Desde hace cuatro décadas Quilton se dedica al diseño y construcción de maquinaria a medida para el tratamiento de aguas “de la más alta calidad y con el menor mantenimiento”, reconoce Jon Ander Gil, director de Quilton. La empresa vizcaína se ha marcado como objetivo “la consolidación en el mercado internacional con proyectos en desalación, captación y aguas residuales, además de llevar a cabo nuevos desarrollos para tratamientos compactos”, avanza.
La firma vasca cuenta con una larga experiencia en proyectos internacionales tanto directamente en los países destino como a través de ingenierías estatales con larga trayectoria internacional. Quilton, en estos 40 años, ha suministrado e instalado más de 2.400 equipos en más de una treintena de países de todo el mundo. “Hay equipos nuestros de tratamientos de aguas en Estonia, Bélgica, Brasil, México, Canadá, Hong Kong, Emiratos Árabes y Egipto, entre otros muchos”, detalla el representante de la compañía.
La empresa con sede en Getxo, planta en Álava y delegación en Barcelona fabrica tamices, filtros y rejas que “son especialmente reconocidos en el sector”, apunta. Su función es separar del agua residual la parte de la contaminación más molesta, aquella materia que por su tamaño o naturaleza pudiera causar problemas en los tratamientos posteriores. “Diseñamos y fabricamos una amplia gama de equipos enfocados en el pretratamiento que forma parte de la depuración de aguas residuales y en industria”, indica Gil.
Además, también produce tornillos transportadores y clasificadores de arena; compactadores de residuos y tratamientos compactos. En la industria y para pequeñas instalaciones una planta de tratamiento compacto “puede ser la solución más versátil y permite reducir en un importante grado la obra civil necesaria”, asegura. Quilton opera para los sectores de agua residual, pluvial, potable e industrial.
La empresa vasca, cuya facturación anual ronda los tres millones de euros, emplea a 25 personas. “Actualmente estamos inmersos en un proceso de selección para ampliar la plantilla en los campos de fabricación, ingeniería, servicio de asistencia técnica y comercial”, detalla el director.
De cara al futuro, la firma vasca quiere convertirse en “un referente en el mercado, reconocida como líder en filtración, depuración y tratamiento de aguas y poder incrementar nuestra presencia internacional”, avanza Jon Ander Gil.
El impulso de proyectos internacionales de las empresas vascas es uno de los objetivos que persigue el Grupo SPRI, que a través de Basque Trade and Investment, la Agencia Vasca de Internacionalización, integra en una ventanilla única todos sus recursos y apoyos como Elkartu, Gauzatu o las Becas BEINT y Global Training.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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