Innoledge actualmente se centra en la gestión integral de la Responsabilidad Social Corporativa de organizaciones públicas y privadas, su reputación corporativa, la valorización del impacto económico, social y medioambiental de estas compañías, y la conservación del patrimonio material e inmaterial de las mismas. De hecho, tal y como indica Arantxa Arocena, gestora de Innoledge, “el mayor grado de innovación se concentra en el área relacionada con el patrimonio gracias al uso de la tecnología y de nuevas metodologías colaborativas que hemos desarrollado tras años de investigación”. Y añade que “ahora, tras años de experiencia, trabajamos a medida de las necesidades de nuestros clientes mediante la aplicación de metodologías propias e implementando herramientas tecnológicas que nos permiten alcanzar mayor impacto”. Así también, colabora activamente con diversos proyectos de emprendimiento social de Euskadi.
Esta empresa de Ordizia, fundada en 2006, cumple este año su mayoría de edad y ha tenido que ir adaptándose a las circunstancias. Así, en estos casi 18 años de historia la tónica de su actividad ha sido la reinvención y adaptación constante, pero la clave de haber sobrevivido a estos vaivenes está en el origen de Innoledge. El equipo promotor del proyecto se conocía bien por haber mantenido una estrecha relación profesional como proveedor-cliente y, gracias a ello, había identificado áreas de consultoría que en 2006 comenzaban a sonar como nuevos conceptos en la gestión empresarial como, entre otras, la RSC, estándares GRI, informes de sostenibilidad o la gestión interina. “Teníamos ganas de dar un giro a nuestras carreras profesionales, nos atraía la idea de emprender y arriesgar, teníamos experiencia profesional en la gestión de empresas y conocíamos bien este mundo. Además, éramos jóvenes con espíritu inquieto y aventurero”, explica Arocena.
En cuanto a los clientes de Innoledge, son principalmente empresas públicas y privadas de Euskadi y de España. Y en estos momentos está ampliando su mercado a Francia y a países de América Latina como Perú y Colombia. Así también, han sido múltiples los proyectos abordados durante estos años, pero Arocena quiere destacar, por una parte, los estudios realizados sobre el sector de la logística en Euskadi al inicio de su andadura y que ayudaron a la empresa a posicionarse en el arranque del proyecto, y por otra, ya en pandemia, la implantación de varios proyectos tecnológicos de dinamización cultural y social de municipios, a través del uso de la gamificación. Mediante el uso del juego, la empresa logró generar dinámicas interactivas intergeneracionales para educar, recuperar la memoria y mantener la cultura y la identidad local. Para estos trabajos, el desarrollo y la implantación de herramientas tecnológicas centradas en el usuario fue fundamental mediante tecnologías de IA y Big Data poniéndole especial atención a la experiencia de usuario UI/UX.
De cara al futuro, los esfuerzos de Innoledge se van a centrar en el mundo de la gestión, la dinamización y recuperación del patrimonio de organizaciones y territorios, la revitalización de las zonas rurales a través de la digitalización, la innovación social y el desarrollo de modelos de negocios sostenibles. “Estamos desarrollando herramientas tecnológicas para la gestión, conservación y recuperación del patrimonio tangible e intangible de organizaciones y territorios, que están en fase de prueba y que esperamos tengan un gran impacto en nuestro entorno y en el de nuestros clientes”, concluye la gestora.
Con el fin de impulsar la innovación entre las empresas vascas, desde pymes hasta grandes compañías, el Grupo SPRI cuenta con diversos programas y ayudas a la innovación como Hazinnova, BDHI Konexio o Innobideak.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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