets y “mantenemos muy activa la telefonía de hogar. Hacemos la definición de producto y desarrollo del hardware y la producción se subcontrata en China. Nos encargamos desde la estética y colores hasta la definición de los componentes internos de los dispositivos. Somos la única empresa en España que vende y repara smartphones o dispositivos electrónicos de consumo”.
Sus clientes son las grandes superficies y el mercado se extiende, además del Estado español, a Portugal y Francia.
La otra vía de negocio es el B2B (las ventas entre empresas) con productos como la telefonía IP, dispositivos de videoconferencia o pantallas interactivas. “Somos distribuidores de una de las empresas más importantes del mundo en este equipamiento [la telefonía IP], Yealink”.
Sorprende que una empresa vasca pueda competir en el sector de telecomunicaciones con gigantes con Samsung, Xiaomi o Panasonic. “La razón del éxito es trabajar bien la calidad del producto y el servicio comercial, con un equipo de atención al equipo que es propio”.
La plantilla está conformada por 85 personas y la facturación anual ronda los 33 millones de euros. “La I+D es muy importante para nosotros, es la que nos da de comer y nos sirve para acertar en el producto que traemos”. Cuentan con plantas comerciales en Vitoria, Briviesca, Lisboa, París y China. La producción se subcontrata en China, “pero allí tenemos un equipo de cuatro personas centrado en certificar la calidad de nuestros productos”. Las exportaciones alcanzan ahora el 20% de su negocio.
La ayuda del programa de Inteligencia Artificial del Grupo SPRI les ha servido para desarrollar su proyecto de smart home. “Se trata de que un hogar conectado sea realmente inteligente en regular la temperatura. A través de dispositivos de hardware de la marca se recogen datos de comportamiento del hogar. A estos datos se suma el Big Data de las predicciones meteorológicas, se le aplica la inteligencia artificial y empieza a funcionar de manera autónoma para optimizar la temperatura en el hogar. Así, en un día soleado, la calefacción se enciende más tarde o en una habitación más fría, la calienta antes”.
Es un sistema que consigue ahorro al consumidor y eficiencia energética. Ya se está desarrollando un plan piloto en varios hogares y se va a comercializar el próximo invierno.
Los retos de SPC pasan por convertirse en la marca europea de referencia en la electrónica de consumo. “Trabajamos siempre en el largo plazo y, con nuestra calidad y servicios, creemos que tenemos oportunidad de desarrollar nuestro modelo de negocio en otros países europeos. Y el otro reto es seguir en la economía circular y la sostenibilidad”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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