Con 20 años de experiencia en el ámbito del tratamiento de plástico y un carácter pionero en este sector a través de una técnica vanguardista conocida como rotomoldeo, la compañía vizcaína Rotobasque, de extraordinaria e histórica vocación industrial, asienta su liderazgo sobre dos palabras grabadas a fuego en la hoja de ruta iniciada décadas atrás: Innovación y Desarrollo. No en vano, es una de las cien empresas vascas que actualmente más recursos dedican cada año a la I+D. Con centros de producción en Zamudio y Boroa en los que actualmente trabajan 51 personas, su producción está presente en nada menos que 22 sectores industriales distintos, “lo que da una idea del marco de oportunidad que ofrece una tecnología con tanto potencial de crecimiento”, reconoce Rafael Zabala, Director de Desarrollo de Negocio de la empresa. En plena fase de expansión, Rotobasque prevé alcanzar una facturación de diez millones de euros y duplicar su plantilla hasta los cien profesionales en 2023.
¿Qué dice la tarjeta de visita de Rotobasque?
Que somos una empresa de base tecnológica especializada en ofrecer soluciones globales en la transformación de plásticos por moldeo rotacional (o rotomoldeo), aplicada a diferentes sectores de serie corta, esto es, de 1 a 20.000 unidades al año.
¿Y cómo podría explicar en qué consiste el rotomoldeo?
Digamos que se trata de una técnica que permite la fabricación de piezas huecas o semihuecas y que es ideal para series cortas, con gran libertad de diseño y personalización y manufacturadas con materiales plásticos de gran resistencia y 100% reciclables. En Rotobasque solemos decir que es una técnica semiautomática-semimanual (dos factores igual de importantes) porque por un lado está la parte de la maquinaria y el proceso que conlleva (molde, horno, cámara de enfriamiento…) y por otro, el factor humano, pues son piezas que suelen retocarse a mano, por estética o por un plus de tecnología, a través de insertos metálicos que hacen de las piezas un producto de calidad.
¿Es un campo éste con margen para el crecimiento en el corto-medio plazo?
La versatilidad que nos ofrece esta tecnología nos impide centrarnos en un solo campo o sector. Cada cliente tiene unas necesidades específicas que cubrimos gracias a esa diversidad, especialmente en sectores en auge como son ahora los vehículos de reparto, las instalaciones para coches eléctricos, los contenedores isotérmicos… Estamos preparados para todo y le damos vueltas a todo. Cada vez realizamos piezas más técnicas y complejas.
¿Por qué es tan demandada esta tecnología por parte del sector industrial?
Porque es una tecnología muy flexible, con una gran capacidad de personalización y que además permite una reducción considerable de la inversión en moldes y utillajes en comparación con otras tecnologías. Además, el rotomoldeo se encuentra en un momento importante de madurez, al menos en nuestro caso, donde hemos conseguido realizar piezas muy técnicas con unos acabados de calidad y distintas texturas dependiendo de las necesidades del cliente.
Teniendo en cuenta que están enfocados hacia series y tiradas muy cortas, ¿el ciudadano de a pie dónde puede ser testigo de los productos que fabrican?
Podemos poner como ejemplo, entre otros, a los bancos del Azkuna Center, las sillas del Paseo de Zorrozaurre o los mostradores de las pescaderías de una conocida cadena de supermercados que poco a poco están sustituyendo el clásico acero inoxidable por un tipo de plástico de nueva generación, uno más versátil, moldeable y sobre todo, con materiales 100% reciclables. Pero también puede verse nuestro trabajo en los contenedores de gestión de residuos, en los depósitos de reparto de empresas postales y delivery y también en sectores como la automoción, energía eólica, flotante, solar, grupos electrógenos, embalajes especiales, mobiliario de diseño…
Un factor estratégico en su empresa es la apuesta por una Economía Circular sin artificios, tratando de conseguir que los productos duren cada vez más. ¿Qué políticas están llevando a cabo al respecto?
En todos nuestros proyectos no solo tenemos en cuenta la funcionalidad sino también el ahorro de las materias primas y la mejorara de la gestión del fin de vida de los materiales. Sabemos perfectamente que es un problema en todas las industrias de transformación de plásticos por lo que contamos con materiales biodegradables para reducir el impacto medioambiental, y trabajamos para dar una solución sostenible a todos nuestros residuos y productos a través del reciclaje químico produciendo nuevos productos para otros usos.
¿Puede una empresa ser rentable y respetuosa al mismo tiempo con el medio ambiente?
No solo lo puede ser sino que lo es, sin ninguna duda. Es importante que dejemos de pensar que la sostenibilidad medioambiental está reñida con la rentabilidad, es más, yo diría que al contrario, es incluso un factor determinante a la hora de que se decanten por ti. Estamos en un momento en el que las propias organizaciones buscan proveedores que estén involucrados con la economía circular.
Un aspecto al que suele hacer referencia es la “rentabilidad emocional” de las personas que trabajan en una organización: “Empresas alegres, cuentas de resultados alegres”, dicen… ¿Cómo se consigue alcanzar este grado de compromiso con sus trabajadores?
Para poner en valor esa frase es necesario el compromiso de todas y cada una de las personas que trabajan en la empresa, desde el primero hasta el último, y para ello es muy importante invertir en personas, poniendo a su alcance las herramientas necesarias para que puedan seguir desarrollándose y adquiriendo conocimientos. Cuando una empresa es consciente de que su mayor activo son las personas que trabajan en ella, el compromiso de todo el equipo es mucho mayor, y eso sin duda, va ligado a la rentabilidad de la empresa.
La empresa está inmersa en estos momentos en un plan de crecimiento que ha calificado como ambicioso. ¿Cuáles van a ser sus líneas estratégicas?
Por suerte estamos cumpliendo los objetivos marcados pero más aún, esa necesidad de anticipación que para nosotros es un pilar fundamental nos está haciendo crecer hacia nuevos caminos. Nuestro objetivo es llegar a los diez millones de facturación en 2023, con el crecimiento de empleo que eso supone, que será alrededor de un 50% más, y contemplamos además una fuerte inversión en maquinaria para la implementación de dos líneas nuevas de producción. Eso nos permitirá fabricar piezas para terceros de hasta cinco metros y, al mismo tiempo, destinar recursos para añadir varias líneas de producto propio. Por último, también tenemos una apuesta importante por el medioambiente con un proyecto de implementación de economía circular que, apoyado por otro proyecto de reciclaje químico, tiene por objetivo alcanzar el residuo cero dentro de los ciclos productivos de nuestra empresa.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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