Hace más de 55 años Mecanizados Mein inició su andadura industrial como auxiliar de la industria del rodamiento y en 1970 centró su actividad en los pasadores normalizados. Y aunque actualmente es el único fabricante estatal de este producto, “en los últimos años hemos orientado el negocio hacia el pasador especial, el cual actualmente aporta más del 65% de nuestra facturación, que se sitúa en torno al millón de euros”, apunta Eduardo Gutiérrez Berraondo, gerente de Mecanizados Mein.
Los pasadores son elementos de fijación y posicionadores, que ofrecen múltiples utilidades para un amplio abanico de sectores. Un pasador normalizado es aquel cuyas características y medidas están fijadas previamente por normativa y deben cumplirse los parámetros marcados. Por su parte, los pasadores especiales son aquellos que se salen de las exigencias establecidas tanto en el material, como en la tolerancia o la forma, entre otras posibilidades. También se consideran especiales aquellas piezas mecanizadas y rectificadas bajo el plano del cliente.
La firma guipuzcoana fabrica pasadores cilíndricos, cónicos, estriados y con cabeza, pero con un aspecto diferencial. “Al ser fabricantes, podemos adaptarnos a las necesidades del cliente cuando a su aplicación no le sirve el pasador normalizado. En este sentido, podemos modificar la tolerancia de ajuste, la dureza del pasador…”, destaca el gerente.
Digitalización de los procesos
En los últimos años, la empresa ha efectuado una apuesta por la modernización de los recursos y por la digitalización de los procesos, con el objetivo de mejorar los productos y su control en la fabricación. En este sentido, dispone de un sistema de autocontrol con puesto de control y registro de datos dimensionales para garantizar la calidad de sus productos. “Actualmente tenemos un rechazo por debajo del 1% de todo lo que fabricamos”, subraya Eduardo Gutiérrez Berraondo.
La firma cuenta con una plantilla de ocho empleados que trabajan a un turno, “aunque nos estamos planteando incorporar un segundo turno a medio plazo puesto que en los últimos tres años hemos crecido mucho en ventas y así tratar de aumentar la productividad”, avanza el gerente.
Aunque su principal mercado es el estatal, desde hace 15 años también trabaja el mercado francés, de la mano de la firma Gardette industrie. “A medio plazo queremos ampliar este tipo de colaboraciones con otras empresas de otros países como Alemania o Italia”, detalla.
Uno de los objetivos del Grupo SPRI es la transformación digital de las empresas vascas. La impulsa a través de programas de ayuda a la digitalización como Basque Industry 4.0, BDIH Konexio, Ciberseguridad Industrial, Enpresa Digitala o Inplantalariak, entre otros.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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