Madit Metal, firma vasca especialista en fabricación aditiva metálica para la industria, innova con la incorporación de metales como el ‘inconel’ o el ‘titanio’ para realizar piezas con maquinaria de impresión 3D. Utilizan tecnología SLM, que combina la impresión 3D con polvo metálico que funden vía láser. Su maquinaria también permite fabricar piezas en aluminio y acero, los más demandados por sus propiedades y buen precio.
Recientemente han introducido inconel, una aleación a base de níquel y cromo y material óptimo para aplicaciones de ingeniería aeronáutica o aeroespacial, por su idoneidad para soportar altas temperaturas. Trabajan también en la incorporación de otros tipos de aceros, como el 17.4 PH, así como también el cobre.
En 2023 comenzaron con el titanio, que ofrece grandes prestaciones para sectores como el de automoción, el náutico y para la realización de piezas para bicicletas de alta gama. “Se trata un material muy completo y muy ligero que permite aplicaciones en las que con muy poco material y poco peso puedes obtener gran resistencia” explica Asier Domínguez, socio fundador de la firma.
Actualmente disponen de cinco máquinas en sus instalaciones y tres de ellas cuentan con cuatro láseres cada una, generando una gran productividad. Cada una está especializada en un metal, lo que supone reducir tiempos de producción, evitar la contaminación cruzada por mezcla de metales y tener un mayor control del proceso. “Esta nueva tecnología tiene, además de los beneficios tradicionales de fundido, mecanizado o forja, otros extra, como la fabricación de prototipos o series cortas de piezas en tiempos muy cortos, o piezas únicas con gran valor añadido a partir de geometrías complejas”, concluye Asier.
Además de incorporar nuevos materiales metálicos, Madit se plantea salir al exterior y sus responsables anuncian que participarán en varias ferias internacionales. A su vez, se encuentran inmersos en varios proyectos de innovación a nivel europeo y en proceso de cambio de instalaciones, que pretenden culminar a final de año, ya que necesitan aumentar considerablemente el espacio para poder abarcar la producción actual.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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