Más de 400 empresas y cerca de 4.000 profesionales conforman actualmente el ecosistema industrial del Valle de Aiala, con presencia en sectores como la automoción, la siderurgia, el ferroviario, la energía y la tecnología. Con empresas emblemáticas y tractoras como Vidrala, entre otras, la región encara el futuro con optimismo. Poniendo el foco en desafíos como la sostenibilidad, la automatización, la digitalización y el arraigo, y asumiendo que es necesaria una revisión permanente de los valores que a este ecosistema industrial le han permitido mantener unos históricos estándares de competitividad. De todo este contexto charló recientemente en Made in Basque Country la responsable de Gestión de Talento de Vidrala, Mar Baixaulí.
Antes de analizar el estado del arte del propio valle de Aiala, ¿cuál es la ‘última hora’ de Vidrala?
Vidrala es una empresa dedicada al packaging de consumo, especializada en la fabricación de envases de vidrio hueco para productos de alimentación y bebidas. Además, ofrecemos una amplia gama de servicios que incluyen soluciones logísticas y actividades de envasado. Somos más de 5.000 personas las que trabajamos en Vidrala o, como nos gusta decirlo, más de 5.000 personas que eligen vidrio todos los días repartidas en 11 plantas productivas: 9 de producción de vidrio hueco entre España (3), Portugal (2), Reunido Unido, Irlanda y en Brasil (2 adquiridas recientemente); y 2 plantas de embotellado en Reino Unido. Además, contamos con una red comercial específica, con oficina física en Francia y un posicionamiento comercial en otros muchos países. Actualmente, producimos más de 9.000 millones de botellas y tarros al año, que se comercializan entre más de 1.600 clientes. Nuestro objetivo es fabricar envases de vidrio, el material reciclable por excelencia, y prestar servicios de envasado de la forma más eficiente, rentable y sostenible posible, garantizando al mismo tiempo la seguridad y el bienestar de nuestras personas y cumpliendo las expectativas de nuestros clientes.
Y una compañía con esta, ¿qué impacto social tiene en el Valle de Aiala?
Actualmente, nuestro impacto social en el Valle se basa en tres pilares fundamentales, que son la empleabilidad, las decisiones estratégicas y nuestra red de clientes y proveedores. Generamos empleo directo e indirecto para más de 500 personas en el Valle, incluyendo la plantilla de la planta productiva y los servicios corporativos del Grupo en Llodio. En cuanto a las decisiones estratégicas, destacaría que la toma de decisiones estratégicas del Grupo, que afecta a nuestras 5.000 personas y 11 centros de trabajo, se realiza en Llodio. Esto implica que nuestros resultados económicos globales conllevan el pago de impuestos en Álava, beneficiando socialmente a la región y posicionándonos como el mayor contribuyente de la región. Y, por último, respecto a nuestra red de clientes y proveedores, trabajamos con grandes compañías internacionales y clientes de proximidad, además de mantener una red de colaboración local en diversos niveles (logística, I+D, reciclaje de vidrio, etc.).
¿Qué evolución ha tenido el negocio en este 2024?
Los resultados de los primeros nueve meses de 2024 evidencian que Vidrala es hoy un negocio diferente, más sólido y diversificado. Si bien la recuperación de la demanda está siendo más lenta de lo esperado en algunas de nuestras regiones más maduras, el negocio continúa reflejando progresivamente los beneficios de nuestras recientes acciones estratégicas, que han estado orientadas a diversificar y reenfocar nuestras operaciones, ofrecer servicios diferenciales, reorganizar selectivamente nuestra estructura industrial y mejorar nuestras instalaciones productivas. De cara al cierre de este año, y pese al entorno de consumo más débil en alguna de nuestras regiones, Vidrala se consolida como una empresa más robusta, con posiciones de liderazgo en mercados clave y un equipo preparado para impulsar el crecimiento.
Si realizamos un DAFO del Valle de Aiala, ¿qué oportunidades-amenazas destacaría de esta región?
La mayor oportunidad, que también representa una amenaza, es la mejora de la competitividad local. Muchas medianas y grandes empresas del Valle han enfrentado problemas de rentabilidad debido a su falta de competitividad. Por eso la principal necesidad que detectamos es la mejora de nuestra competitividad a través de un incremento de la productividad, la mejora de la eficiencia, la reducción del absentismo, la optimización de costes y, en último lugar, el fomento del diálogo social con una visión a largo plazo y menos cortoplacismo.
¿La falta de talento es realmente un problema en estos momentos?
La gestión del talento no debe verse como un problema, sino como una oportunidad de mejora. Es innegable que el descenso de la natalidad y las expectativas de las nuevas generaciones son retos a gestionar. Por ello, hemos implementado desde 2017 nuestra estrategia One Horizon para mejorar nuestra propuesta de valor para empleados y empleadas de manera competitiva y sostenible.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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