La compañía Drone by Drone está desarrollando junto a Tecnalia un navegador virtual para que los drones puedan volar de forma autónoma
La compañía vizcaína Drone by Drone acumula cerca de seis años de experiencia en el uso de drones orientados al sector audiovisual, la Agricultura de Precisión, la seguridad, las emergencias, el medio ambiente y la Industria 4.0. A pesar de la ralentización que ha provocado la crisis de la COVID-19, no han dejado de trabajar e investigar en nuevas aplicaciones de los aparatos aéreos controlados a distancia. Conversamos sobre el presente y el futuro de Drone by Drone con su director Ejecutivo, Ander García Barroso.
¿Qué tipo de actividades lleváis a cabo vinculadas con la Industria 4.0?
Seguimos trabajando en el ámbito de la Industria 4.0 a nivel de investigación y desarrollo de posibles servicios que pudiésemos aportar como, por ejemplo, la captación de datos de niveles energéticos en edificios. Nuestros proyectos se centran en introducir los drones en las fábricas y en los procesos productivos, a puerta cerrada, en el interior de factorías. Esto requiere que tengamos que adaptar los sistemas de navegación de nuestros equipos a este tipo de entornos.
¿En qué consiste esta adaptación de los equipos?
Estamos trabajando con Tecnalia en una herramienta funcional en este sentido. Hace unas semanas hemos finalizado una de las primeras etapas de un proyecto para el desarrollo de un navegador virtual para que el dron pueda volar de forma autónoma. Para ello contaría con diferentes sistemas de navegación, sensores, sistemas de guiado y herramientas de visión artificial e inteligencia artificial. Estos sistemas permitirían que el dron pudiese volar de forma autónoma por el interior de una planta.
La segunda parte de ese proyecto consistiría en la visualización de diferentes parámetros de la navegación de ese dron por parte del piloto mediante el uso de unas gafas o visores de realidad aumentada que superpongan esa información a la visión real del propio piloto. De esta forma, el piloto podría visualizar datos sobre posicionamiento, velocidad, orientación, etcétera, sin necesidad de mirar un dispositivo electrónico: los tendría en las gafas de pilotaje.
¿Para qué tipo de labores estarían indicados estos drones autónomos?
Se podrían utilizar para la captación de datos energéticos en infraestructuras como plantas de fabricación o máquinas, establecer medidas de aislamiento, supervisar el funcionamiento de grandes generadores, en transformadores, o para monitorizar líneas de transporte eléctrico. También podríamos usarlos para labores de revisión estructural de zonas de difícil acceso, trabajos verticales, e incluso para vigilar que las personas que trabajan en la fábrica llevan los EPIs (equipos de protección individual). Esto se podría hacer utilizando herramientas de visión artificial. Los drones se pueden emplear en la industria en multitud de situaciones y tenemos una línea de trabajo importante en este sentido.
Se trata, muchos de ellos, de servicios en el interior de fábricas, pero durante esta crisis del coronavirus habéis seguido llevando a cabo labores en el exterior de las plantas de fabricación, ¿verdad?
Uno de los trabajos más representativos en este ámbito son las inspecciones en plantas de producción y naves industriales. Gracias a la variación de temperatura que existe entre diferentes zonas de los mismos paramentos, reflejadas en las imágenes radiométricas, es posible la identificación de defectos constructivos en las cubiertas y cerramientos de las naves industriales, así como un análisis del mantenimiento preventivo de dichos elementos. Las instalaciones o elementos de producción energética, almacenamiento o de gran consumo también son analizadas desde el aire mediante drones dotados de cámaras termográficas.
Como comentas, soléis utilizar drones dotados de cámaras termográficas en vuestros proyectos, como es el caso de la supervisión de infraestructuras y detectar posibles fugas energéticas. En este contexto del coronavirus, ¿os habéis planteado su uso para la supervisión de la temperatura de las personas, de cara a detectar fiebre alta, tal y como se ha hecho en otros países de Asia?
Disponemos de equipos con precisión termográfica para detectar temperaturas en humanos. El problema del dron es que para ir a los lugares donde se concentren personas, perdemos su potencial. Su hábitat es una zona amplia que abarque mucha superficie, pero en una ciudad quizás es más efectivo poner cámaras termográficas fijas y no le vemos sentido al uso de los drones, pero sí que disponemos de la tecnología y la hemos ofrecido a los cuerpos de seguridad.
Sí que podrían tener sentido drones con cámaras termográficas para vigilar por la noche que las personas cumplan con el confinamiento. También para el seguimiento medio ambiental para estar al tanto de los niveles de acumulación de basuras o desperdicios.
¿Qué otros usos pueden tener los drones en este contexto de pandemia?
Los drones van a ser una herramienta para el transporte, por ejemplo de material médico, pero también van a ser importantes para la captación de datos. Un dron dotado de unos aspersores se puede emplear para la fumigación de zonas, igual que lo venimos haciendo desde hace tiempo en el campo en Agricultura de Precisión.
Disponemos de un dron con altavoces que se podría utilizar para que, en caso de que se detecte una infracción, poder informar desde el aire al infractor de que está siendo vigilado y le daría las indicaciones o los avisos oportunos. Es algo que se está experimentando, pero hay que saber dónde se experimenta. Creemos que quizás no tiene mucho sentido utilizar este tipo de drones con altavoces en grandes ciudades, pero sí lo tendría en grandes parques y otras grandes superficies. Se trata de una herramienta para llamar la atención y actuar de manera disuasoria para evitar posibles problemas.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?