Muebles Lufe es un caso de una pyme con un espectacular éxito. La compañía guipuzcoana ha logrado en 10 años alcanzar una facturación anual de 12 millones, con crecimientos cada año de hasta un 25%. El éxito radica en la venta online y directa al consumidor de muebles de madera de pino fabricados por ellos que son montados en sus casas por los clientes. La compañía ha recibido una ayuda del programa Kloud del Grupo SPRI, que facilita a las compañías vascas migrar a entornos Cloud todos sus servicios, datos y aplicaciones informáticas. El Grupo SPRI ofrece a las empresas vascas la posibilidad de dar a conocer sus proyectos a través de la iniciativa “Hablamos de ti”.
La empresa surge en 2014 después de otro proyecto empresarial frustrado del fundador, Enrique Arrillaga. “Tenía una empresa familiar de fabricación de tableros de pino para hacer puertas y quería buscar en la madera algún producto de valor añadido. Pero no funcionó y me arruiné”, señala. Entonces, junto a su mujer, Arrillaga decide empezar a vender camas de madera por internet, “porque no teníamos financiación y no podíamos ir al banco”.
Alquilaron una nave en la cercena localidad de Azpeitia “de un amigo, Lander Garate. Otro amigo, Iñaki Larrañaga, me suministró madera y mucha más gente me ayudó. Empezamos sin un duro y poco a poco fuimos saliendo. Pudimos comprar máquinas de segunda a mano y empezamos a crecer. Alquilamos otra nave en Azpeitia”.
El éxito empieza a dispararse a partir de 2017, cuando la plantilla había llegado hasta las 8 personas. “Salimos en una entrevista en El País, donde nos presentaron como el Ikea vasco y todo se disparó. Tuvimos que quitar productos porque no éramos capaces de llegar y a eliminar también los miedos, después de la anterior experiencia tan negativa”.
En 2019, la compañía adquiere la actual nave en la localidad de Aizarnazabal, con una superficie de 6.000 metros cuadrados. Entonces la facturación alcanza los 5,6 millones de euros, muy por encima de los 200.000 euros logrados en 2014, en el primer año de Muebles Lufe. Se acomete también la ampliación de su gama de producción.
Los productos principales son las camas, complementadas con otros elementos de decoración como espejos, cajones, estanterías, cómodas, aparadores, armarios, sillas o mesas. “Tenemos unos 400 productos”. Los clientes son exclusivamente los ciudadanos particulares y la venta se centra en España, Francia y Portugal. “Este año queremos entrar en Italia”.
Arrillaga explica que el secreto del éxito está en la venta online. “Hay grandes marcas, pero nosotros fabricamos lo que vendemos. Nuestra competencia son los comerciantes, no los fabricantes. Nuestro modelo funciona porque llegamos directamente de la fábrica al consumidor”.
Otra singularidad de la empresa es su sello de sostenibilidad. “Y somos locales, con madera certificada, mano de obra local y un coste ajustado. Utilizamos solo el pino y nuestro consumo energético es mínimo, no llega al 1% de los costes”.
Como muestra de su actividad, tramita 200 pedidos al día y 1.000 bultos, que son transportados a diario por cinco camiones. Su web recibe 7.000 visitas diarias. La plantilla está conformada por cerca de 45 personas y la facturación alcanzó el pasado año los 12 millones de euros, con crecimientos anuales de entre el 20 y el 25%.
La ayuda del programa Kloud del Grupo SPRI se ha destinado a mejorar y ampliar las capacidades de los servidores de la web. “El año pasado hicimos una campaña de muebles feos y se apuntaron 387.000 personas. La web se cayó y, a raíz de eso, solicitamos la ayuda”.
Los retos de la compañía pasar por continuar con el aumento de su producción. “Estamos con la implantación de lean manufacturing, que consiste en evitar el desperdicio en la fabricación y centrarse en lo que crea valor. Supone un cambio radical de mentalidad y procesos, quitando procesos internos, inventarios, paletizados. Es organizar todo de nuevo. El crecimiento nos obliga a eso, ya que tenemos más referencias y stocks. Estamos centrados en cambiar el modelo productivo”.
En cuanto a su expansión, pretende ampliarse hacia Europa con el mismo modelo online. “Y la idea es lanzar un nuevo producto al mes, aunque de momento no podemos atender la demanda que tenemos”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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