La empresa Amurrio Ferrocarril y Equipos acaba de celebrar su centenario desde que se implantase en la localidad alavesa en 1924, aunque su historia se remonta hasta 1880 en el Campo Volantín de Bilbao. La compañía de carácter familiar, en la cual opera ya la cuarta generación, se dedicó en sus inicios a la reparación de buques y vagones para, poco después, dar el salto como fabricante de vagones, actividad que cesó en 1975, y aparatos de vía, con la cual continúa.
“Actualmente diseñamos, fabricamos e instalamos desvíos ferroviarios, cruzamientos, aparatos de vía y componentes para trazados de alta velocidad, ferrocarril convencional, metro, tranvía y transporte pesado”, enumera Jon de Lapatza, presidente y director general de Amurrio Ferrocarril y Equipos. La firma vasca dispone de más de 1.200 referencias de diferentes productos. “Son piezas de alto contenido tecnológico que permiten a los trenes tomar diferentes direcciones, cambiar de vía en sus trazados para transportar personas y mercancías”, señala el representante de la compañía.
Con sus más de cien años de experiencia adquirida en el sector contribuye “a la mejora del transporte más sostenible”, apunta De Lapatza. Además, destaca que cuenta con “un gran conocimiento de nuestro segmento de mercado, con sus diferentes soluciones y posibles aplicaciones”, a lo que hay que sumarle “el desarrollo tecnológico propio y la permanente apuesta por la innovación”.
Actualmente opera en Europa, América y Asia, exporta sus productos a más de 65 países con un 70% de su producción dirigida a la exportación y su facturación anual ronda los 70 millones de euros. “Estamos considerados como uno de los fabricantes europeos de referencia mundial”, subraya.
En los últimos años la firma alavesa ha acometido dos proyectos especialmente relevantes “por su trascendencia, exigencia e innovación requeridas”, aclara. Así el primero es el tren maya que ha requerido “un cambio de mentalidad muy importante, para entregar en tiempo y forma unos aparatos de primer nivel en un tiempo récord”. El otro proyecto la fabricación de los aparatos de nueva generación, con punta móvil, suministrados para el Corredor Mediterráneo, “donde han de combinarse dos anchos de vía con unas altas prestaciones de explotación”, subraya Jon de Lapatza.
En este sentido, ambos proyectos han ayudado a la empresa vasca “a reforzar nuestra imagen internacional y nos han permitido dar un salto de calidad en los procesos innovadores de dos proyectos de gran calibre”, señala.
Además, el curso pasado concluyó su participación en Ferrocarril Central, una infraestructura ferroviaria estratégica en Uruguay que une el puerto de Montevideo con la localidad de Paso de los Toros, en el interior del país. “Suministramos un total de 124 desvíos de tipo convencional, 20 encarriladoras y 5 aparatos de dilatación, y hemos prestado asistencia técnica en su instalación”, detalla el presidente.
Y, otros proyectos recientes en los que se encuentra inmersa la firma alavesa son el suministro y transporte de 20 aparatos de vía y otros elementos para las obras de reorganización de las vías de la estación de Atocha Cercanías en Madrid; o el suministro de aparatos para el tranvía de Boston.
Actualmente Amurrio Ferrocarril y Equipos cuenta con una plantilla total de más de 800 personas, distribuidas en sus tres plantas: 205 personas en Álava, 145 en Brasil, y otras 456 en la India.
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