Alberdi Mekanizatuak nace como una pequeña empresa familiar en el corazón de Gipuzkoa, en Azkoitia, hace ya más de 60 años. Desde entonces se ha dedicado al mecanizado y todo lo que lo rodea, como el control de stock, la calderería y varios trabajos de montaje; primero, desde un pabellón junto al caserío en el que se fundó la empresa, y a partir de 2017, en los dos pabellones de 2.000 m2 y 1.000m2 con los que cuenta en Azkoitia.
Tres años después de su mudanza y con el objetivo de seguir creciendo en el mercado, en 2020 apostó por la compra de la unidad de negocio de Mecanizados Gurrutxaga en el pueblo vecino, Azpeitia. Desde entonces la compañía ha incrementado su facturación en un 40%, de los 3,5 millones que vendía en solitario a los 4,9 millones que ingresó en 2023. Un resultado que espera superar este año y los siguientes, pues, según su Plan Estratégico 2023-2025, plantea un crecimiento sostenido de en torno al 5% anual en los próximos años.
Así como ha aumentado su facturación, lo ha hecho la capacidad de fabricación. Y es que, hasta la adquisición de Gurrutxaga, cuenta Aitzol Alberdi, coordinador general de la empresa azkoitiarra, “llegábamos a fabricar piezas de hasta 300/400 mm de diámetro. Sin embargo, hemos dado un salto en cuanto a dimensión y al aumento de capacidades, y actualmente nuestra gama se ha ampliado hasta las piezas de 1.400 mm de diámetro y nos hemos convertido en expertos en fresado de cinco ejes”.
En los últimos años, “más que potenciar nuestra internacionalización, apostamos por buscar aquellas empresas de Euskadi que cuentan con una alta cuota de mercado a nivel global”, detalla Alberdi. Así pues, la compañía, que exporta el 5% a Suiza y un 3% a Francia, tiene entre sus clientes grandes compañías como, Liebherr, Sarralle, Ulma Packaging, Siemens Gamesa, Danobat, Aitek-Juaristi, Fagor, Biele, Hine, Glual, Arcelor o Celsa Jaso. Aun así, subraya el coordinador general, “tenemos una estrecha relación con la Cámara de Gipuzkoa y desde allí participamos poco a poco en diversas actividades para impulsar la internacionalización”.
Tres de sus últimas apuestas son la digitalización, la sostenibilidad y el euskera, unos aspectos que vienen desde atrás y que ahora está impulsando activamente con varios proyectos en marcha. Por una parte, está invirtiendo en maquinaria, instalaciones y digitalización. Aunque ya cuenta con un alto grado de tecnología, para este año “tenemos como objetivo lograr que la empresa esté totalmente conectada. El pasado año ya dimos los primeros pasos para implantar un sistema MES y seguiremos en esa línea”.
En cuanto a la sostenibilidad, explica Alberdi, “el año pasado trabajamos en un proyecto de economía circular y uno de los resultados fue la instalación de placas solares. Nuestra intención es seguir adelante con las acciones trabajadas en el proyecto”. Además, está inmersas en la puesta a punto de todo su sistema de gestión para cumplir con la certificación ISO14001, que busca implementar un sistema de gestión de los riesgos medioambientales que puedan surgir del desarrollo de la actividad empresarial. Y, por último, se ha fijado el objetivo de obtener el certificado de euskera BIKAIN y “seguir así con nuestros valores”, señala Alberdi.
El impulso de proyectos internacionales de las empresas vascas es uno de los objetivos que persigue el Grupo SPRI, que a través de Basque Trade and Investment, la Agencia Vasca de Internacionalización, integra en una ventanilla única todos sus recursos y apoyos como Elkartu, Gauzatu o las Becas BEINT y Global Training.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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