Tras casi dos años de trabajo, acaba de dar sus primeros pasos GZS, la empresa que desarrollará varios proyectos de economía circular del Grupo Campezo. El proyecto surge con la vocación de aportar su grano de arena “a un problema existente en la sociedad guipuzcoana, la valorización de los residuos de actividades industriales”, destaca Fernando García Prado, director general del Grupo Campezo. No es un proyecto de gestión de residuos, sino que parte con la vocación de “facilitar a nuestros clientes la continuidad de la actividad, valorizando sus propios residuos, dándoles una segunda vida y reduciendo el impacto medioambiental”, detalla.
La firma familiar guipuzcoana se fundó hace más de siete décadas y está especializada en todo tipo de obras (civil, edificación industrial, conservación, mantenimiento de infraestructuras, rehabilitación y restauración), además de la producción y extendido de mezclas bituminosas. La empresa vasca quiere liderar, en sus zonas de influencia, el desarrollo de una cadena de productos de valor añadido enfocados a satisfacer a sus clientes y al entorno social. “Estamos convencidos de la importancia de la economía circular para asegurar un futuro sostenible, y buscamos no sólo el reaprovechamiento de los productos derivados de nuestra actividad, sino también la revalorización de los productos derivados de las actividades de nuestros clientes”, subraya el representante de la compañía.
Suministra productos y realiza servicios de alta calidad diseñados especialmente para cubrir las necesidades tanto del sector público como del privado. “Hemos sido pioneros en certificar nuestros productos en los más altos estándares ambientales internacionales, y continuamos nuestro camino hacia la sostenibilidad, siendo referentes en la medición de nuestra Huella Ambiental Corporativa”, reconoce Fernando García. Este hecho, destaca, “hace que Grupo Campezo sea un elemento tractor indispensable en el mercado de su cadena de valor”.
El grupo vasco es referente en el sector de la construcción sostenible. “Comenzamos con la obtención de la EPD de nuestros productos de aglomerado asfáltico en 2019, siendo pionera, y continuamos apostando por la sostenibilidad como estrategia para un crecimiento sostenible, de acuerdo a las necesidades de todas nuestras partes interesadas”, destaca. En este camino, ha obtenido certificaciones y reconocimientos, como el Certificado Zero Waste en todas sus plantas de producción, o el reconocimiento como primera empresa del sector en ser climáticamente neutra, calculando, reduciendo y compensando de manera local su huella de carbono. Ahora, además, quieren “dar solución y aportar valor a los residuos de diversos sectores, valorizándolos y reintroduciéndolos en el mercado”, destaca Fernando García.
La recientemente publicada Ley 10/2021 de Administración Ambiental de Euskadi, que impulsa la utilización de materiales secundarios, “hace necesario diseñar, desarrollar e implementar las mejores técnicas disponibles para poder obtener productos secundarios de calidad, respetuosos con el medio ambiente, fomentando así la economía circular y optimizando el uso de los recursos disponibles”, subraya el director general del grupo.
La firma guipuzcoana participa de forma regular en los programas Hazitek del Grupo SPRI, tanto estratégicos como competitivos. En estos momentos, trabaja con el proyecto REPAPEL, un proyecto de investigación y desarrollo en el que se pretende valorizar residuos de la industria papelera para aplicaciones en asfalto. “En ellos dejamos patente nuestra línea estratégica de innovación hacia la sostenibilidad”, afirma.
Su principal objetivo es continuar liderando el sector, manteniendo esa diferenciación y siendo referente, “diseñando el camino hacia la sostenibilidad del sector creando alianzas con todos nuestros stakeholders, para contribuir a los objetivos y metas marcados por Europa. En este sentido, también hemos cuantificado esta contribución, con el objeto de alinear nuestra estrategia con las directrices europeas”, avanza Fernando García.
El Grupo SPRI es uno de los agentes que ponen en marcha la estrategia RIS 3 Euskadi para impulsar la especialización inteligente en los ámbitos de la energía, la fabricación avanzada, la biosalud y la nanociencia.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
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