El Gobierno Vasco abogó en el año 2000 por imprimir un decidido impulso a la economía vasca para adaptarse a un mundo cada vez más cambiante y competitivo, haciendo una apuesta estratégica por nuevos sectores estratégicos basados en el conocimiento y la innovación. Fruto de esta reflexión nació la primera estrategia diseñada específicamente para el desarrollo de las biociencias en España: la Estrategia BioBasque.
BioBasque 2010 se puso en marcha con un enfoque global y con actuaciones estructuradas en tres ejes: generación de conocimiento, desarrollo empresarial, y dinamización del biocluster dirigidos al objetivo último de diversificación y creación de un nuevo sector empresarial.
El desarrollo gradual de la estrategia ha supuesto el inicio de un cambio profundo tanto en el panorama científico-tecnológico como en el ámbito empresarial. Esa transformación todavía en curso es responsable, sin embargo, del temprano reconocimiento internacional del País Vasco como bioregión.
El sector de las biociencias en el País Vasco es, más que nunca, un sector estratégico, enmarcado dentro de la Salud 4.0.. Muestra de ello es que el Gobierno Vasco ha incluido el binomio biociencias/salud como una de las 3 prioridades en el marco de la Estrategia de especialización inteligente RIS3, PCTI 2020 donde la salud humana es el principal núcleo de actividad.
En la actualidad en la CAE operan más de 94 entidades que realizan investigación en biotecnología, de las que 75 tuvieron esa actividad como principal o exclusiva, dedicando más de la mitad de su gasto interno a I+D en biotecnología. Entre estas 94 entidades, 88 son empresas biotecnológicas.
El sector biotecnológico empresarial del País Vasco está conformado mayoritariamente por pequeñas y medianas empresas, intensivas en personal cualificado y con un constante compromiso y esfuerzo inversor en investigación, que desarrollan productos y servicios principalmente aplicados a la salud humana, el sector agroalimentario y el ámbito industrial.
El gasto interno en I+D en actividades relacionadas con la Biotecnología en la C.A. de Euskadi en 2015 asciende a 85,7 millones de euros y representa el 6,7% del gasto interno total en I+D, según los datos elaborados por Eustat.
El personal empleado ascendió a 1.891 personas, que suponen 1.256 personas en equivalencia a dedicación plena (E.D.P.) y representan el 6,9% del personal dedicado a I+D.
En cuanto al personal investigador, se incrementa un 7,4% respecto a 2014 y ocupa a 977 personas a dedicación plena.
La fuerte apuesta por el desarrollo del sector de las biociencias en Euskadi ha contemplado en su recorrido la creación del Basque Health cluster, asociación sin ánimo de lucro constituida en 2010, que coordina, gestiona y fomenta los intereses comunes de las empresas del sector, en colaboración con las administraciones públicas y con otras organizaciones del ámbito de las biociencias, promoviendo la cooperación empresarial como base para el desarrollo competitivo de sus empresas y su internacionalización, y contribuyendo al desarrollo y posicionamiento del sector bio del País Vasco.
En la actualidad, Basque health cluster suma 30 empresas asociadas, 58 sumando sus filiales, que en 2014 han alcanzado una facturación de 268 millones de euros, de los que un 78,7% (211 millones) procedieron de la exportación de sus productos y servicios a mercados internacionales. El conjunto de empresas de la asociación contribuye al mantenimiento de 1.632 empleos directos.
La apuesta realizada por la Administración para impulsar unas potentes infraestructuras de I+D en la CAPV puede considerarse un éxito que se traduce en un significativo aumento en las capacidades científico-tecnológicas y, ligada a éste, a la atracción de talento y al desarrollo de equipamientos físicos de primer nivel.
Esa amplia infraestructura en investigación y desarrollo tiene como referencia al CIC bioGUNE, centro referente en biología molecular, celular y estructural, único en el Estado y puntero a nivel europeo. Junto a él, se encuentra el CIC biomaGUNE, pionero en la investigación de biomateriales, los nanomateriales biofuncionales y las biosuperficies, en el que destaca la unidad de Imagen Molecular.
A su vez, el potente sistema Sanitario Público Vasco y sus entidades vinculadas a la promoción de la investigación y la innovación sanitaria, con BIOEF como principal referente junto a los institutos de investigación sanitaria Biocruces y Biodonostia, representan importantes elementos diferenciales de tracción y desarrollo para el sector bio en Euskadi.
Por otro lado, el sector agroalimentario de Euskadi también cuenta con instituciones de relevancia que favorecen el desarrollo y producción de soluciones basadas en la biotecnología. En este sentido, destacan Hazi, cuyo principal objetivo es impulsar la competitividad y la sostenibilidad del sector primario y alimentario, y los centros tecnológicos, Azti, enfocado en la investigación marina y alimentaria, y el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Tecnológico NEIKER-Tecnalia, dirigido al desarrollo de conocimiento y soluciones innovadoras y transferibles que aporten valor al sector agroalimentario.
Las sinergias de todo este conjunto y la mantenida apuesta de la Administración vasca, las instituciones forales e iniciativas privadas desde hace muchos años, muestran claramente las capacidades y potencialidades del sector biotecnológico en Euskadi.