Las 16 organizaciones clúster de Euskadi transmiten al lehendakari Iñigo Urkullu unas expectativas positivas en la reunión del Observatorio de Coyuntura Industrial, una vez superada la incertidumbre por la guerra de Ucrania.
La reunión del Observatorio de Coyuntura Industrial (OCI), presidido hoy por el lehendakari Iñigo Urkullu, ha mostrado un ambiente generalizado de optimismo en la industria vasca para el próximo semestre. Este encuentro anual de los 16 clústeres vascos analiza los principales indicadores de los sectores industriales de Euskadi y sirve para realizar una fotografía de conjunto sobre lo que se avecina en los seis meses más inmediatos.
Las perspectivas positivas predominan en todos los parámetros analizados: pedidos, facturación, exportación, empleo e I+D+i. Contrastan con el ajuste producido hace ahora un año, tras el estallido de la guerra en Ucrania, que generó incertidumbre y obligó a casi todos los sectores a moderar sus previsiones.
De la situación internacional aún se deriva un alza en los precios de las materias primas que repercute en toda la cadena de valor. No obstante, la mayoría de los clústeres vascos prevén un crecimiento sostenido a corto plazo.
En la reunión de hoy, además del lehendakari, estaba presente Arantxa Tapia, Consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, junto con responsables de las 16 organizaciones dinamizadoras de los clústeres de Euskadi (ODCs): transportes, movilidad y logística (MLC), aeronáutica (Hegan), fundición y forja (AFV), automoción (Acicae), energía (Cluster de Energía), biosalud (Basque Health Cluster), construcción (Eraikune), TEICs y conocimiento (Gaia), equipos ferroviarios (Mafex), hábitat, madera, oficina y contract (Habic), alimentación (Cluster de Alimentación de Euskadi), industria marítimas (FMV), tecnologías avanzadas de fabricación (AFM), medio ambiente (Aclima), papel (Cluster de Papel) y productos e instalaciones siderúrgicas (Siderex).
En términos generales, la cartera de pedidos de la industria vasca se mantiene robusta puesto que 9 de los 16 clústeres prevén mejorar (en el semestre anterior fue uno menos) y cuatro esperan mantenerse.
En la facturación, las perspectivas son también positivas, con 11 clústeres que prevén crecimiento y 5 que se mantendrán. Ninguno espera rebajar sus ingresos. En el semestre anterior, 13 mejoraron su facturación. En este capítulo cabe reseñar la influencia del alza de precios porque, en realidad, la producción no ha crecido en igual medida.
Las exportaciones siguen una senda positiva porque todos los clústeres prevén mantener (8) o mejorar (8) su comercio exterior en el próximo semestre. En parte se debe a la reactivación de las ferias internacionales, y en otra parte por el alza de precios. En menor medida, ha influido el regreso de ciertas producciones que se traían de Asia hacia Europa. Sí se ha notado el cambio euro-dólar, y preocupa el aumento de las tendencias proteccionistas en países como EE. UU. y China.
Las previsiones de empleo continúan igual que en el anterior semestre: 9 clústeres prevén crecer en plantilla y número de empresas y 7 que se mantendrán. Ninguno espera empeorar en este terreno. Sí preocupa la dificultad para encontrar personal cualificado y perfiles tecnológicos.
Por último, la I+D+i seguirá creciendo. Así lo esperan 9 clústeres, mientras que 6 mantendrán la actividad en este ámbito. Los vectores que traccionan muchos de los proyectos innovadores son la digitalización y la descarbonización. El requisito de plazos de pago a proveedores derivado de la Ley Crea+Crece para acceder a subvenciones de I+D+I puede estar afectando a algunas solicitudes.
Sector por sector
Observando sector por sector, se aprecian algunas particularidades:
Aeronáutica: Tras un semestre de crecimiento en todos los parámetros analizados, siguen las previsiones positivas con un “moderado optimismo de actividad y recuperación del mercado” puesto que el tráfico aéreo se ha restablecido después del parón de la pandemia. El aumento en las cifras de I+D ha sido importante y se espera mantener. Ahora uno de los mayores retos es retener y atraer talento. El sector vasco se ha diversificado.
Alimentación: El alza de precios ha caracterizado al sector, y se ha traducido en una mayor facturación, aunque con mermas en los márgenes y en la rentabilidad. Se espera que el incremento de los precios se modere y que las exportaciones mejoren. El empleo (femenino en un 58%) se prevé mantener y aumentará la I+D para adaptarse a la legislación en sostenibilidad. El sector ve en positivo el siguiente semestre.
Automoción: La incertidumbre sigue predominando, pero el sector se considera “competitivo y resistente”. Se espera subir en pedidos e I+D, y mantener en el resto, sin perder de vista cómo evolucione la inflación.
