Artico Ingurumena es una empresa de Hernani dedicada a la instalación de placas fotovoltaicas fundamentalmente en las empresas industriales. Su éxito se refleja en que en cuatro años ha multiplicado por seis su facturación y cada año acomete cerca de 40 instalaciones. Esta información se produce a través de la iniciativa “Hablamos de ti” por la que Grupo SPRI ofrece a las empresas vascas la posibilidad de dar a conocer sus proyectos en su plataforma.
La empresa surge en 2006 por iniciativa de uno de sus fundadores, Antxon Reparaz, quien había trabajado hasta entonces en varias empresas de automoción, en una de ellas en Alemania. Cambió radicalmente su cometido para introducirse en el sector de las placas fotovoltaicas y crear Artico Ingurumena, centrada en los proyectos y montajes de instalaciones fotovoltaicas y su mantenimiento.
“Como en 2016 la ley no contemplaba todavía las instalaciones de autoconsumo con compensación de excedentes, hicimos un proyecto para una instalación aislada en una bodega en Ribera del Duero y otra para un regadío fotovoltaico y en 2019, cuando se aclaró la legislación, ya empezamos a hacer instalaciones de autoconsumo con y sin excedentes, además de la venta directa a la red, que seguimos haciendo. Y tenemos también un mercado importante en autoconsumo compartido de empresas”, comentan Antxon Reparaz, director de Proyecto y Obras de la empresa e Idoia Altamira, directora de Desarrollo de Negocio.
Los clientes de Artico Ingurumena son mayoritariamente industriales y principalmente de los sectores de la automoción, alimentario o mecanizado. “No hacemos labor comercial proactiva, trabajamos mucho con empresas del sector energético”. La compañía, como todas las de este sector, recibe las placas fabricadas en China. “No hay ninguna planta importante de fabricación en Europa”.
Acometen entre 30 y 40 instalaciones al año, la mayoría para empresas de tamaño medio y grande. Ya han desarrollado varios proyectos de ampliación de placas fotovoltaicas instaladas hace tres o cuatro años. “Para un grupo industrial de Gipuzkoa, hemos hecho una ampliación de otras cinco instalaciones, tres de 200 kilowatios. En una cárnica de Pamplona, donde instalamos 160 kilowatios, hemos aumentado en otros 400 más. Y en un matadero de Valladolid, donde pusimos 300 kilowatios, ahora hemos ampliado en otros 600”.
Las instalaciones son adaptadas al cliente. Se inspiraron, en un viaje a Alemania en 2016, en los sistemas de trabajo de este país, muy adelantado en el sector fotovoltaico, y “trabajamos con programas de diseño que ahora se están implantando aquí. Nuestra ventaja es que cumplimos los datos que ofrecemos de rendimiento, gracias a esos programas de diseño.”.
Su sede central en Hernani acomete el mercado de Euskadi y Navarra, a lo que se une una delegación en Valladolid para las instalaciones fotovoltaicas Castilla y León. “Hemos hecho también proyectos en Castilla-La Mancha, Madrid o Aragón”.
La plantilla está conformada por 15 personas y la facturación rondó el pasado año los 3,2 millones de euros. El negocio se ha multiplicado por seis en los últimos cuatro años: en 2020 era de apenas medio millón de euros.
Los precios han bajado sustancialmente desde la década pasada. En 2006, una instalación tipo de 100 kilowatios costaba 600.000 euros y ahora está entre 70.000 y 80.000 euros. “Es una inversión que se amortiza en cuatro años”.
Pero los responsables de Artico Ingurumena destacan que, aparte del ahorro económico, es fundamental la vertiente medioambiental, especialmente cuando la descarbonización se está implantando en la actividad industrial.
Los retos pasan por seguir con su mercado en el sector industrial, el montaje de instalaciones con mayor capacidad energética y “profundizar en el autoconsumo colectivo, el referido a que con unas instalaciones se benefician varias empresas. Ahí está el ejemplo del proyecto que hemos desarrollado en un centro comercial, donde, además de para las tiendas, la energía solar beneficia a 100 vecinos de esa zona”.
La compañía también quiere intensificar el uso de las baterías en el sector industrial, un sistema implantado en las viviendas y que permite guardar energía cuando el consumo es bajo y usarla posteriormente en horarios nocturnos.
“Y hay una modalidad nueva, llamada PPA, que es una inversión por empresas externas, que a la industria le supone tener energía verde a un precio fijo. Y al de unos años, revierte en el propietario”.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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