Los socios Iñaki e Ibon constituyeron en mayo de 2002 una empresa de macerado propio y artesanal de guindillas de Ibarra bajo el nombre Agiña Piperrak. La empresa de Usurbil nació “con el convencimiento de cultivar la piparra de forma tradicional, como lo hacían nuestros aitonas”, apunta Iñaki Labaien, socio de la empresa.
Realiza todo su trabajo de forma manual, tanto en el campo, como en la sala de producción y lleva a cabo dos tipos de cultivos: el tradicional, que se trata de un 75% de su producción; y el ecológico, que actualmente representa el 25%, pero poco a poco va en aumento. Esta forma de labranza se diferencia porque “las tierras tienen que estar dos años sin que se hayan abonado y no contener rastros de fertilizantes. Por otro lado, solo se puede plantar semilla de guindilla ecológica certificada por el Gobierno Vasco”, explica el socio de Agiña Piperrak. Esto se traduce en el reconocimiento del sello Eusko Label.
Agiña Piperrak se mueve tanto en el mercado nacional como en el internacional. A nivel estatal, comercializa un cuarto de su producción a través de varias cadenas de grandes superficies, y un 60% de sus productos mediante distribuidores locales y regionales. En el mercado internacional, está presente en varios países europeos, como Francia, Noruega o Dinamarca. Además, comercializa sobre todo sus productos ecológicos en Estados Unidos, Canadá y Japón dado que “son mercados complicados de acceder por sus normas sanitarias, porque principalmente requieren productos Bio”, explica Iñaki Labaien. Actualmente, el mercado exterior supone el 15% de la distribución de la empresa. “Va creciendo, despacio, pero va creciendo, ya que nuestro producto es muy valorado en el extranjero”.
Los productos de producción ecológica más solicitados por la clientela son los tarros que contienen 314 piperras. De los productos sembrados de manera tradicional, los que mayor demanda tienen son los galones, botes de 1.600 gramos que se venden principalmente a hostelería y restauración.
Entre las apuestas de la empresa está “afianzar el producto ecológico en el mercado”, subraya el socio de Agiña Piperrak. Asimismo, la empresa guipuzcoana pretende “crecer internacionalmente y asentar la empresa en los mercados que trabajamos”, para diversificar su clientela. “Pese a que es exigente, creemos que puede dar un respiro a nuestra economía, dada la saturación del producto en el mercado nacional”.
De cara a futuro, le gustaría incorporar nuevos productos a su catálogo, como el aceite de oliva virgen extra, elaborada a partir de olivas cultivadas en la Rioja Alavesa, cuya producción fue paralizada por la pandemia de COVID-19. Paralelamente, estudia la posibilidad de preparar sus propias gildas y piparras fritas.
El impulso de proyectos internacionales de las empresas vascas es uno de los objetivos que persigue el Grupo SPRI, que a través de Basque Trade and Investment, la Agencia Vasca de Internacionalización, integra en una ventanilla única todos sus recursos y apoyos como Elkartu, Gauzatu o las Becas BEINT y Global Training.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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