Biosalud: Este clúster prevé seguir con su crecimiento sostenido en los próximos seis meses. Ocurre en todos los parámetros analizados, excepto en los pedidos, que se ha fijado conservar el volumen actual.
Construcción: También mejora sus perspectivas para el futuro más próximo. Con respecto al semestre anterior, tiene previsto incrementar tanto en pedidos y facturación como en empleo e I+D. Solo se mantiene como está en las exportaciones.
Energía: El sector ve el futuro con claro optimismo, al amparo de la transición energética. Euskadi factura sobre todo en ámbitos como redes eléctricas (con un gran posicionamiento de las empresas vascas), energía eólica (con incertidumbre en los fabricantes de turbinas) y oil&gas (que vive un momento de recuperación por el alto precio de los combustibles). Este sector también alza la mano por la escasez de perfiles técnicos (ingenierías y FP). Las mayores oportunidades se vislumbran con las tecnologías del hidrógeno y de descarbonización, la eólica marina…
Ferrocarril: En un contexto general de crecimiento, mejoran sobre todo las perspectivas en materia de I+D con respecto al semestre anterior. La idea es que mejoren los pedidos, facturación, empleo y número de empresas. Las exportaciones, en principio, se mantendrán iguales. Reflejan también la dificultad de encontrar personal especializado.
Fundición y forja: Sigue siendo uno de los sectores más afectados por el alza de precios en la energía y las materias primas. Estos se han estabilizado, aunque permanecen más altos que antes de la guerra. Por eso, el clúster opta por la prudencia. Se espera un ligero aumento de la producción. Se detecta una tendencia al ‘reshoring’ (relocalización) de algunos proyectos que se habían deslocalizado en Asia.
Hábitat, Madera, oficina y Contract: Su mayor preocupación sigue situada en los costes energéticos, mientras que mejora la situación con los fletes y las materias primas. También los tipos de interés inquietan a las empresas del sector. Se detecta desaceleración en la demanda, aunque la facturación en 2022 ha sido positiva y las exportaciones continúan a buen ritmo.
Industrias marítimas: Las perspectivas mejoran con respecto al semestre anterior. El año 2022 se ha considerado bueno y la cartera de los astilleros cuenta con 14 buques, la mayoría dedicados a la exportación. Eso sí, los PERTEs del sector naval contemplan menos proyectos de los que se preveían inicialmente.
Medio Ambiente: Tras un periodo de mantenimiento en 2022, este año se observa con idea de crecimiento. Se detecta un clima muy favorable para nuevas inversiones, sobre todo en gestión de residuos. También en el empleo, con una alta demanda en la consultoría avanzada e ingeniería ambiental, y en la I+D, derivada de los fondos Next Generation.
Papel: Era el clúster que partía con previsiones más sombrías a finales del año pasado, a causa de los precios energéticos que se han disparado con la guerra de Ucrania. Para el próximo semestre, al menos, espera no empeorar; solo mantenerse. No se detectan aún señales de que la demande se reactive. Algunas empresas se encuentran en ERTE, aunque en términos globales se espera mantener el empleo, y las inversiones se han frenado.
Siderurgia: Se encuentra en dinámica de mantenimiento con respecto al semestre pasado. Este sector, muy afectado por el aumento de los costes energéticos, se ha debido adaptar. Ha mantenido la carga de trabajo a costa de bajar márgenes. Francia y Alemania continúan como como principales mercados, y EE. UU. crece con fuerza.
Fabricación avanzada: Después del crecimiento obtenido en 2022, este semestre prevé menos pedidos, fruto de una moderación a raíz de las medidas de enfriamiento que se han implantado, como subidas de tipos de interés. Pero la facturación seguirá en aumento, así como las exportaciones, y más aún con la reapertura de China. Las 750 empresas y 16.500 empleos que agrupa el sector también se prevé que aumenten ligeramente la contratación y unos niveles de I+D en torno al 5%. En las herramientas de mano, la tendencia es al mantenimiento.
TEICs: Por un lado, el sector se ve beneficiado por las transiciones digital, energética y sociosanitaria. Por contra, tiene dificultades por el abastecimiento de materias primas (especialmente microelectrónica y semiconductores) y un problema ya recurrente: la falta de personal para cubrir las más de 1.000 vacantes en perfiles tecnológicos y especializados. En líneas generales, todo apunta al crecimiento del sector en 2023.
Transportes, movilidad y logística: El sector es optimista, con la recuperación de la actividad prepandemia. La tensión en las cadenas de suministro internacionales ha generado oportunidades para la logística, con nuevas rutas y soluciones. El empleo continúa por encima de las cifras prepandemia, manteniéndose el número de empresas y habiéndose ralentizado la concentración empresarial de los últimos años.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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