Rectificados Lakunza, empresa guipuzcoana con más de 30 años de experiencia en el rectificado de piezas de revolución, ha incorporado recientemente una nueva rectificadora vertical “con la que podemos afrontar trabajos de mayor precisión, que nos permite rectificar piezas de mayor tamaño y ejemplifica la apuesta de la empresa por la innovación”, asegura Miguel Lacunza, gerente de la firma.
En este sentido, la compañía de Hernani ha contado con ayudas a través del programa Renove Industria 4.0 de Grupo SPRI, “que alivió el impacto de la inversión en la nueva máquina”, reconoce.
La firma vasca ofrece un servicio de rectificado de alta calidad y precisión. “Para ello disponemos de los medios técnicos productivos y de control necesarios y, además del parque de máquinas, tenemos un laboratorio de metrología climatizado equipado con dos máquinas de medición por coordenadas”, destaca el representante de la compañía.
La compañía atesora conocimiento en el rectificado de piezas de cualquier tipo de metal como acero, aluminio, carburo de tungsteno o titanio. Está especializada en el rectificado de piezas de revolución, así como el rectificado de superficies planas. “Llevamos a cabo cualquier proceso de rectificado tanto de interiores como exteriores de piezas, así como piezas con cualquier tipo de recubrimiento, tratamiento o mecanizado”, reconoce Lacunza.
Mediante el uso de abrasivos, produce las tolerancias geométricas y dimensionales que requiere cada pieza del cliente. “Suele ser el último paso de la fabricación de una pieza y es un trabajo muy delicado, ya que trabajamos con tolerancias muy pequeñas (milésimas) que requieren de una gran precisión”, subraya el gerente.
La firma vasca opera principalmente en Gipuzkoa, aunque también tiene clientes en el resto de Euskadi, en la Península Ibérica e, incluso, “alguno internacional”. Rectificados Lakunza trabaja para sectores como el de máquina herramienta, el naval, el aeronáutico, el eólico, el ferroviario, entre otros. “Son sectores que nos exigen una alta calidad en los acabados”, indica.
La plantilla de la empresa vasca está formada por 14 personas, “con la intención de ir aumentándola poco a poco”, avanza Miguel Lacunza.
Además de cara al futuro el objetivo de la compañía es “mantener el ritmo de crecimiento de los últimos años mediante la implantación de nuevos procesos y optimizando los actuales, e ir actualizando nuestro parque de máquinas”, asegura. Y también aumentar “la calidad de los servicios que damos mejorando nuestros procesos y la formación continua de nuestros trabajadores”, desea el gerente.
Con el fin de impulsar la innovación entre las empresas vascas, desde pymes hasta grandes compañías, el Grupo SPRI cuenta con diversos programas y ayudas a la innovación como Hazinnova, BDHI Konexio o Innobideak.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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