Al igual que evolucionan los elementos de seguridad pasiva en los automóviles modernos, las sillas infantiles siguen también un desarrollo constante. Babyauto, la empresa donostiarra que diseña y fabrica sillas de coche infantiles, lo sabe bien, puesto que involucra un 30% de su plantilla a los procesos de investigación e I+D.
Hace dos años iniciaron las campañas Baby Recycle para dar solución a la enorme cantidad de sillitas infantiles desechadas en vertederos y ello derivó en el desarrollo de Travel Fix, un novedoso arnés de seguridad para perros. “En la investigación que iniciamos nos dimos cuenta de que algunos de los materiales de las sillas desechadas al cumplir su vida útil, como los arneses, tienen excelentes propiedades mecánicas, soportando tensiones superiores a 1.000 kilogramos”, explica Ibon Maza, director de comunicación de Babyauto Group.
Este tipo de cintas ya se recuperan en la actualidad en forma de asas para mochilas y bolsos, pero Babyauto decidió darle una vuelta y estudiar una nueva posibilidad. Maza subraya que “las carencias en el transporte de perros en automóviles son importantes. No existe una normativa específica y con los arneses que existen en la actualidad, en caso de impacto los perros salen proyectados al ser retenidos por un único punto de retención: el cinturón de seguridad”.
Así pues, unieron la problemática de los deshechos con la falta de soluciones para un transporte seguro de mascotas, dando como resultado su arnés para perros Travel Fix. “Pusimos sobre la mesa un nuevo concepto: utilizar los anclajes Isofix y Top Tether que incorporan los coches actuales y aplicar los requisitos técnicos de la normativa de las sillitas infantiles. Así, tras los ensayos en el Laboratorio del Impacto en Motorland (Alcañiz, Teruel), conseguimos un arnés que retiene eficazmente a las mascotas por los cuartos traseros”, explica el director de comunicación.
Ahora, con su nueva división Babyauto Pets, comenzará a comercializar sus productos para mascotas a partir de la próxima campaña de Navidad en las tallas S (hasta 10 kg.) y M (hasta 20 kg.). “Muchos veterinarios y criadores nos han felicitado por este dispositivo, por lo que estamos muy ilusionados con este nuevo camino”, concluye Maza.
La empresa guipuzcoana realiza todos sus ensayos y pruebas en el Laboratorio de Impacto en Motorland (Alcañiz, Teruel), junto a los investigadores de la Universidad de Zaragoza. “Allí, realizamos tanto los ensayos de conformidad de la producción como de I+D con pulsos de deceleración y velocidad que superan a los requisitos normativos”, explica Maza. Pero no solo eso, sino que a sus ensayos físicos ha añadido pruebas de simulación virtual a través de clústeres de computación para el desarrollo de los modelos de la nueva normativa ECE R129 (i-Size) que será la única reglamentación europea a partir de 2024.
En este sentido, participa también en Project Virtual, un proyecto financiado por Horizon 2020 que busca mejorar la seguridad de los usuarios en carretera proporcionando modelos de elementos finitos del cuerpo humano de código abierto (Viva+) y herramientas de software libre para evaluar los nuevos sistemas de seguridad. “El objetivo del proyecto Virtual es establecer protocolos de pruebas virtuales de código abierto para mejorar la seguridad de los usuarios y la seguridad vial en general”, subraya Maza. En él participan varias universidades internacionales y empresas de todo el mundo como Toyota, VTI o Euro NCAP.
Con el fin de impulsar la innovación entre las empresas vascas, desde pymes hasta grandes compañías, el Grupo SPRI cuenta con diversos programas y ayudas a la innovación como Hazinnova, BDHI Konexio o Innobideak.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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