Iris Chains es una empresa ubicada en Éibar, con casi 90 años de vida, especializada en la fabricación de cadenas para motos y la industria. Ofrece productos personalizados a sus clientes y ha tenido un fuerte impulso en los últimos tres años, con un crecimiento exponencial de la facturación. El Grupo SPRI ofrece a las empresas vascas la posibilidad de dar a conocer sus proyectos a través de la iniciativa “Hablamos de ti”.
La empresa se funda en Eibar en 1935 para la fabricación de cadenas para bicicletas. Pocos años después, se adentra en el mercado de las motocicletas y en los años 70 inicia la producción de cadenas industriales para sectores como la automoción, alimentación, farmacéutico o agrícola.
El producto que ofrece son cadenas de rodillos y cadenas de transporte, centrándose principalmente en cadenas especiales, y también suministrando productos complementarios como piñones o tensores de cadena. “Somos fabricantes de casi cualquier tipo de cadena, y adaptándola a las necesidades del cliente”, apunta Laura Ramos, responsable de marketing. Los sectores para los que se trabajan son la alimentación, packaging, automoción, maderero y farmacéutico principalmente. Sus cadenas se usan desde la transmisión de potencia al transporte de objetos.
Iris Chains diseña los productos y ofrece soluciones más allá de su catálogo. “Producimos las cadenas que el cliente necesita, y en su caso las diseñamos ofreciendo mejoras que hagan alargar la vida útil y el comportamiento de la cadena”, afirma Celeste Cuneo, Controller. De hecho, el 60% de sus cadenas son personalizadas.
El 70% de ventas se localiza en el extranjero, “fundamentalmente en Europa, exportando a más de 50 países”.
El I+D es fundamental y ha ido aumentando cada año. En 2023, ha alcanzado el 5% de la facturación. “Para este año, queremos incrementarlo y crear un área específica de I+D”. Apenas tienen competidores para sus productos personalizados. “La mayoría son distribuidores y pocos fabricantes. En Euskadi, no hay ningún fabricante”.
Los retos futuros pasan por la digitalización. “En 2022 hicimos el plan estratégico y vimos que la digitalización era un punto débil y lo solventamos con el programa Inplantalariak” del Grupo SPRI. La idea es la digitalización de cada área y la aplicación de la inteligencia artificial, “porque no queremos quedarnos atrás”.
La compañía va a montar una tienda online B2B con el objetivo de ofrecer más facilidades a sus clientes y proporcionar una compra más automatizada. “Que los clientes puedan ver en tiempo real cómo están sus pedidos”.
Además, continuará con el impulso de la industria 4.0 “y seguir creciendo en actividad, facturación, plantilla, básicamente en todos los aspectos”. También quiere ampliar la gama de productos, ofrecer más soluciones y un soporte global. La empresa facilita un servicio de mantenimiento y montaje en caso de requerimiento del cliente. “No hay un servicio postventa definido. Ese es uno de los objetivos para este año, dar una solución completa a los clientes”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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