La empresa alavesa IMAT, que diseña, fabrica y suministra asientos para zonas de espera de aeropuertos, hospitales, terminales marítimas o estaciones de autobuses y trenes, se encuentra en conversaciones para instalar asientos en 2023 en aeropuertos “de países como Bangladesh, Libia, Egipto y Brasil”, apunta Leire Guibelalde, directora financiera de la compañía. Y quiere ampliar su mercado en países en donde, hasta la fecha, no ha sido muy activa “como la zona Este de Asia”, avanza. En este sentido, si se concreta alguno de dichos proyectos, “deberemos ampliar nuestra plantilla, que es variable y suele oscilar entre 15 y 25 personas”, señala.
La firma vasca tiene una facturación media en torno a los 3,5 millones de euros en los últimos cinco años. “Operamos con proyectos individualizados. No tenemos un cliente al que suministremos un número de asientos fijos cada mes”, reconoce. La empresa tiene una gran presencia internacional ya que instala en todo el mundo, especialmente en países de América Latina como México, Cuba, República Dominicana o Argentina. “Hemos tenido años en los que hemos exportado más de 92% de la facturación de la empresa”, apunta Guibelalde.
A punto de cumplir medio siglo de vida, la compañía vitoriana instaló el pasado año cerca de 15.000 asientos, principalmente en aeropuertos, y también en hospitales y estaciones de autobuses y trenes de todo el mundo. “Instalamos nuestros asientos desde Uzbekistán hasta México”, apunta la representante de la empresa.
Así, llegó a suministrar más de 2.000 asientos para el Aeropuerto de Cancún y logró un proyecto de amueblamiento del Aeropuerto Internacional de Honiara, en Islas Salomón. “Es un trabajo que nos hizo especial ilusión, por lo exótico del emplazamiento. El material tardó tres meses en llegar al destino”, recuerda.
La firma vasca opera principalmente en el sector aeroportuario para empresas propietarias o concesionarias de los aeropuertos como Aena, Vinci o Bouygues, entre otras. Al trabajar en entornos altamente tecnológicos como son los aeropuertos, IMAT está en permanente contacto con sus clientes «para desarrollar nuevos accesorios y tecnologías como puntos de recarga, pinturas antibacterianas o pinturas autorreparadoras que eleven el valor añadido de nuestros asientos”, apunta la directora financiera.
Y en este sentido, ha potenciado su apuesta decidida por la innovación al participar en el proyecto piloto ‘Enpresetara Bisitak’ del Grupo SPRI, que realiza visitas al tejido empresarial vasco a través de su personal técnico de las distintas áreas operativas del Grupo. “Nos reunimos hace unas semanas y la valoración del encuentro fue muy positiva, ya que conocimos de primera mano aspectos en los que Grupo SPRI puede ayudarnos y que desconocíamos”, detalla.
El impulso de proyectos internacionales de las empresas vascas es uno de los objetivos que persigue el Grupo SPRI, que a través de Basque Trade and Investment, la Agencia Vasca de Internacionalización, integra en una ventanilla única todos sus recursos y apoyos como Elkartu, Gauzatu o las Becas BEINT y Global Training.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?