Hablar del Centro de Tecnologías Aeronáuticas (CTA) es hablar de una compañía alavesa de altos vuelos, con sede en el Parque Tecnológico de Miñano y estrechamente vinculada desde sus inicios al sector aeronáutico. En estos momentos, se encuentra inmersa en un proyecto europeo llamado Haster H2 cuyo propósito no es otro que lograr una aviación sin emisiones o, lo que es lo mismo, fomentar la neutralidad climática en este sector. Para contribuir a ello, el CTA está centrado en concreto en el desarrollo del fuselaje del avión de hidrógeno, un cascarón “ultraeficiente” el que un consorcio de empresas quiere crear para aviones de entre 150 y 250 pasajeros, explica Ander Muñoz, responsable de Proyectos del CTA, en los micrófonos de Made in Basque Country.
¿Cuál es el núcleo de la actividad del CTA?
Somos un centro tecnológico aeroespacial especializado en validación de tecnologías para el desarrollo de materiales aeroespaciales, estructuras y sistemas con un alto componente de actividad I+D. Esta validación de tecnologías se hace principalmente a través de ensayos, para los que disponemos de laboratorios especializados en aeroestructuras, componentes espaciales, sistemas (hidráulicos, neumáticos…), desarrollo de bancos de ensayo, ensayos de fuego, ensayos fluidodinámicos (túnel de viento)…
¿Y cómo de cerca se está, o no, de una aviación libre de emisiones?
Esa es una pregunta difícil… En aeronáutica, como en todo lo relacionado con la descarbonización de las actividades humanas, hay una parte que depende del desarrollo de las tecnologías que lo permitan, pero otra es una cuestión de rentabilidad económica y/o voluntad política. En lo primero, creo que podemos estar relativamente cerca de hacer los vuelos libres de emisiones técnicamente factibles, pero de ahí a que estas tecnologías se generalicen y veamos aviones a hidrógeno en nuestros aeropuertos, pasarán aún muchos años. Hay que tener en cuenta que los procesos para asegurar la seguridad de los nuevos diseños y su certificación son largos y complejos.
¿Cuál es la finalidad del proyecto Faster H2?
El principal objetivo es validar, seleccionar, madurar y demostrar tecnologías clave y proporcionar la integración de la arquitectura de un fuselaje y un empenaje integrados, ultraeficientes y alimentados por hidrógeno, para aeronaves de corto y medio alcance ultraeficientes.
¿Y qué papel está jugando el CTA en este proyecto?
En el paquete de trabajo en el que CTA participa se están desarrollando elementos que buscan mejorar la eficiencia aerodinámica de la cola de la aeronave. Para ello se están diseñando, por un lado, un timón de doble charnela (NLR) y, por otro, un actuador de plasma (DELFT+INTA) que ensayaremos en el Túnel de Viento de CTA, para lo que tendremos que diseñar y construir un modelo aerodinámico que permita la integración de los citados desarrollos.
¿Esta línea de investigación hasta cuándo está previsto que dure?
El proyecto Faster H2 tiene una duración de tres años (2023-2025), aunque muy probablemente la investigación y desarrollo de estas tecnologías deberá continuar para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones que se persiguen.
¿Por qué el hidrógeno frente al combustible actual tiene tanta relevancia en el fuselaje de un avión, es quizá una cuestión de espacio?
Los aviones convencionales utilizan queroseno para sus motores. Se trata de un combustible que se encuentra en fase líquida en condiciones normales, y se almacena en las alas de la aeronave. El hidrógeno, pese a tener una muy alta densidad de energía por unidad de masa, tiene una densidad muy baja, por lo que para acumular cantidades suficientes se debe recurrir a depósitos a muy alta presión (700bar) y de un volumen muy considerable que deben integrarse en el fuselaje del aparato.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?