Bost Machine Tools Company es una empresa guipuzcoana que fabrica una de las máquinas herramientas más complejas, el Torno Vertical Premium, en el que son líderes en el mercado español. Se trata de un producto muy complejo dotado de diferentes niveles de automatización y soluciones llave en mano, que requiere hasta dos años para su fabricación. Ha recibido una ayuda del programa de ciberseguridad industrial del Grupo SPRI, que desde hace seis años cuenta con Basque Cybersecurity Centre (BCSC) como impulsor del ecosistema vasco de ciberseguridad y por tanto también de este programa de apoyo económico.
Bost surge de la iniciativa de cinco socios en 1972, en la localidad guipuzcoana de Asteasu, donde se mantiene después de haber acometido tres ampliaciones de sus instalaciones en sus 51 años de vida. En sus inicios, se dedicaba a la reparación y actualización de la máquina herramienta pesada con alto valor añadido, sobre todo alemana. “Poco a poco fueron absorbiendo ese know how hasta desarrollar a principios de los 80 su propia línea de máquinas herramienta con la tecnología más avanzada”, afirman Oscar Pastor, director gerente, y Arkaitz Morabide, director comercial.
La empresa se ha especializado en los últimos años en una máquina herramienta compleja y pesada, el Torno Vertical Premium, “una tipología de máquina herramienta a detalle con las características más personalizadas todas ellas con equipadas con tecnología inteligente de fabricación o la Industria 4.0”. Son líderes en España y, al tratarse de un producto tan específico, solo tienen tres competidores a nivel mundial en Alemania e Italia. Sus gamas de torno vertical premium abarcan tamaños de plato de entre dos a ocho metros de diámetro y alturas de pieza de hasta seis metros.
Cada proyecto requiere un gran desarrollo, con “entre 3.000 y 4.000 horas de ingeniería” y la fabricación de cada máquina se prolonga entre 16 y 24 meses. Al año, fabrican entre 8 y 10 de máquinas Bost. “Nos hemos especializado en la máquina herramienta muy compleja, con una tecnología propia hidrostática”.
Los responsables de Bost reconocen que, en su plan estratégico, “sabíamos que íbamos a perder muchas oportunidades de venta al centrarnos exclusivamente en una tipología de máquina, pero vemos que una empresa de nuestro nivel tecnológico tendría mucho riesgo desarrollando maquinaria standard, cuya fabricación está cubierta por otros grandes fabricantes. Nuestros clientes valoran mucho la calidad de la maquinaria comprada así que nuestro objetivo es ofrecer un producto robusto y que supere las expectativas puestas en él”.
Los sectores de su negocio son el aeroespacial, eólico, oil&gas, hydro y minería entre otros. El 90% de su negocio son las exportaciones, principalmente a Alemania y Francia. “Asimismo, estamos volcados también en China y EE UU, que son los principales mercados de máquina herramienta mundial”.
La plantilla está conformada por más de 100 personas y la facturación anual ronda los 25 millones de euros. La inversión en I+D alcanza el 7,5% del negocio. “Tenemos un departamento específico, con Oficina Técnica y Sistemas, en el que trabajan 26 personas”. Es una empresa tractora en Gipuzkoa, ya que el 60% de su facturación va a una treintena de empresas del entorno que le proporcionan servicios y productos para la fabricación.
La ayuda del programa de ciberseguridad industrial del Grupo SPRI se ha dedicado al diagnóstico del servicio informático de redes y de las máquinas instaladas. “Ya está desarrollado e implantado. No se observó ningún fallo de seguridad relevante”.
Los retos futuros de Bost pasan por consolidar su ya notable presencia en el sector aeroespacial y seguir siendo referentes en industria. “Y afianzarnos en el mercado de China y EE UU”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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