La firma alavesa abastece de gel desinfectante a hospitales, residencias y colectivos vulnerables con una producción histórica de 10.000 litros diarios
Hace 16 años que la compañía alavesa A&B Laboratorios asentó en el polígono de industrial de Júndiz su actividad, estrechamente vinculada a la Bioquímica y que estos días, con motivo de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID-19, le están llevando al límite de una producción donde destacan los detergentes, los bactericidas ecológicos y, sobre todo, los geles limpiadores (hidrogeles), un artículo casi de lujo en las últimas semanas que les ha obligado a multiplicar de forma exponencial su producción habitual. Porque si en condiciones normales su capacidad suele oscilar entre 1-2 toneladas de gel desinfectante al mes, la urgencia sanitaria del momento les está llevando a fabricar hasta 10.000 litros de este gel al día, esto es, aproximadamente un 150% más. A&B Laboratorios da empleo a 34 personas, exporta sus productos a un total de 23 países y presenta una facturación anual que oscila entre los 4 y 5 millones de euros. Al frente de su departamento de Calidad e I+D se encuentra Jon Kepa Izaguirre.
¿Cómo están afrontando esta crisis desde A&B?
Con muchísima preocupación pero también con gran responsabilidad. Es cierto que situación nos ha sorprendido a todos porque la propagación de la pandemia en los términos que se está produciendo era difícil de prever. Pero la situación es la que es, el problema está ahí y nos toca afrontarlo. En nuestro caso, tenemos y podemos contribuir a combatirla desde el área de la biotecnología (desinfectantes, hidrogeles…). Sabemos que somos una parte esencial de toda esta crisis y todo lo que podamos aportar y hasta donde podamos aportar, pues ahí vamos a estar.
¿La urgencia sanitaria ha provocado cambios en su cadena de producción o en el normal funcionamiento de la empresa?
Nuestro catálogo de productos contempla unas 200 referencias que hemos ido paulatinamente reduciendo hasta concentrarnos fundamentalmente en la línea de los hidrogeles, que es uno de los productos que en estos momentos más demanda tiene. Junto al gel desinfectante que aplicamos sobre nuestra piel también hemos seguimos fabricando otros tres o cuatro productos para la desinfección de superficies y zonas donde podemos poner nuestras manos. Por tanto, sí, la producción la hemos adecuado a las circunstancias.
¿En qué sentido?
Contamos con cinco reactores con diferentes capacidades y la idea es mantenerlos activos al ritmo que sea posible durante el tiempo que sea posible. Y en la misma línea, nos hemos tenido que adecuar a los requisitos de fabricación así como al envasado para conseguir un formato más a granel, pues las necesidades son ahora otras. Hemos pasado del recipiente clásico con su pulsador a bidones más grandes y reutilizables. De este modo, con la ayuda de nuestros clientes, podemos agilizar la puesta en el mercado del producto.
¿Cuándo comenzó semejante vorágine para A&B?
Todo comenzó en enero en China, con algunos pedidos un poco más habituales de lo normal. Las noticias que nos llegaban por televisión y la cuarentena nos parecían algo casi anecdótico. Después le tocó el turno a Italia, donde también tenemos distribuidor y donde la demanda también se disparó de la noche a la mañana… Y ahora nos toca aquí, en casa, donde la gran demanda, el 75 % aproximadamente, va al mercado nacional.
¿Cómo deciden a quién venden y a quién no, es decir, cuál es el criterio que se han marcado en estos tiempos de gran demanda de sus productos y escasez de oferta?
Efectivamente en las actuales circunstancias estamos seleccionando a qué tipo de cliente le suministramos y a quién lo podemos demorar. En nuestro caso, el criterio es primar a ese tipo de colectivos más desfavorecidos o vulnerables para que no se queden fuera. Se trata de una discriminación positiva para que nuestros productos puedan llegar donde más falta hace.
El hecho de que este tipo de producto sea considerado prioritario o de máxima necesidad, ¿les ha obligado a ampliar la plantilla o los turnos de producción?
Días atrás estuvimos trabajando en turnos de mañana y tarde precisamente para dar salida a toda la demanda que existe, pero nos hemos dado cuenta de que este ritmo no va a ser sostenible y que dado que esta carrera va a ser como un maratón, hemos preferido reducir ahora el ritmo de trabajo para consolidarlo en el tiempo de una manera más eficaz y eficiente. Insisto en que vamos a necesitar muchas fuerzas porque esto va a durar todavía semanas, de modo que hemos vuelto al turno normal pero optimizando la producción y el envasado, con lo cual casi logramos sacar las mismas unidades. Además, este nuevo escenario nos ha dado mucha más agilidad y mantenemos la plantilla, que así puede estar un poco menos estresada y rendir mejor.
La posibilidad de ampliar su equipo, por tanto, queda descartada aún siendo necesaria. Paradójico cuando menos…
Puede serlo, sin duda, pero por meter ahora más gente a la empresa, aun siendo una cuestión absolutamente necesaria, sería muy complicado, sobre todo por una cuestión de normas de seguridad que debemos cumplir. Si fuera otro producto u otra situación no habría ningún problema pero en este caso debemos ser cautos y no por fomentar o querer sacar más pedidos al mercado vayamos a generar otro problema de orden interno mayor.
¿Qué opinión tiene respecto a la proliferación de consejos que estos días circulan por las redes sociales en cuanto a la fabricación de geles desinfectantes en casa?
El hidrogel está compuesto mayoritariamente por alcohol, que es el que desinfecta. Lo que nos recomienda la OMS es que al menos el producto final debe tener un 60 % de alcohol para ser eficaz (en nuestro caso estamos por encima del 75 %), a lo que hay que añadir que se trata de un producto inflamable, que puede llegar a ser peligroso y, sobre todo, que su uso continuado sobre la piel puede provocar irritación. Por eso los fabricantes profesionales solemos acompañarlo con otras sustancias como glicerina o aloe vera para que sean dermatológicos y protejan la acción irritante en la piel. Para evitar este tipo de riesgos, lo mejor que uno puede hacer cuando esté en su casa es lavarse las manos a conciencia con agua y jabón tantas veces como sea necesario.
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