La localidad guipuzcoana de Elduayen alberga, desde hace 40 años, la sede de una empresa referente en la industria papelera, gracias a un producto singular y de gran versatilidad: el papel crepé. La Fábrica de Papeles Crepados Arrosi es la responsable de crear una historia de innovación, adaptación y creatividad en su campo, además de la encargada de transformar una materia prima tan común en un producto caracterizado por su elasticidad y la rugosidad de su tacto. En la actualidad, esta firma vasca tiene su foco puesto en sectores tan dispares como el agroalimentario, la automoción, la encuadernación y el embalaje. Iñigo Larrea, es desde hace 20 años, el Gerente de esta compañía, que cuenta con 12 líneas de negocio y está presente en 29 países de los cinco continentes.
¿Qué particularidades presenta el papel crepé? ¿Cómo se diferencia del resto de variedades?
El papel crepado tiene como unas arruguitas o unos pliegues, lo que le confiere, en comparación a otros papeles, mucha flexibilidad y elasticidad, por lo que se puede utilizar para envolver piezas. Si nos imaginamos una pieza que pueda tener aristas o una forma un poco rara, cuando lo intentamos envolver con un papel normal, lo más habitual es que se nos rompa. Este papel crepado, al tener esas arruguitas, se puede estirar y adaptarse a la forma y, por tanto, le cuesta más romperse.
Un tipo de papel crepado más común suele ser el papel pinocho. Este papel de colores, arrugadito, puede servir para hacer flores, collage o este tipo de cosas. Por lo tanto, el papel pinocho es un tipo de papel crepado, que nosotros no hacemos, pero nos sirve de ejemplo para que la gente lo entienda más fácil.
Considerando las múltiples propiedades del papel crepé, como la porosidad y, por lo tanto, su capacidad de absorción, ¿en qué otros sectores, como el alimentario, se emplea regularmente?
Tenemos otras líneas de productos que son secundarias como, por ejemplo, para temas de magdalenas y bizcochos. Aunque, en el sector alimentario, el papel crepado se destina, sobre todo, a coser sacos de materiales, de elementos de consumo humano, como pueden ser azúcares, harinas y, también, piensos para animales. Una vez llenado el saco, se cose, y al coserlo, se le añade un ribete para hacer un cierre más limpio.
Hace casi 40 años fijaron su base de operaciones en Elduayen, un entorno natural en mitad del bosque a escasos nueve kilómetros de Tolosa. ¿Cómo surge la actividad en este enclave?
Sí, la actividad del papel crepado empezó a principios de los años ochenta, entre el 80 y el 82. El nombre de la empresa, que es Fábrica de Papeles Crepados Arrosi, como tal, se fundó en el 92, pero la actividad viene de principios de los ochenta. El propio nombre de Arrosi, creemos que es lo único que perdura inalterable gracias a un molino de agua que había próximo a la fábrica. Eso es lo único que se mantiene vivo desde entonces. Esta zona se llama Arrosi. Aquí antes había una papelera que quebró, los pabellones se quedaron libres y los que empezaron con la actividad decidieron que podía ser un buen sitio para comenzar. También hay varias empresas que mantienen el apellido de Arrosi porque bien, siguen o empezaron aquí.
¿Qué futuro le aguarda a una compañía de papel crepé como la suya?
Llevamos varios años vendiendo y exportando la mayor parte de nuestra producción. Al final son mercados muy de nicho, de aplicaciones muy concretas, por lo que siempre intentamos buscar proyectos en los que este tipo de papel pueda encajar.
¿Cuáles son los canales de demanda principales para un producto tan específico como el que fabrican?
Nosotros vamos buscando y preguntando. Hoy en día, nos llegan a través de la página web muchas consultas a las que intentamos dar respuesta. A veces somos capaces de darles una solución, y otras veces no. En general, siempre intentamos dar una respuesta.
Al margen del ámbito industrial, el papel crepé puede resultar desconocido para el gran público. ¿Qué otras aplicaciones se le pueden atribuir a su producto?
Sí, totalmente desconocido. Llevamos cierto tiempo intentando enseñar qué es el papel crepé y cuáles son sus usos. Si accedéis a la página web, veréis que hay un apartado que dice fabricación de tablas de surf. Esa es una de las aplicaciones más exóticas del papel crepé. Tenemos clientes en Sudáfrica, Australia o California, que utilizan nuestro papel. En este caso tiene que ser un papel especial, además de ser crepado, tiene que tener una porosidad para que los gases que se generan durante el proceso de fabricación se puedan evacuar.
¿Cuál es la principal materia prima que permite crear el papel crepé?
Nosotros no fabricamos papeles, no partimos del árbol o de la pasta. Lo compramos. Utilizamos una gran variedad de papeles: reciclados, de fibra virgen, de colores, y esa sería nuestra principal materia prima. Al final es papel normal, lo único que le hacemos son estas arruguitas, estos pliegues que le confieren la elasticidad.
¿Cuántos profesionales conforman la plantilla de Arrosi?
Actualmente, estamos 18 personas.
¿Qué perspectivas de producción se presentan para este año 2025?
Empezamos el año con ilusiones, con nuevos proyectos, con nuevas cosas entre manos, que nos dan ese optimismo, pero también es verdad que llevamos años. Cada año tienes que amoldarte a las nuevas situaciones del mercado. No hay dos años iguales, por lo que existe esa incertidumbre. En cualquier caso, somos optimistas.
Acumula 20 años de aprendizaje al frente de la compañía. ¿Cómo ha transcurrido este tiempo?
La verdad que bastante rápido. Siempre hay dos visiones. Por un lado, ya son veinte años los que voy a hacer al frente de esta empresa, pero luego también miras hacia atrás y contemplas la cantidad de cosas que hemos podido hacer. Evidentemente, da satisfacción, y lo que queda por hacer.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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