Nacida en Zumaia en 1964, Silam se ha convertido en líder estatal y referente europeo dentro del sector de la silicona. Cuenta con más de 50 años de experiencia, en los que se ha dedicado a proporcionar soluciones y desarrollar nuevos proyectos conjuntamente con sus clientes. Entre las soluciones ad-hoc que les ofrece, se encuentran bases, aditivos y mezclas de silicona listas para su uso, pero también productos técnicos fabricados en silicona sólida y esponja (tubos, juntas y perfiles, entre otros).
Silam diseña, fabrica y vende mezclas y artículos de extrusión para múltiples sectores: automoción, alimentario, iluminación… y uno de sus pilares se encuentra en su apuesta por la I+D, herramienta a través de la cual no solo busca mejorar sus procesos productivos y ofrecer soluciones cada vez más especializadas; también contribuir hacia modelos más sostenibles y aplicar criterios de economía circular, cada vez más demandada en esos sectores para los que trabaja.
Ecosil es el proyecto de ecoinnovación en el que se encuentra sumergida Silam. “El objetivo es reutilizar las mermas de silicona vulcanizada que se producen durante el proceso de manufactura de nuestros productos. De esta manera, eliminar los residuos de silicona llevados al vertedero”, explica el gerente de Silam, Julio Fernández.
La empresa ya ha llevado a cabo varias investigaciones y ensayos, de los que se han conseguido dos alternativas factibles para el aprovechamiento 100% de esas mermas: “Primero, la reutilización de la silicona vulcanizada para la fabricación de nuevos productos. En la actualidad, estamos colaborando con un cliente en el diseño y distribución de productos reciclados”, cuenta Fernández.
Por otro lado, también se ha conseguido la “valorización energética, aprovechando la capacidad calorífica de la silicona. Hoy en día, el 100% de las mermas de silicona de Silam se recuperan con la obtención de energía calorífica”, añade.
La Comisión Europea ha incluido la materia prima de la que se produce la silicona, el silicio metal, en el listado de materias primas críticas para la Unión Europea, debido al riesgo de desabastecimiento. De ahí la relevancia de poder reutilizar como materia prima secundaria los residuos de silicona que propone el proyecto Ecosil.
El Grupo SPRI es uno de los agentes que ponen en marcha la estrategia RIS 3 Euskadi para impulsar la especialización inteligente en los ámbitos de la energía, la fabricación avanzada, la biosalud y la nanociencia.
Para pymes, para diversificar mercados, becas en el extranjero, licitaciones internacionales, subvenciones a fondo perdido para afianzar la exportación, ayudas para implantaciones o formación específica en internacionalización.
Te interesa ¿verdad?