293 empresas vascas se han visto beneficiadas con los 55,4 millones de euros que en 2024 ha gestionado la Agencia de Desarrollo Empresarial SPRI para la promoción empresarial e industrial a través de cuatro de sus programas de ayudas. El Departamento de Industria, Transformación Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco ha logrado la creación de 751 empleos y el mantenimiento de otros 2.411, la movilización de 335,4 millones de inversión privada y la compra de 180 nuevas maquinarias de alta tecnología en otras tantas empresas.
Así, las ayudas Indartu han impulsado con 19,6 millones de euros inversiones empresariales por valor de 138,2 millones en zonas con un alto impacto del desempleo, contribuyendo al mantenimiento de 2.411 puestos de trabajo.
El programa Gauzatu Industria 2024 ha supuesto una inversión de 27,8 M de euros en ayudas a la creación y desarrollo de pymes de base tecnológica y/o innovadoras. Los apoyos son en forma de ayudas reintegrables, proporcionales a las inversiones realizadas y con un máximo de 200.000 euros por empleo creado o de 150.000 euros por proyecto para el mantenimiento de la plantilla inicial, que habrán de ser reintegradas durante cinco años
Este programa provocará la creación de 751 empleos y una inversión privada de 141,5 millones de euros.
Con el programa Renove Smart Industry se ha logrado la adquisición de 180 nuevas maquinarias. El Departamento de Industria ha invertido a través de SPRI 8 millones de euros que han movilizado otros 55,7 en inversión privada. Se trata de equipamiento avanzado para empresas industriales que aplican tecnologías dentro del ámbito de la Industria Inteligente. El objetivo de este programa es contar con una mejor industria en Euskadi, con empresas más competitivas que aprovechen el potencial de la tecnología en el proceso de producción.
Finalmente, el programa Lortu ha supuesto una inversión de medio millón de euros en 36 empresas. Se dirige a dotar de apoyo profesional externo a empresas industriales y de servicios relacionados con la industria para desarrollar un proyecto de salud financiera, para velar por la continuidad y el futuro de la empresa y con el fin de preservar y reforzar su competitividad.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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