Eika es una empresa vizcaína, integrada en el Grupo Mondragon, que ha superado el medio siglo de vida. Es líder mundial en la venta de focos radiantes para vitrocerámicas, en lo que acaparan el 42% del mercado, cada segundo fabrican uno. La facturación anual supera ya los 100 millones de euros y en los últimos años ha invertido además en tres empresas para diversificar su negocio y así seguir creciendo. El Grupo SPRI ofrece a las empresas vascas la posibilidad de dar a conocer sus proyectos a través de la iniciativa “Hablamos de ti”.
Eika surge en 1973 en el municipio vizcaíno de Etxebarria por la “necesidad de ofrecer empleo para mujeres en la comarca. Fue cooperativa desde el principio”, exponen Aitor Soria director general, e Iratxe Acha, directora de Recursos Humanos.
La empresa fabricaba entonces las placas de fundición de cocina (producto que retiraron hace 15 años) y las resistencias de los hornos, que han mantenido hasta 2022. “De ahí pasamos a la vitrocerámica, a la electrónica de control y a ofrecer el producto de manera global”.
Eika controla la generación de calor, la gestión del calor, a través de la electrónica, y el aislamiento del mismo. “En el foco vitrocerámico tenemos el 42% del mercado mundial y más del 60% del mercado de EE UU”. En 2021 llegan al hito de 200 millones de focos fabricados. “Poniendo un foco uno tras otro, es una vuelta al mundo”.
Sus productos son los focos radiantes para placas vitrocerámicas, el control electrónico de la cocción (el cerebro de la cocina) tanto en la cocina como el horno, y el termostato del horno. Históricamente, más del 90% de su producción han sido componentes para electrodomésticos, pero en los últimos años la empresa ha iniciado un ambicioso plan de diversificación.
Así, gracias a su conocimiento tecnológico, se han adentrado en una nueva actividad llamada Isoleika: se trata de un material muy aislante térmicamente para sectores como la metalurgia u hornos industriales. “Era el producto que cubría las cajas de las vacunas durante la pandemia. Llevamos más de 10 años con ello y vendemos al año más de 3 millones de euros. Somos referente a nivel europeo en este producto”.
Desde 2022 ha protagonizado tres operaciones de inversión en startups, con participaciones de un 20% en el accionariado. La primera ha sido Smartcomfort, dedicada a calefactores para grandes infraestructuras “que te proporcionan, pese a estar a mucha distancia, una sensación térmica confortable. Por ejemplo, se utiliza en granjas de animales o en plantas industriales para calentar a las personas”.
La segunda apuesta ha sido Stonecooker, que produce mesas que llevan incorporada una cocina y se utiliza para restaurantes, campings u ocio particular, “estamos ahora haciendo mercado”. Y la tercera es Muxunav, que fabrica productos vinculados a pantallas de visualización en el vending.
Sus clientes son todos los fabricantes de electrodomésticos en el mundo y, en las líneas de negocio abiertas con las nuevas inversiones, la industria y la construcción.
Su facturación ha alcanzado los 101 millones de euros en 2023 y la plantilla ronda las 1.000 personas, de las que 450 trabajan en Etxebarria, 350 en México y 230 en Turquía, los otros dos países en los que tienen plantas productivas. Las exportaciones suponen el 98% y son líderes en el mercado americano. “Si enciendes una placa vitrocerámica en cualquier parte del mundo, tienes un 50% de posibilidades que tenga un producto de Eika”.
La empresa dedica más de 3 millones de euros a la I+D, lo que supone un 3% de su facturación, y cuenta con un departamento específico a la investigación con más de 30 personas.
Sus retos pasan por cumplir cuatro líneas de su plan estratégico. La primera es el crecimiento sostenible, “dado que nuestra misión es generar puestos de trabajo. Y buscar en todos los negocios el liderazgo mundial”. La segunda, en el ámbito de las personas, el desarrollo, la autogestión y la participación. La tercera línea es el impulso de nuevas actividades asumiendo riesgos y la cuarta, la transformación social y el compromiso cooperativo.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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