En las últimas décadas, no se han dado avances relevantes en la forma que tienen los ventiladores convencionales de suministrar respiraciones para pacientes respiratorios ingresados en UCI. La firma Ventijet ofrece una solución innovadora a esta necesidad con el desarrollo de un equipo ventilatorio que, tras testarse en ensayos clínicos, ha obtenido resultados óptimos aportando una mayor oxigenación que un dispositivo convencional.
“Nuestra actividad se centra en el suministro de los equipos necesarios para estas terapias”, explica Bosco López Landa, su CEO.
Mediante el sistema de ventilación mecánica (AVA) se monitoriza de forma avanzada los parámetros respiratorios. Su funcionamiento consiste en la medición de la presión esofágica, (parámetro que cada vez está ganando más relevancia en el mundo de la mecánica respiratoria) a partir del cual se calculan una serie de parámetros que ayudan al clínico a determinar la situación del paciente con mayor exactitud que con la información obtenida del propio ventilador.
“Es capaz de ofrecer 27 parámetros a tiempo real, pero el médico es quien debe analizar y evaluar la información obtenida”, matiza Bosco.
La actividad de esta startup se centra en suministrar los equipos necesarios para estas terapias: un ventilador con un modo de ventilación propio y un sistema predictivo de monitorización de los parámetros respiratorios. Bosco explica que “además, contamos con un fuerte equipo médico, muy involucrado en el propio desarrollo de nuestros dispositivos, aportando el input como usuario final”.
De cara al futuro, la empresa, que forma parte de la incubadora de empresas BIC Bizkaia, prevé desarrollar una nueva versión que incorporará una algoritmia de predicción basada en conocimientos fisiológicos del más alto nivel, lo que posibilitará, según explican, “individualizar terapias, así como evaluar el efecto de diferentes tratamientos”. “El objetivo es democratizar este conocimiento para que aquellos clínicos que no son expertos en mecánica respiratoria puedan tratar sus pacientes con las mismas probabilidades de éxito que un experto”, concluye Bosco.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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